La optimización del costo laboral implica ir más allá de los números

La optimización del costo laboral implica ir más allá de los números

En el contexto empresarial actual, la optimización del costo laboral ha dejado de ser solo un tema de reducción de gastos. El modelo GIFT (Gestión Integral Financiera del Talento) propone una visión transformadora: no se trata de gastar menos, sino de gastar mejor, alineando los recursos humanos con los objetivos estratégicos y maximizando el valor generado por cada colaborador. En este enfoque, el EVP (Employee Value Proposition) juega un papel fundamental.

La optimización del costo laboral implica ir más allá de los números y enfocarse en lo que realmente motiva y compromete a los empleados. Este artículo explorará cómo integrar el EVP en la estrategia financiera de talento para lograr resultados sostenibles y significativos.

 

¿Qué es el EVP y por qué es crucial?

El EVP (Employee Value Proposition) es el conjunto de beneficios, experiencias y valores que una organización ofrece a sus empleados a cambio de sus habilidades, tiempo y compromiso.

En palabras simples, es la respuesta a:

“¿Por qué alguien desearía trabajar aquí?”

Un EVP bien diseñado atrae talento de calidad, promueve el compromiso y fomenta la retención. Pero también tiene implicaciones financieras directas:

1.      Reducción de la rotación: Menos costos asociados con la contratación y capacitación de nuevos empleados.

2.      Incremento en la productividad: Empleados comprometidos y satisfechos rinden más y mejor.

3.      Reputación corporativa: Un EVP fuerte mejora la percepción de la empresa en el mercado laboral, atrayendo candidatos altamente calificados.

 

La Pirámide del EVP: Construcción por Niveles

La pirámide del EVP puede dividirse en tres niveles que integran aspectos contractuales, experienciales, emocionales y únicos, ofreciendo un enfoque holístico hacia la gestión del talento. A continuación, desglosamos cada nivel:

1. Nivel Base: Compensación y Beneficios (Competitivo y Contractual)

Definición: Este nivel incluye los aspectos tangibles y contractuales de la propuesta de valor para el empleado: salarios, bonos, prestaciones sociales y otros beneficios económicos. Aquí es donde muchas empresas concentran la mayoría de sus esfuerzos, aunque este enfoque, por sí solo, resulta insuficiente en el panorama actual.


Estrategias para optimizar este nivel:

  • Equidad salarial: Diseñar políticas salariales basadas en benchmarks para garantizar competitividad.
  • Flexibilidad de beneficios: Ofrecer beneficios personalizables, como paquetes que combinen seguros médicos, días libres adicionales o apoyo educativo.
  • Transparencia: Comunicar de manera clara y periódica el valor de los beneficios ofrecidos.


Indicadores clave:

  • Costo laboral por unidad producida.
  • Comparativa de compensaciones con el mercado
  • Tasa de aceptación de ofertas laborales.

 

2. Nivel Medio: Carrera y Bienestar (Diferenciado y Experiencial)

Carrera: El segundo nivel se centra en el desarrollo profesional, incluyendo oportunidades de crecimiento, programas de mentoría y acceso a proyectos desafiantes. Este nivel responde a una de las principales motivaciones del talento actual: el deseo de evolucionar constantemente.

  • Estrategias clave: Diseñar planes de carrera personalizados, con metas claras y periodos de revisión. Implementar programas de upskilling y reskilling para preparar a los empleados ante las demandas del futuro. Crear una cultura de aprendizaje continuo, integrando herramientas como plataformas de e-learning o programas más sofisticados como Universidades corporativas.

Indicadores clave:

  • Índice de promociones internas.
  • Nivel de satisfacción con oportunidades de desarrollo (encuestas).
  • Tasa de participación en programas de capacitación.


Bienestar: Este componente aborda tanto el bienestar físico como el emocional de los empleados, que son esenciales para un rendimiento sostenible.

  • Estrategias clave: Ofrecer recursos de apoyo, como programas de salud mental o espacios para el autocuidado. Fomentar la flexibilidad laboral, incluyendo opciones de trabajo híbrido. Promover actividades que fortalezcan el equilibrio entre vida personal y profesional.

Indicadores clave:

  • Índice de clima organizacional.
  • Tasa de ausentismo por estrés laboral.
  • Niveles de satisfacción con iniciativas de bienestar.

 

3. Nivel Superior: Propósito (Único y Emocional)

El propósito es el nivel más alto y emocional de la pirámide, y también el más difícil de articular. Se trata de crear una conexión profunda entre el empleado y los valores, misión y visión de la organización.

Definición: Este nivel responde a preguntas esenciales: ¿Qué sentido tiene mi trabajo? ¿Cómo contribuyo al mundo desde esta organización? Las empresas que logran comunicar un propósito inspirador tienen una ventaja significativa en términos de compromiso y retención.

Estrategias para construir un propósito sólido:

  • Definir y comunicar la misión de manera auténtica, asegurándose de que resuene con los valores del equipo.
  • Involucrar a los empleados en iniciativas sociales o ambientales que refuercen su sentido de contribución.
  • Facilitar espacios donde los líderes puedan conectar a los colaboradores con el impacto de su trabajo en los objetivos globales.

Indicadores clave:

  • Niveles de compromiso organizacional.
  • Rotación voluntaria de talento clave.
  • Net Promoter Score (NPS) de empleados.

 

Optimización del costo laboral con enfoque en el EVP

El modelo GIFT propone que la optimización del costo laboral no debe comprometer la experiencia del empleado. En su lugar, plantea estrategias que conecten el EVP con la gestión financiera. Algunas de estas estrategias incluyen:


1. Segmentación del Talento

No todos los empleados tienen las mismas necesidades ni aportan el mismo valor en todos los contextos. La segmentación permite identificar:

·         Roles clave que generan mayor impacto en los resultados organizacionales.

·         Grupos que requieren beneficios específicos para maximizar su compromiso.


2. Inversión estratégica en beneficios

El EVP debe priorizar beneficios que realmente agreguen valor tanto al empleado como a la organización. Algunos ejemplos:

·         Desarrollo profesional: Programas de capacitación y aprendizaje continuo.

·         Bienestar integral: Iniciativas de salud mental, física y financiera.

·         Flexibilidad laboral: Opciones de teletrabajo o jornadas flexibles.


3. Diseño de presupuestos basados en Valor

En lugar de reducir costos de manera indiscriminada, identifica oportunidades para redistribuir recursos hacia áreas que generen mayor retorno. Esto puede incluir:

·         Incrementar salarios en roles críticos.

·         Reestructurar planes de incentivos para alinear objetivos individuales con los de la empresa.

 

💡Reflexión final

La optimización del costo laboral no es un objetivo aislado, sino una oportunidad para construir una propuesta de valor integral para los empleados. Con el modelo GIFT y un EVP estratégico, las organizaciones pueden transformar su enfoque hacia una gestión que priorice tanto el bienestar de las personas como el rendimiento financiero.

El reto no es solo reducir costos, sino crear un entorno donde los empleados quieran dar lo mejor de sí mismos. Porque al final, una empresa es tan fuerte como su talento.

¿Tu organización está construyendo una propuesta de valor que trascienda lo básico?

Es momento de alinear el propósito, la carrera, el bienestar, la compensación y los beneficios en un modelo integral que inspire y retenga al mejor talento: el modelo GIFT

¡Te leo en comentarios!

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