La innovación terapéutica: motor de transformación en la salud

En estos primeros meses de 2023 hemos podido comprobar cómo la industria farmacéutica se ha alzado como un sector dinamizador de la economía española, donde destaca el importante papel que desempeña la innovación. Los datos de la última Encuesta sobre Actividades de I+D hablan por sí solos: casi el 20% de toda la I+D industrial de nuestro país la desarrolla nuestro sector, lo cual supone más del 9% de la inversión de la industria y el 6,1% de la investigación total de la economía española, teniendo en cuenta tanto la pública como la privada.

En la última década, la innovación terapéutica ha experimentado un gran avance que ha permitido el desarrollo de terapias más precisas, personalizadas y efectivas. Todo ello se traduce en oportunidades para las personas que tienen una enfermedad y en soluciones que han mejorado el pronóstico y la calidad de vida de pacientes en todo el mundo.

Uno de los ejemplos más notables de innovación terapéutica es la terapia génica, que utiliza técnicas de ingeniería genética para tratar enfermedades causadas por mutaciones en el ADN. Esta terapia ha sido utilizada con éxito para tratar enfermedades como la enfermedad de Parkinson, la hemofilia y la fibrosis quística. También ha mejorado la eficacia de los tratamientos existentes contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, y ha potenciado la accesibilidad y la comodidad de los tratamientos mediante la utilización de tecnologías como la telemedicina y la monitorización remota. Sin duda alguna, estamos ante grandes avances que refuerzan la confianza de los pacientes y que subrayan la esperanza en el desarrollo de una tecnología sanitaria al alcance de todos.

En CSL Vifor trabajamos con el firme compromiso de mantener los más elevados estándares de investigación clínica en varias áreas médicas y lo hacemos gracias a un programa internacional que se desarrolla en cumplimiento con los principios éticos establecidos en ICH-GCP. A lo largo de estos años, hemos conseguido intensificar nuestros esfuerzos por desarrollar soluciones innovadoras en tratamientos dentro del ámbito de la nefrología (enfermedad renal crónica); en el campo de la oncología (anemia en pacientes con cáncer); en el de la gastroenterología (enfermedades inflamatorias intestinales); en el de la cirugía (anemia prequirúrgica); en cardiología (insuficiencia cardíaca crónica) y en el campo de la ginecología. Asimismo, promovemos un clima que alienta la colaboración. Para cada fármaco, se forma un grupo multidisciplinario de especialistas formados que son responsables de la planificación, implementación, análisis y creación de informes de las actividades de desarrollo clínico. Y es que la salud de nuestros pacientes está siempre en el centro de lo que hacemos y es por eso que, durante todo el ciclo de vida clínico de nuestros productos, los expertos en seguridad participan activamente dentro de estos equipos multidisciplinarios.

Este es nuestro compromiso: ofrecer a los pacientes soluciones terapéuticas innovadoras, tendiendo la mano a la colaboración, poniendo el foco en el fortalecimiento del tejido industrial y la economía del país, y apostando por técnicas respetuosas con la comunidad y el medio ambiente, pues no podemos olvidar que la salud de las personas está intrínsicamente ligada a la del planeta y que la innovación siempre debe mirar hacia un futuro más limpio y sostenible en todo el mundo.

Estoy convencido de que en los próximos meses continuaremos viendo cómo los avances científicos se complementan con las nuevas tecnologías para abrir paso a un futuro alentador, donde podamos facilitar tratamientos a medida para cada paciente, diagnósticos más certeros y alternativas donde antes no las había o donde era difícil encontrarlas.

Porque la innovación terapéutica es, sin duda, un motor muy importante de transformación en el ámbito de la salud y de la sociedad: todos debemos seguir trabajando de manera conjunta para potenciar su desarrollo y consolidación con el paso del tiempo.