La inexplorada conexión entre la creatividad y la felicidad
¿Cómo es que el ser creativ@ conduce al bienestar y la plenitud? ¿Por que recae en el auto conocimiento la fuente mas vital y prospera para la creatividad?
“Humanity: First, we survive. And then we have to thrive. And to thrive, we have to express ourselves… well, here’s the rub: we have to know ourselves first.” - Ethan Hawe
Normal: Tod@s llegamos a tener esa inquietud por querer expresarnos; de expresar sentimientos, ideas, pensamientos, vivencias o alguna forma de representación artística. Pero a su vez, nos sentimos indignos. Al querer ofrecerle al mundo algo de valor, dudamos de nuestro talento. Y si logramos dar el paso para empezar a crear algo, el sentimiento es, inequívocamente, que estamos haciendo algo chafa. Normal y natural.
¿Por qué nos sentimos así? Es difícil explicar nuestra irracionalidad. Una de las características más sorprendentes de nuestra mente es lo poco que la entendemos. Aunque en ella habitamos, rara vez logramos dar sentido a más de una fracción de lo que somos.
Algo que aprendí de esta conversación con Sofía es que esta inseguridad permanece aun cuando tu trabajo ya esté validado. Aun cuando has encontrado ya el éxito y el reconocimiento. Y a eso se le llama el inescapable pero conquistable síndrome del impostor.
¿Cómo escapamos de ese paralizante sentimiento? ¿Cómo damos paso a la confianza?
Una forma es con "la inesperada virtud de la ignorancia" (referencia a Birdman) o lo que es lo mismo, el arriesgado y mal interpretado #YOLO. Este puede ser un buen atajo para algunos. No sobre pensar las cosas.
Pero en realidad, para escapar plena y satisfactoriamente de ese sentimiento de duda en nosotros mismos, lo que he logrado entender es que en el proceso creativo satisfactorio esta el enfrentarnos con una de las más difíciles preguntas jamás planteadas (cliché incoming):
“¿Quién soy?”
"Lo más difícil en esta vida es conocerte a ti mismo" - Tales de Mileto (~500 AdC)
Jack Nicholson tiene una genial escena con Adam Sandler en “Anger Management” (2003), cuando en una terapia grupal le pregunta “who are you?". Al no poder contestar usando su profesión, sus hobbies, su nacionalidad o su descendencia… éste llega al desquicio total (hahaha).
Esta es una de las preguntas perennes que todas las culturas a lo largo de los siglos han tratado de contestar. Y esto no es un intento por descifrar este inmortal acertijo existencial, sino más bien, de la oportunidad que ofrece el tan solo embarcarte en la aventura de cuestionarse. Y es que es en el proceso al autoconocimiento donde redescubres la necesidad de la creatividad.
Meditar es creatividad. Y viceversa.
Enfrentándonos a la titánica tarea de conocernos a nosotros mismos hemos visto surgir a la meditación como una poderosa herramienta para indagar en nuestro interior. Yo argumento que la creatividad es precisamente una forma de meditación. Meditar, a mi entender, es el esfuerzo de unir concentración y consciencia (mente y espíritu, if you will) para extraer toda voz interna y aislarnos del mundo, del pasado, y el futuro; manteniendo únicamente el momento presente. Y eso sucede cuando se es creativo ¿o no? ¡Poner en práctica la creatividad es poner en práctica el Mindfulness!
No encuentro mejor manera de ilustrar este punto que citando a Allan Watts, una de las mentes más bonitas del siglo xx:
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“Now is the creative point of life.” - Allan Watts
Ser creativo te permite conocerte a ti misma, y conocerte a ti mismo, te permite ser feliz; lo que a su vez te permite ser más creativa... and so on.
Es necesario regresar al síndrome del impostor para enfatizar lo bien pinche difícil que resulta este ciclo. En cualquier momento nos podemos ver sacudidos por el freno de mano que representan el miedo, la inseguridad, la desconfianza y el ego. Ni Allan Watts ni Ram Das habrán evitado encontrarse dudando a cierto punto de su talento, de conocerse, de su relevancia, etc.
¿Cómo enfrentarse entonces a ese cúmulo de emociones que llamamos síndrome del impostor?
Rescato una conversación de TRIPEANDO PODCAST que sostuve hace unos años con Sofía Aspe: "(i) Recuerda que esto que quieres hacer es, primero que nada, para ti y por ti. Y si lo gozas, ya ganaste. (ii) Compárate únicamente contra ti mismo y observa y valora tu crecimiento. (iii) Celebra tus victorias, por más pequeñas que sean. Por último, (iv) pide consejo únicamente a personas que entiendan de cerca tu camino.
“Ask yourself, what do you love? And if you get close to what you love, ‘who you are’ is revealed to you, and it expands!” - Allan Watts
En este mismo orden de idea, encontré hace unos años este antes-llamado tweet:
"En tus 20s te preocupas por lo que los demás piensan de ti. En tus 30s, te esfuerzas en dejar claro que no te importa lo que los demás piensan de ti. En tus 40s, te das cuenta de que en realidad nada estaba pensando en ti para empezar.”
Esta "regla de dedo" me resuena con algo de verdad. No importa lo que los demás piensen y de entrada, ni siquiera están pensando en ti, ¿no? Aún así, me parece más acertado pensar que, en efecto, el mundo no se preocupa por ti personalmente, pero más bien si ponen atención a cómo los haces sentir. Y es aquí donde entra en juego la creatividad. Crea y genera algo bueno y positivo, y eso se te regresará. “You reap what you sow” – cosechas lo que siembras.
Encuentro consuelo y emoción en creer que acompañar tu creatividad con buena vibra, ganas, actitud positiva y de echarse siempre para adelante, se te regresará. Llámale mística, energías, destino... o lo que sea; yo simplemente creo que es condición inherente naturaleza humana: "oye, escúchame; que yo te escuchó a ti". Es en ese intercambio dónde crecemos, sanamos y creamos comunidad.
En, conclusión, me encuentro convencido de que la creatividad se e puede manifestar en todo lo que hagas. Creatividad es liderazgo. Creatividad es solucionar problemas. Creatividad es crear, ayudar, mejorar, y compartir. Creatividad es sanar.
En conocerte a ti mismo encontrarás la confianza y la necesidad insaciable de expresarte y ser creativo. Al hacerlo, generarás algo bueno en alguien. Sin importar lo efímero que esto sea, en el acumulado del tiempo y la acción, te regresará.
“Art is not a luxury, but actually sustenance. Turns out, we very much need it.” - Ethan Hawke