La mala cara del trabajo

De muchas maneras y a menudo el trabajo puede hacer mala cara. Para algunos no es tan agradable el gesto cuando el trabajo se ve lejano y después de tocar muchas puertas el desempleo se convierte en frustración. Para otros, la mala cara del trabajo se genera por el pésimo clima laboral que enfrentan a diario.

Como todo, la mala cara del trabajo es consecuencia de algún factor que fracturó el lazo que se genera entre la compañía y el colaborador, vale aclarar, que lazo no es sinónimo del apego laboral que muchos padecen. Dicha consecuencia tiene un proceso que inicia con un gran gesto, muy diferente al que se evidencia en un rostro con ceño fruncido, ojos angustiados y sonrisa oculta.

Si, todo proceso laboral o la mayoría inicia con una gran sonrisa de bienvenida que invita a los colaboradores a soñar y planear un futuro donde el crecimiento, el aprendizaje y el desarrollo profesional son protagonistas, un buen gesto que además de traer empleo genera tranquilidad y estabilidad para el colaborador y su familia. Lo triste es que aunque para muchos, por fortuna, la vida laboral los ha sorprendido con más de lo que esperaban; existen otras situaciones donde los grandes planes se ven afectados por prácticas laborales que no solo atentan contra el trabajador sino también afectan la imagen de la compañía.

Conocemos muchas historias de personas que le agradecen su experiencia y aprendizaje a empresas y otros casos donde los colaboradores llegan cada día a esperar con ansias que el reloj marque rápidamente la hora de salida para abandonar ese tedioso lugar que solo cumple en sus vidas la función de proveer dinero y no experiencias ni conocimiento.

Ahora bien, otro panorama donde el trabajo dejó de sonreír es el proceso de búsqueda de oportunidades laborales. No es nada fácil ver como los recibos de los cajeros automáticos cada vez disminuyen sus ceros del total de ahorros, mientras son más las puertas que se van cerrando después de estar todo un día pendiente de las nuevas ofertas laborales y el sonido del celular que signifique un "hola, hemos visto su perfil y queremos acordar una entrevista de trabajo". Ese periodo cesante, sin duda, deja ver la peor cara del trabajo.

Es probable que en este momento usted viva una transición y la buena cara de su trabajo se este convirtiendo en algo parecido a la expresión de Hulk o quizá, lleva mucho tiempo viendo como el trabajo le esta haciendo mala cara y le esta huyendo. Sin embargo, lo importante es comprender que esa misma expresión es la que usted esta reflejando en sus relaciones interpersonales dentro y fuera de su lugar de trabajo.

Por esta razón, aunque el trabajo le este dejando de sonreír es su responsabilidad buscar el motivo para continuar haciendo las cosas con interés, dedicación y pasión, o en otra circunstancia, continuar enviando su perfil con la esperanza de que en algún momento la mala cara se convertirá en la sonrisa que por tanto tiempo ha esperado.

Muéstrele su sonrisa al trabajo aunque parezca difícil, lejano, crudo, egoísta y malagradecido. Sonría y enséñele a sonreír.