La llamada «Ilusión monetaria» y la capacidad de compra
Este síndrome se da cuando alguien percibe su incremento de renta nominal, pero no atiende al aumento de los precios y, peor, cuando se olvida del efecto acumulativo de la inflación y desconoce su verdadera capacidad de compra en la actualidad. El efecto intermedio también existe: cuando se atiende al aumento de precios para el análisis de la situación o la decisión a tomar, pero se desatiende el descenso de la capacidad de compra.
Supongo que eso es lo que tratan de averiguar -aunque sea en parte- esas largas colas que se forman delante del Banco de España para las subasta de letras del Tesoro en cada fecha anunciada.
Si la inflación en la actualidad está alrededor del 2,8%, la pérdida de la capacidad de compra es del orden del 8%, es decir, si no obtiene un 11% en sus cuentas e inversiones, está perdiendo dinero. Tal vez no se de cuenta hasta que vaya a comprar algo y observe que su dinero y su capacidad de compra ya no es la que usted creía.
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Hay muchos casos en los que somos pasto de este síndrome fatal, veamos algunos casos y situaciones comunes: una serie de depósitos en bancos o en inversiones que le dan cierta rentabilidad, pero que no es la suficiente en cuanto tiene que comprar algo y le parece carísimo, por ejemplo, la reforma de su vivienda. También cuando le compran su vivienda por 350.000€ y usted cree que ha sido una verdadera buena venta respecto a lo que pagó en su momento y cuando mira los pisos nuevos semejantes al que ha vendido están por los 450.000€. Otro caso es cuando quiere llevar el mismo ritmo de comidas y cenas con los amigos que ha llevado siempre y se da cuenta que -a los precios actuales- ya no puede salir todos los fines de semana. Si quiere comprarse un automóvil, observará que lo que pagó por el último coche que se compró hace seis años, ya no puede comprarse otro similar ni por asomo. Como se suele decir, mientras los precios suben en ascensor, los salarios y los ahorros suben por la escalera.
Esta ilusión debe ser atendida por todos, si me apuran, diría que cuanto menos tengas más atención se debe prestar. Dejamos el dinero en el banco creyendo que está creciendo o -al menos- que se mantiene, pero es lo contrario: suele estar mal remunerado y descuidado por nuestra parte. Ya lo hemos comentado en el inicio: si actualmente no se consigue una rentabilidad media del 11% aproximadamente, cuando quiera utilizar su dinero/inversiones se dará cuenta que ha perdido mucha capacidad de compra.
Este análisis es totalmente válido para las pequeñas empresas, en las que suelen sufrir este síndrome de la ilusión monetaria y no se percatan de la pérdida de la capacidad de compra. El margen fue lo primero que se olvidó, la inflación acumulada hizo el resto.