- 10/04/2015 - El Cronista - Pág. 14 - Tiempo de Lectura: 3' 01'' |
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Diego Dillenberger, Editor de la revista Imagen |
El debate sobre si el cepo cambiario se puede levantar a las 24 horas o después de varios meses de asumido el próximo gobierno es interesante. Pero la mala noticia es que el presidente que asuma el 10 de diciembre tendrá un desafío mucho más complejo que las restricciones cambiarias: deberá levantar el cepo de la opinión pública argentina sobre la idea de libre mercado. Sin un cambio en la opinión pública será difícil imponer las reformas estructurales que hagan viable eliminar el cepo cambiario y acabar con la inflación de manera sustentable para que vengan inversiones genuinas. Un poco de historia: cuando Carlos Menem encaró las privatizaciones y la importante desregulación de los mercados a principios de los 90, la Argentina venía del colapso económico del período de Raúl Alfonsín: hiperinflación, hiperrecesión, apagones. Ningún servicio público funcionaba. Paralelamente, el mundo presenciaba la caída del Muro de Berlín (noviembre de 1989) y hasta había un historiador que sostenía que el fin de la Guerra Fría sería algo así como ?El fin de la historia?, el triunfo definitivo del capitalismo sobre el comunismo. Ese estado de opinión local y global permitió las privatizaciones, desregulaciones y, un par de años más tarde, la convertibilidad total del peso con el dólar. La opinión pública estaba preparada. Hoy la opinión pública en Argentina, aunque todas las encuestas serias muestran que el cansancio con el kirchnerismo es irreversible, no está en el mismo nivel de apertura hacia la economía de mercado que hace 25 años. La economía kirchnerista se apaga, pero no colapsa. El capitalismo triunfó en el mundo, pero con matices: la ya superada crisis de Lehman Brothers, en 2008, les sirvió a algunos ideólogos para afirmar que ?el capitalismo ha muerto?. De hecho, entre Syriza, que ganó las elecciones en Grecia, y Podemos, que amenaza ganar en España, el chavismo, aun fracasando en Venezuela, es un foco de contagio para algunos lugares. Y la Argentina tiene la opinión pública más anticapitalista del mundo: una nueva encuesta en 36 países del prestigioso Pew Research Center, de Estados Unidos, muestra que el 48% de los argentinos rechazan la economía de mercado, contra el 33% que la aprueba. En Grecia, la proporción es 47 a favor y 51 en contra del capitalismo. En España está 45 a favor y 51 en contra del capitalismo. El promedio mundial es abrumadoramente capitalista, de 30 en contra y 70 a favor. En la Venezuela de Chávez y Maduro ya aprendieron la lección: dos tercios de los venezolanos están hoy por la economía de mercado. Los más procapitalistas del mundo son los vietnamitas, esos que le ganaron una guerra a Estados Unidos para imponer el comunismo en su país: 95% está hoy a favor de la economía de merado. Sigue China comunista con 76% promercado. En comparación, en Estados Unidos solo el 70% prefiere la economía de mercado. No se conoce que los potenciales ganadores de las presidenciales, Mauricio Macri y Sergio Massa, estén preparando una estrategia de comunicación para convertir a la opinión pública. Por más agotado que esté el kirchnerismo, una década y media de bombardeo sobre las mentes de los argentinos para endiosar al Estado y denostar al mercado y las empresas han tenido un efecto devastador. Pero hay esperanza. Cuando el nazismo fue derrotado en los 40, a ambos lados de Alemania la opinión pública estaba por democracia, pero en contra de la economía de mercado. En Alemania occidental, Ludwig Erhard, el legedario ministro de Economía del primer ministro Konrad Adenauer, impuso la idea de una Economía Social de Mercado en las elecciones de 1949. Fue su manera de romper el cepo. Ese eslogan era un ?relato? que contenía un conjunto de políticas económicas liberales que no hizo otra cosa que darle un cariz social a una idea que no gozaba de aceptación en la opinión pública. Adenauer y Erhard trabajaron antes que nada sobre la percepción de los alemanes. No hace falta describir el éxito económico de Alemania, cuya población hoy está 73% a favor de la economía de mercado. ( Información General ) |
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