La importancia del propósito.
A veces no entendemos porque teniendo o haciendo cosas que al parecer nos deben generar tranquilidad o felicidad, no nos sentimos así, y vivimos pensando siempre que algo falta, que no estamos completos o que podríamos estar mejor.
La vida nos va poniendo oportunidades, opciones y a medida que vamos escogiendo el camino, también vamos construyendo desde el presente nuestro futuro.
¿Por qué sentimos que falta algo? Hay una confusión usual entre hacer lo que te gusta, y que eso realmente te genere una sensación de satisfacción, algunos atribuyen su frustración o apatía a lo que hacen o a su entorno; el trabajo que tienen, la pareja, su jefe, amistades entre otros.
Esa confusión se da porque cuando lo que realmente te falta es un propósito, meta, visión de vida, no importa lo que estés haciendo, siempre te va a faltar algo. Sin un propósito claro, no importa el trabajo que tengas, cuanto ganes o que actividad realices, nunca vas a entender porque te levantas cada mañana. Siempre hay cosas que nos hacen brillar los ojos, triunfos de nuestros hijos, personales, los hobbies que practicamos, pero eso es solo parte de pequeños momentos de felicidad, igual hay que tenerlos, cuidarlos y buscar esos momentos porque son necesarios.
La importancia del propósito en nuestra vida, además de ser un motivador para avanzar, cambiar y tomar decisiones importantes, radica también en que nos permite disfrutar el proceso. En la medida en que tienes un propósito claro, el vehículo en el que te montas, no es lo más relevante, por ende, no te afecta negativamente de la misma manera, porque sabes que hay algo más grande que justifica el sacrificio, también permite que cuando nos damos cuenta de que ese vehículo no nos está acercando a ese propósito, es más sencillo renunciar y cambiarlo, porque no es eso lo más importante.
Esto no es para pensar que el fin justifica los medios, al revés, tener un propósito mayor permite disfrutar del viaje más fácilmente, vernos más humanos, aceptar mejor los fracasos, ser más empáticos en el trato y construir mejores relaciones con los demás, que es lo que nos queda para siempre. Porque, así como es importante tener clara esa visión, también es importante tener clara nuestra misión, eso que si es parte de este presente y de las vivencias diarias que debe ser lo que nos recuerde como queremos construir hacia ese futuro.
Les comparto mi misión y visión a manera de ejemplo para ir elaborando mejor. Aclarando que es personal e intransferible, y no busca evangelizar ni venderse.
Misión: Tener un impacto positivo en la vida de las personas. Visión: Alcanzar independencia financiera a mis 40 años.
No hay que ser tan elaborado, la visión es un sueño en acción decía Joel Barker, debe tener un plazo pero también ser algo genérica en su definición. Lo importante es que no puede estar cambiando todo el tiempo, lo que si cambia constantemente son las estrategias para llegar a conseguirla, los vehículos que usamos, los trabajos que escogemos, las personas con las que interactuamos, todo eso cambia, el propósito raramente, si lo tienes realmente claro.
En cuanto a la misión, es lo que nos permite dejar huella, crear y mantener buenas relaciones y tranquilidad para nosotros y con el entorno, profesional, social o amoroso. Igual que con el propósito, la de cada persona es diferente y depende de que genera esas satisfacciones a corto plazo para que tenga valor y nos mantenga activos, alerta y motivados hacia la visión.
Tampoco es el fin del mundo no tener claro el propósito, pero tenerlo te hace más llevadera la vida y disfrutarla más, y si no se tiene claridad de ese futuro, lo primero es empezar preguntándonos como nos vemos en cinco o diez años, cual es esa situación futura deseada, en todos los aspectos de la vida, y sobre eso darle forma, ponerle plazo y empezar a trabajar para conseguirla.
Muy importante también, es entender que hay muchas opciones para ese propósito, porque todos tenemos una forma de ver la vida y el futuro de manera diferente, no hay un mejor propósito o visión que otro, porque al final lo que satisface a cada persona es diferente. En mi caso, alcanzar independencia financiera se basa en una búsqueda de cierta tranquilidad, pero no significa que mi vida laboral o personal se detiene en ese momento, simplemente lo que busco es no tener que hacer cosas porque es necesario, sino por decisión o gusto. No es un tema netamente económico, es la importancia de no depender financieramente de un trabajo o negocio en ese momento de mi vida. Tampoco significa que tengo que esperar hasta mis 40 años para hacer lo que me gusta, es solo una búsqueda de independencia para decidirlo.
Con o sin propósito necesitamos esforzarnos, trabajar y relacionarnos, entonces hacerlo con un objetivo claro, le da sentido a nuestra vida.
En la medida en que el propósito está claro, también los golpes de la vida son más fáciles de asimilar, cuando crees que la felicidad es el trabajo que tienes, la persona con la que estás, las propiedades que tienes o no tienes, perderlo por la razón que sea te golpea mucho mas que si simplemente tienes la tranquilidad de entender que se cierra un ciclo pero encontrarás ese otro vehículo que te dirige al mismo destino. Cuando nos aferramos o le damos mucha importancia a lo que tenemos en el momento, hace más dura la transición al perderlo, por el contrario si pensamos que todo está en constante cambio y flexibilizamos nuestra mente para aceptar eso, nos hará el recorrido más fácil y disfrutaremos mejor de lo que nos va arrojando la vida.
Con o sin propósito necesitamos esforzarnos, trabajar y relacionarnos, entonces hacerlo con un objetivo claro, medible y sobre todo alcanzable, le da sentido a nuestra vida y ayuda a sobrellevar lo que no nos gusta hacer, pero que nos acerca al objetivo, además de que forma el carácter y nos hace más disciplinados.
Por último, es importante recordar que podemos involucrar personas en nuestra vida, tener diferentes trabajos e incluso parejas, pero el propósito es relevante porque es un faro personal que genera motivación, ni las personas ni los trabajos son eternas, es muy importante entender que la eternidad no se lleva bien con la realidad, debemos evitar aferrarnos a personas o cosas materiales, y mucho menos poner nuestro bienestar emocional en sus manos; en la medida en que podamos ser flexibles afrontando la vida, la llevaremos mejor.
La felicidad es un camino, no un destino dice Cesar Piqueras, poca lógica hay en que usted viva amargado toda su vida mientras busca ser feliz, ese estado mayor en mi opinión personal no existe, se disfruta con los pequeños y grandes momentos que vivimos, pero más importante con la actitud que tenemos hacia esas realidades que enfrentamos.
Feliz semana.
Traten de ser felices¡¡