LA MEJOR APP QUE APOYA LA CRIANZA RESPETUOSA - ANTICIPAR, PREDECIR Y PREPARAR –

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Como padres y cuidadores vivimos a diario situaciones con nuestros niños que al finalizar el día nos hacen reflexionar frente a nuestro papel, lo que hicimos o dejamos de hacer y nos hacemos preguntas frente a como haberlas manejado mejor, que hubiéramos podido hacer para haber tenido una respuesta diferente alejada del llanto, el enojo, malestar, y la frustración. Ocuparnos de cómo hacerlo mejor es una tarea diaria que no tiene una receta única, no se soluciona siempre de la misma forma, pero es posible pensar en otras maneras e intentar aplicar conceptos que pudiesen ayudar. El juego de la anticipación en el proceso de crianza es crucial pues no tiene nada que ver con adivinar el futuro, implica registrar las consecuencias de los actos y poder alejar las situaciones de peligro. Poder anticipar no es una garantía, pero es un primer paso para predecir, preparar y cambiar la ruta de actuación, pues ser expuesto a lo que sigue disminuye claramente la ansiedad con la que vivimos algunos momentos del día a día.

Sin duda, la posibilidad de anticipar requiere un cierto grado de conocimiento de nosotros mismo, y de los demás procesos que el niño va desarrollando y descubriendo poco a poco. Los niños en cada oportunidad de respuesta van conociendo más sus reacciones, hacen lectura de como otros se comportan o enfrentan con ellos diferentes situaciones, es por ello que padres o cuidadores deben mostrarse siempre en control, calma, comprensión, y capacidad de gestión emocional, afecto y cariño.

Predecir para poder prever una situación potencialmente conflictiva es una acción que debe realizar el adulto mientras el cerebro del niño madura y estos aprende a redireccionar su conducta, a postergar su deseo y a ejercer un mayor control inhibitorio.

Esas reacciones desproporcionadas, de llanto intenso, gritos, pataletas son propias de los niños y su desarrollo poco a poco y con el acompañamiento adecuado van transformándose en nuevos comportamientos y maneras de comunicar.

Ahora bien, con lo que acabamos de plantear, Imaginemos esta situación:

Pedro está en el parque con sus amigos, se arrastra en el arenero, se lanza por el lisadero, se reta con su amiga Sofía y su amigo Carlos a ver quién puede volar más alto en el columpio, se ríe a carcajadas y de repente llega su padre, lo agarra por el brazo y le dice que ya se tienen que ir, Pedro entra en llanto, se tira al suelo, hace toda una “pataleta”, el padre al ver esta escena enfurece, levanta a Pedro, grita y lo monta al auto.

En el camino Pedro deja de llorar, pero se le ve triste, no quiere hablar. Por otro lado, su padre se siente culpable de su acto.

Ahora vamos a imaginarnos que esta situación nos ocurre con nuestros hijos:

¿Cómo te sentirías?

¿Cómo crees que tu hijo se sentiría en ese momento?

¿Qué preguntas te harías en el camino de regreso a casa?

¿Qué preguntas crees que él se hace en el regreso a casa?

¿Qué recuerdos de tu infancia llegan a tu mente?

¿Qué recuerdos crees tú que están guardando tus hijos?

Seguramente alguna de esas respuestas te ha hecho sentir triste y cuestionado.

Ahora vamos a imaginar la misma escena, pero ahora de una forma muy distinta.

Pedro está en el parque con sus amigos, se arrastra en el arenero, se lanza por el lisadero, se reta con su amiga Sofía y su amigo Carlos a ver quién puede volar más alto en el columpio, se ríe a carcajadas y de repente su padre se acerca, se inclina a la altura de Pedro y le dice a su hijo que en diez minutos deben volver a casa, luego se retira y ve que él sigue disfrutando el tiempo con sus amigos, cinco minutos después regresa, se inclina nuevamente y le dice que queda poco tiempo al lado de sus amigos, nuevamente se retira. Llegada la hora el padre se acerca y ve que Pedro se está despidiendo de sus amigos, le da la mano a su padre y ambos salen del parque felices. Pedro tiene muchas historias que contarle a su padre en el auto mientras regresan a casa.

¿Cómo te sientes?

¿Cómo crees que se sentiría tu hijo?

¿Qué recuerdos crees que están guardando tus hijos?

¿Cuál es la diferencia de estas dos escenas?

La respuesta es anticipación.

Anticipar sirve para avisar a los niños y a los adultos de aquello que está por suceder de manera clara, contundente y, sobre todo, respetuosa hacia lo que hace en ese momento. De esta manera, al mismo tiempo, estamos definiendo los límites sin ser autoritarios. Anticiparnos, nos hace sentir tranquilos, nos da seguridad, importancia y pertenencia.

Cuando actuamos de esta manera, es más probable que el pequeño vaya entendiendo cuando es hora de dejar de jugar de una forma tranquila, porque es informado al principio de aquello que va a pasar. Además, el niño ha tenido tiempo de aceptar e integrar que en un momento dado interrumpirá su juego.

Cuando a los niños se les anticipa lo que viene, podemos evitar que se sientan mal emocionalmente.

Cuando se enfrentan a situaciones desconocidas o con las que no están muy familiarizados, si no se les explica previamente aquello que sucederá, posiblemente desencadenarán en llantos, rabietas o malestar.

Debemos ser empáticos, entender que para ellos su tiempo es importante, el respeto es fundamental y el amor incondicional…es hora de cambiar el chip.

Te en cuenta usar la anticipación para que el niño se disponga mejor ante: el cambio de una actividad, el ingreso a un lugar desconocido, el contacto con personas extrañas, el inicio de una actividad nueva como la escuela o cursos de habilidades, para situaciones tensionantes como la visita al médico, la peluquería, o espacios que no son de su agrado, una situación familiar importante como una separación de papa y mamá, cambio de domicilio o cambios en las rutinas que tiene diariamente.

Algunas recomendaciones de como anticipar:

·        Crea junto a tus hijos un cuadro de rutinas y horarios.

·        Permítele explorar, jugar, correr…ser él mismo

·        Dale instrucciones inclinándote a su altura

·        Se firme, pero amable siempre

·        Recuerda informar del cambio dos o tres veces, dando tiempo de elaboración de la información.

·        Es necesario informar, que el niño sepa lo que le espera, dar tiempo a la transición y acompañar la respuesta.

·        Retira poco a poco los estímulos para que la actividad vaya terminando.

·        Hazle exigencias según su etapa de desarrollo

·        Inclúyelo en actividades del hogar

·        Sé un ejemplo de calma y seguridad

·        Celebra cada uno de sus pasos

José María (Chema) Vich

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4 años

Muy bueno Eliana! Realmente vuestra labor en El Comité de Rehabilitación de Antioquia es espectacular!

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