La Navidad y la vuelta al trabajo
Como todos los años volvemos al trabajo después de las vacaciones de Navidad y nos ocurre que hemos desconectado tanto, lo hemos pasado tan bien, hemos comido tanto, … que hemos podido desconectar bastante.
Cuando volvemos a nuestra labor, tenemos una sensación relacionada con la tristeza, la añoranza y la pereza. Estas emociones son lógicas y coherentes ya que durante un breve periodo de tiempo estamos sometiendo a nuestro cuerpo a una serie de cambios importantes en donde pasamos del estrés, al placer de las vacaciones, y de nuevo el estrés. Es necesario un breve periodo de adaptación que viene a durar entorno a una semana.
Para facilitar este período de adaptación te traigo una herramienta, que facilitamos los Coach, para que te sea un poco más sencillo retomar los viejos hábitos.
La herramienta se llama La Presencia, y seguro que la has visto en varios sitios como el Mindfulness, la meditación, los comentarios de algún influencer, … y todas estas cosas son ciertas, sin embargo, yo te voy a poner en el camino correcto para que entiendas el porqué de esta técnica, qué relación tiene con la neurociencia, y en que te va a servir tanto en tu vida personal como en la profesional.
¿Qué es La presencia?
La presencia es centrarnos en el aquí y el ahora, centrarnos en lo que estamos haciendo sin darle ninguna relevancia a cualquier otra cosa que esté sucediendo a nuestro alrededor.
Centrarnos al algo concreto como una actividad determinada, nos ayuda a sacar el máximo partido posible de aquello en lo que nos centramos.
Esto tiene mucha relación con la meditación, y por extensión al Mindfulness, ya que en esta nos enseña a que todos los pensamientos que vengan a nuestra mente los dejemos pasar para mantenernos en este estado de concentración.
¿Con mantener la concentración en algo es suficiente?
Digamos que esto es el primer paso. Para poder mantener la concentración correcta en algo, para “estar presente”, debemos también conectar con nuestra emoción correcta.
La Gestión Emocional es fundamental ya que debo de encontrarme en la emoción correcta para poder lograrlo. Si vengo cabreado del trabajo porque me ha pasado algo, me han hecho una “pirula” conduciendo, o he discutido con mi pareja, mi estado emocional es de IRA y, esta no me ayuda a mantener la concentración ya que me va a transportar constantemente al hecho en cuestión haciendo que lo viva una y otra vez sin darme cuenta de lo que tengo delante.
Conecta con la Empatía.
Sentir empatía y sobre todo darnos legitimidad a nosotros mismos (que no es otra cosa que respetarnos y amarnos), nos va a completar el abanico de habilidades que son necesarias para centrarnos en el momento presente, y sacar el máximo partido de aquello en lo que estamos haciendo.
Prueba a desarrollar la presencia en una actividad concreta por un período de tiempo concreto, ponte en la emoción correcta, conecta con tu empatía, y mantén la concentración, verás como la casa cambia y el sitio desde donde miras ahora es diferente y te conecta de una mejor manera con aquello que hacer. La diferencia es grande.
¿Qué relación tiene la presencia con la Neurociencia?
Aquí es donde me gustaría hablarte de los caminos neuronales.
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Cada vez que iniciamos una nueva actividad que no habíamos realizado antes estamos creando una nueva ramificación de una de nuestras neuronas.
Las neuronas crean nuevas ramificaciones, o amplían alguna de sus extremidades, simplificándolo mucho, cada vez que nosotros realizamos un verdadero esfuerzo para adquirir una nueva competencia, costumbre, trabajo, …
Te pongo un ejemplo:
Imagina que todos los días vas a trabajar y tomas el camino de la derecha. Un día decides empezar a ir por el camino de la izquierda.
Los primeros días van muy pendiente, con presencia, y tomas el camino de la izquierda con facilidad. Poco a poco te vas relajando, pensando en tus cosas, en todo lo que tienes que hacer cuando llegas al trabajo, y sin darte cuenta tomas el camino de la derecha, has perdido la presencia.
Esto te va a pasar varios días y es normal, porque cuando iniciamos una nueva costumbre tardamos muchos meses en adquirirla como un hábito.
Neurológicamente, lo que está pasando es que la ramificación de la neurona es al principio pequeña, has adquirido la nueva costumbre. A medida que TODOS los días haces la misma rutina esta ramificación neuronal es va haciendo más grande, gruesa, se va consolidando.
Cuando la nueva ramificación está totalmente consolidada como una más, es cuando podemos decir que hemos adquirido un nuevo hábito, es cuando ya cojo el camino de la izquierda sin tener que pensarlo, se ha metido dentro del cerebro reptiliano.
Espero que disfrutaras de este artículo, y a partir de ahora cultives la presencia y empieces a marcar la diferencia en tu manera de hacer las cosas.
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