La otra Cultura del Agua.
Algunas reflexiones sobre la otra sangre que corre por nuestras venas.
Es inseparable de la misma definición de la vida, dicen algunos; es medio indispensable para el nacimiento y crecimiento de una comunidad de seres vivos, por ahí se ha escrito; es motor del desarrollo socio económico de una nación, es una definición más parecida a la visión global que nos gobierna...
Lo cierto es que el agua es eso, pero es más; hablar de ella es hablar del mismo pulso que sostiene la vida, algo así como la sangre que circula en las venas de este mundo; no es casualidad que el ser humano se componga en un 70% de ella, ni tampoco lo es que habite la Tierra en la misma proporción, aunque es curiosísimo que sólo una tremendamente pequeña parte de ella sea útil para hidratar en este momento a los más de 7 mil millones de seres humanos que se presume que hay, y lo es todavía más cuando no parecemos estar conscientes de que con todo y ciclo; es más, porque es cíclica, el agua dista mucho de ser un "recurso" renovable, que se pueda extraer y desechar, así, sin más...
Hemos pasado de ver en el agua la tangibilidad de lo divino o la materialización de una tierra prometida, a hacer de ella un medio de producción más que condiciona el nivel económico de una familia, una sociedad, o un país; “el oro azul” le llamamos ahora, sobrenombre que viene del desmedido grado de explotación que empieza a mermar en las reservas; o del cambio climático que ha alterado los patrones de precipitación de los que dependían el nivel freático del subsuelo, o el de aguas superficiales para todos los usos básicos y los que nos hemos inventado; o del aumento de la mancha urbana global que como costra en la Tierra la priva de saciarse por la infiltración.
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No faltará en ninguna historia de alguna civilización ancestral, o de una sociedad integrada en la modernidad; la misma cultura se tiñe de lluvia, lagos, mares, ríos y manantiales; y son miles los seres que mitológica o científicamente la pueblan.
El tema que nos ocupa trasciende la visión tecnocrática que habla de gobernanza, gestión, control, operación, política… El agua es todo y está en todo, y coartarla así es muy posiblemente la primera de las causas que nos ha llevado a experimentar su ausencia cada vez más seguido y cada vez en más lugares, coartarla así nos ha llevado a pensar que hablar de cultura del agua es hablar de limitar al máximo su uso, es hablar de cobros de tarifas, es hablar sólo de infraestructura...
Del agua no puede terminarse de hablar nunca en ninguna de las miles de aristas que nos hemos inventado para explicar cuanto nos rodea, y sea en forma de cuento, de danza o de fórmula, siempre lleva un paso adelante de cualquier palabra o símbolo que hallemos a la mano para definirla.