La innovación debe estar al servicio del negocio

El título del artículo es una máxima que siempre intento repetir cuando alguien me pregunta de qué va esto de innovar.

El objetivo de la innovación es (o debería ser) ganar dinero. Es decir, ayudar a vender más y, sobre todo, mejor.

Y digo "debería ser" porque algunos que se dedican al teatro de la innovación tienen otros objetivos, como la visibilidad o el innowashing, o sea, mucho ruido y pocas nueces.

Pero hoy me gustaría centrar el artículo en el papel de la unidad de negocio o el equipo de ventas (puede tener nombres distintos dependiendo de la compañía) en el proceso de la innovación.

Cuando decimos que la innovación está al servicio del negocio yo no lo entiendo como que la innovación deba subordinarse al negocio. Yo defiendo que el equipo de innovación corporativa debe verse como una parte integrante más del negocio, no como un área separada e independiente que está en un rincón.

En la medida que la unidad de negocio y el equipo de innovación estén lo más cerca posible, todo lo que se haga estará más alineado y estaremos más cerca de conseguir el objetivo de ganar dinero.

De la misma manera que el equipo de innovación debe estar al servicio del negocio, si el negocio no dedica tiempo a pensar en clave de innovación, será más difícil conseguir los resultados.

¿Quién debe traccionar en cada fase de la vida de la innovación?

Para intentar explicarlo he dibujado la siguiente gráfica, que no pretende ser exacta sino dibujar tendencias.

En el gráfico indico el grado de participación de la unidad de negocio (ventas) y del equipo de innovación corporativa durante las distintas fases de un proceso típico de innovación, desde que se define la estrategia hasta que se comercializan las soluciones obtenidas.

Hay que tener en cuenta también que el eje "ciclo de vida de innovación" no está a escala.

Viendo el dibujo se puede desprender el primer gran titular: la unidad de negocio debe liderar (o traccionar o empujar, utilizad el adjetivo que queráis) tanto la fase inicial del proceso (Estrategia) como la parte final (Comercialización).

Eso no significa que desaparezca en las otras fases, pero donde debe llevar la voz cantante es al principio y al final.

Fase de estrategia

Esta fase es fundamental porque es la etapa en la que la unidad de negocio marca el camino, indicando en qué ámbitos se deben poner el foco.

Como en toda estrategia, es muy importante decir en qué, pero todavía más importante es decidir a que ámbitos o sectores no se quiere ir. Muchas veces es más difícil descartar que apuntar.

Fase de conceptualización

Esta fase también se podría denominar de ideación y es la etapa del proceso en la que trabajan las distintas ideas hasta convertirse en conceptos aterrizados en propuestas de proyectos de innovación.

Estas propuestas deben incluir tanto la parte técnica como, sobre todo, la parte de mercado, teniendo en cuenta que aquello que se desarrolle tiene el objetivo de satisfacer a un cliente.

En esta etapa se debería construir el primer plan de negocio, aunque sea aproximado.

La tracción de esta fase la debe realizar el equipo de innovación, si bien la unidad de negocio debe tener una cierta participación para ir asegurando que las propuestas que se presentan encajen en la estrategia fijada.

Fase de validación

Esta fase también se podría denominar de exploración y es la etapa en la que se intentan validar las hipótesis que se han tenido en cuenta para construir el plan de negocio de la propuesta de la fase anterior.

En esta fase hay que salir al mercado e interactuar con potenciales clientes.

El liderazgo debe ser del equipo de innovación pero necesitará orientación y ayuda del equipo de negocio.

• Orientación porque la unidad de negocio puede indicar a qué clientes se pueden contactar.
• Ayuda porque el equipo de negocio debe facilitar los contactos de los clientes y, si lo considera, incluso participar en las posibles reuniones.

Fase de ejecución de proyectos

Probablemente sea la etapa más larga del ciclo de vida, en tanto que implica todo el proyecto una vez se han validado las hipótesis del plan de negocio y se ha asignado presupuesto para su ejecución.

Durante esta fase el liderazgo debe venir del equipo de innovación.

La unidad de negocio debe actuar como cliente, retando al equipo del proyecto para que el desarrollo tecnológico vaya cumpliendo los requisitos que permitirán tener un servicio o un producto que se pueda comercializar cuando antes mejor.

El proyecto debería cancelarse tan pronto como se desvíe del coste objetivo o que se constate que no existe suficiente mercado.

La mejor noticia para un proyecto de innovación es que la unidad de negocio está ansiosa por comercializar la solución. En este caso, será la la unidad de negocio la que presionará al equipo técnico de desarrollo para que avance en sus trabajos para tener algo a ofrecer al cliente.

No hay nada mejor para un proyecto innovador que tener a los responsables del desarrollo de negocio queriéndolo vender.

Fase de comercialización

Esta es la etapa a la que esperamos que lleguen la mayoría de los proyectos porque, como decíamos más arriba, si la innovación no acaba en beneficio económico no sirve para nada.

Es evidente que el liderazgo en esta fase lo tiene que ejercer el equipo de desarrollo de negocio, porque es el principal interesado en ofrecer nuevas soluciones a sus clientes.

La innovación debe estar al servicio del negocio, pero el negocio debe implicarse en la innovación.