La inteligencia es clave para combatir el crimen en Chile: ¿Estamos preparados?

La inteligencia es clave para combatir el crimen en Chile: ¿Estamos preparados?

Hoy quiero retomar un tema de gran relevancia: la inoperancia de nuestra inteligencia delictual. Aunque ya lo hemos abordado en el pasado, considero crucial volver a ponerlo sobre la mesa, dada su importancia para la seguridad empresarial, comercial y de los ciudadanos comunes, quienes se encuentran constantemente expuestos a esta creciente plaga criminal.

Comunidad Emprende, Buenos días.

En los últimos años, Chile se ha enfrentado a una ola creciente de delitos, muchos de los cuales tienen una característica en común: la impunidad. La violencia y la criminalidad han dejado de ser episodios aislados, convirtiéndose en una realidad preocupante que afecta tanto a grandes ciudades como a pequeñas comunidades. Ante esta situación, surge una pregunta urgente: ¿Estamos preparados para combatir el crimen organizado con las herramientas adecuadas?

Uno de los factores más críticos es la inteligencia delictiva, el proceso mediante el cual las instituciones de seguridad analizan y comprenden los patrones delictivos para anticiparse a los riesgos. Sin embargo, según el investigador Alfonso España Miranda, Chile está fallando en esta tarea fundamental. Durante una entrevista en septiembre, España abordó las principales falencias que enfrenta el Estado chileno en la lucha contra la delincuencia, y los puntos que destacaron revelan una necesidad urgente de modernización y profesionalización en nuestras instituciones de seguridad.

La falta de profesionalización y digitalización: un obstáculo clave

Uno de los problemas más alarmantes es la falta de profesionalización en las instituciones encargadas de la seguridad pública. Las fuerzas policiales, el sistema judicial y otras entidades clave carecen de los especialistas necesarios en áreas críticas como el análisis de datos, la inteligencia digital y la ciberseguridad. Esto afecta directamente la capacidad de estas instituciones para anticiparse y responder a las amenazas de manera efectiva.

El crimen organizado ha evolucionado rápidamente, aprovechando vacíos en el sistema de seguridad para expandir su alcance. Pero mientras los delincuentes adoptan nuevas tecnologías para coordinar sus actividades y evitar ser detectados, muchas instituciones siguen operando con infraestructuras tecnológicas obsoletas y procesos arcaicos que no permiten gestionar la información de manera eficaz. En este sentido, España señala que uno de los desafíos más grandes es la gestión y análisis de datos. Sin una estructura digital adecuada, es casi imposible recopilar, compartir y procesar la información necesaria para enfrentar el crimen de manera efectiva.

El aumento alarmante de homicidios y la baja identificación de responsables

Los homicidios en Chile han aumentado considerablemente en los últimos tres años, marcando en 2024 un récord histórico desde el retorno a la democracia. Esto no solo es preocupante por la cantidad de vidas perdidas, sino también porque solo el 25% de los responsables de estos crímenes ha sido identificado. Esto significa que en el 75% de los casos, no se sabe quién cometió los homicidios.

Esta cifra refleja no solo la gravedad del problema, sino también la ineficiencia del sistema para identificar a los culpables y llevarlos ante la justicia. ¿Qué está fallando? A pesar de las leyes que se han implementado para mejorar la persecución penal, la incapacidad para analizar y compartir datos de manera eficiente sigue siendo uno de los principales obstáculos. Las instituciones responsables de la seguridad carecen de la infraestructura necesaria para cruzar información, lo que limita su capacidad de responder con rapidez y precisión a los delitos.

La importancia de la digitalización y el manejo de la información.

El estudio realizado por Horizontal, que España mencionó en su entrevista, reveló que muchas de las instituciones clave, como Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones (PDI), carecen de políticas de gestión de datos. Esto significa que no tienen los mecanismos adecuados para procesar, almacenar y compartir información de manera eficiente. En un contexto donde el análisis de datos es fundamental para entender el comportamiento delictivo y diseñar estrategias de prevención, esta falta de políticas se convierte en un obstáculo crítico.

