La obra abstracta como extensión de tu pensamiento
En cualquier proceso creativo, tan solo estás tú con tu obra, todo lo demás no cuenta. En el momento íntimo de decidir qué color aplicar, qué volumen construir o qué tono fundir en la pantalla, la idea de qué es lo que quieres representar debe centrar tus pasos.
Cuando una obra nace del deseo de expresar un proceso intelectual o emocional interior, el resultado puede ser sorprendente, absurdo e incluso ser un «mal resultado» pero nunca será una «mala obra». Si el principio creativo que te ha llevado a iniciarla es honesto y el camino de su realización es el correcto, el resultado... puede ser tan abstracto que se aleje de la realidad, ¡pero es perfecto si tú te lo planteas así!
Sintetizar un pensamiento, extraer lo esencial de tu idea y plasmarlo mediante herramientas plásticas no es sencillo. Podemos pasarnos la vida entera repitiendo o trabajando algunas obras, buscando un resultado ideal y no conseguirlo, lo cual no quiere decir que hayamos fracasado. Cuando la meta que nos imponemos es muy alta, es posible que no lleguemos, pero el recorrer ese camino nos va a aportar un enorme conocimiento sobre ese tema, así como muchas obras que van a nacer de esa búsqueda sincera y a la vez lo suficientemente compleja como para que nunca nos abandone.
Las obras que nacen de las ideas más abstractas son aquellas que te van a generar las mayores dudas, pero también los mayores beneficios estéticos, y conceptuales. Modelos expresivos que antes no existían y que ahora sustentan tu idea. Pues la desconexión de la realidad, de la figuración y sus elementos reconocibles –anatomía, figura concreta, entorno identificable–, es el paso imprescindible para acceder a los valores intangibles que queremos evocar en la mente del observador. Es posible que genere discrepancia y rechazo, e incluso que denigren tu manera de expresarte; pero sobrepasar la incomprensión de los demás es fundamental, aunque requiere un esfuerzo que no todos están dispuestos a realizar, sobre todo si no saben ver lo mucho que les va a aportar ese nuevo camino.
La abstracción es una capacidad exclusivamente humana, que te va a permitir disponer de un marco mental único para percibir y modificar, de manera simultánea, diferentes puntos de vista de la realidad que tienes frente a ti.
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Crear algo que surge de la necesidad de expresar tu pensamiento es tan importante como atípico y, por lo general, sólo las obras abstractas consiguen acercarse a lo que tenemos en mente. Si deseas dar el paso y expresar cada idea de tu pensamiento, no lo dudes, lánzate, pues te puede aportar una infinidad de valores y capacidades estéticas y discursivas que antes no tenías, ni te habías planteado. Además, todo ello alimentará multitud de otras obras y te va a ayudar a ver el mundo con otros ojos..., a representarlo de manera diferente.
Todo es un proceso de reflexión y elección.
Cuando las obras surgen de tu propio pensamiento, debes saber a qué realidad las quieres confrontar. ¿Cuál eliges?, ¿una que se entienda con facilidad, una que genera emociones y sorpresa, una que se aleja de la realidad o una que ofrece un elemento básico y muy distante de esa misma realidad? Tu elección va a ser el fruto del filtro creativo de tu pensamiento, esa manera única que tenemos los artistas de percibir el mundo para transformarlo a nuestra merced. ¡Cuidado!, no lo confundas con un «don» místico o espiritual, te hablo de un estado mental ejercitado, en el que tras muchos años representando ideas, sentimientos o realidades, acabamos por desarrollar «otra manera» de ver lo que nos rodea. Todas esas transformaciones pueden ser correctas o incorrectas, necesarias o fútiles, pensadas para que sean comprendidas o para todo lo contrario; pero, si te fijas, todas ellas tienen algo en común: La sinceridad del acto de la creatividad y la necesidad de transmitir algo a los demás.
Con el tiempo y la experiencia, cada artista se encuentra más a gusto con una manera de comunicar que con otra, con un sistema de transmisión y conexión con los demás. Ese método es lo que llamamos el Estilo Personal, de él te hablaré en mi próximo artículo.
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