La oportunidad, es ahora.

La oportunidad, es ahora.

Pasan los días, las estadísticas, los capítulos de Netflix. 

Pasan los memes, las aplaudidas a las 8 y los virales de oración. 

Pasan las llamadas, muchas en video, pasan las excusas inventadas para salir por salir y las horas de confinamiento. Y con todo ello, seguramente sin darnos cuenta, pasan también las oportunidades, los nuevos enfoques, el tiempo de reflexión, los momentos de pensar en mañana. Pero no en el mañana que se sustenta en el ayer, porque ese, ya no volverá. El mañana de mañana. El nuevo mañana con un sistema que todavía se está gestando. Sí un mañana embrionario aún, pero que ya comienza a mostrar sus formas... Nuevas leyes, nuevas restricciones, nuevos comportamientos. Nuevas formas de negociar, de compartir, de estar, de vivir, de sentir...

No nos estamos dando casi cuenta pero, a nuestro alrededor, de forma casi inocente, como una brisa ligera, se acerca el huracán que cambiará las cosas. No, no es un apocalipsis, aunque para muchos lo supondrá. No es una extinción, aunque viviremos microextinciones. No es el fin del mundo pero, puede que sí sea, el final de una forma de ver, concebir y vivir en el mundo. 

Podemos dejar pasar los días, uno tras otro, con la mirada en la meta -incierta, supuesta, lejana y fabricada por nuestras ideas y conceptos de ayer- o podemos decidir cómo nos gustaría que fuera esa meta. 

Podemos vivir aguardando a que las subvenciones, los gobiernos, los aplazamientos y las viejas metodologías de siempre -convertidas en ayudas o parches-, lleguen y nos salven, o podemos comenzar a fabricar nuestros remos, salvavidas y planes de acción de futuro.

Sí pasan los días, como en un perpetuo movile, pero... ¿qué nos está pasando en esos días? Lo que le pasa al mundo, a nuestro país o ciudad, en teoría -más allá de las fake news y de las informaciones controladas- creemos saberlo, pero ¿qué le está pasando a nuestro cerebro? ¿Cómo y con qué lo estamos alimentando? ¿En qué dirección tejemos las redes de nuestras neuronas? ¿Hacia mañana será como ayer o hacia me preparo para un mañana distinto al de ayer?

La oportunidad es ahora. Ahora, en este momento, es tiempo de pensar, de programar, de diseñar -siempre desde nuestra zona de control- qué vida, no qué mundo- quiero mañana. Es cierto que en muchos aspectos será incontrolable, acotado, dirigido, legislado. Eso es inevitable pero, ¿Qué puedo y qué quiero hacer mañana? Esa es la pregunta.

Puedo dejar pasar los días y después de todo esto ver cómo “arranco motores” de nuevo o pensar y trabajar en qué “nuevos motores” voy a necesitar en mi vida para el viaje que se avecina. 

La oportunidad, el tiempo, el momento, es ahora. Podemos no hacer nada y luego quejarnos o quejarnos luego de no haber hecho nada. Pero también podemos empezar a pensar que la oportunidad es ahora. 

Feliz día, salvo que tengas otros planes.

Pedro Palao Pons · Master Coach · Presidente de The International School Of Coaching.


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