Además, la falta de profesionales capacitados en áreas como la tecnología y la ciencia de datos agrava la situación. En la PDI, solo el 6% de los funcionarios del área tecnológica tiene un título profesional relacionado con estas disciplinas, mientras que en Carabineros esta cifra asciende al 7%. Estas cifras son preocupantes cuando consideramos que estas instituciones necesitan realizar un análisis profundo de datos para prevenir y combatir el crimen organizado.

La interoperabilidad: un desafío urgente

Otro punto clave mencionado por España es la falta de interoperabilidad entre las distintas instituciones de seguridad. En un mundo donde la delincuencia es cada vez más compleja y organizada, la coordinación entre las entidades responsables de la seguridad es fundamental. Sin embargo, la realidad es que muchas veces los datos generados por una institución no pueden ser compartidos fácilmente con otras, lo que dificulta el análisis y la toma de decisiones.

Por ejemplo, si Carabineros recibe una solicitud de información de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), pero no cuenta con una política de gestión documental estandarizada, esa información podría no ser útil o llegar en un formato incorrecto. Esto no solo retrasa las investigaciones, sino que también compromete la eficacia de la respuesta ante los delitos.

Déficit de profesionales especializados.

La falta de personal especializado en áreas de análisis de datos es otro de los puntos críticos. Según España, la mayoría de las instituciones de seguridad en Chile emplean operadores de soporte técnico o desarrolladores de sitios web, en lugar de contar con analistas de datos o científicos de datos. Esta atención afecta directamente la capacidad de predecir y prevenir delitos, especialmente en un contexto donde el crimen organizado utiliza tecnologías avanzadas para operar.

Se esperaría que instituciones como Carabineros, la PDI o Gendarmería contaran con equipos especializados en análisis de datos que permitieran diseñar estrategias más efectivas para combatir el crimen organizado. Sin embargo, la falta de estos profesionales está dejando a las instituciones en una situación de desventaja frente a los delincuentes.

El anonimato y la sofisticación del crimen organizado.

Una de las características más preocupantes del crimen organizado actual es el anonimato con el que operan muchas de estas organizaciones. Bandas delictuales, muchas veces asociadas a redes internacionales, actúan en las sombras, utilizando tecnologías avanzadas para evitar ser rastreados. Este anonimato no solo dificulta la identificación de los responsables, sino que también genera una sensación de impunidad en la población, lo que puede llevar a un aumento de la violencia y la inseguridad.

Frente a esta realidad, es urgente que las instituciones de seguridad adopten nuevas tecnologías y enfoques innovadores para combatir el crimen. Esto no solo incluye la digitalización de los procesos, sino también el uso de herramientas de inteligencia artificial (IA) y análisis predictivo que permitan anticiparse a los delitos y actuar de manera proactiva en lugar de reactiva.

Conclusión:

El panorama actual de la seguridad en Chile exige una transformación radical en la manera en que operan nuestras instituciones. La falta de digitalización, la escasez de profesionales especializados y la incapacidad para compartir y gestionar datos de manera eficiente son algunos de los principales desafíos que debemos enfrentar.

Es fundamental que mejoremos la inteligencia delictual en Chile si queremos combatir eficazmente el crimen organizado. No se trata solo de crear nuevas leyes o aumentar la dotación policial; se trata de modernizar las herramientas y procesos con los que estas instituciones trabajan. La digitalización, el análisis de datos y la interoperabilidad entre las instituciones son claves para anticiparse a los riesgos y proteger a la población.

¿Qué opinas? ¿Crees que la digitalización y el análisis de datos podrían mejorar la seguridad en Chile? Cuéntame tu perspectiva y cómo esta realidad afecta a tu negocio o vida diaria. Te invitamos a discutir estrategias de prevención más efectivas y cómo juntos podemos enfrentar los desafíos de la delincuencia en nuestro país.

Soy José Luis Parra S.

CEO Fundador de LAPARRA

Andrés Silva Vergine

+20 años Experiencia - Administración - Cobranza - Automatización de Procesos - Control de Gestión - Ingeniero Informático - MBA.

2 meses

Ya sabemos que nos hay bala de plata. El recordar cuando tuve que hacer denuncia en carabineros y recordar el sistema que usan... El desafío es enorme!!

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