“La participación ciudadana es clave para tener ciudades verdes, sustentables, limpias y dignas”

Si nos preguntaran ¿si nos gustaría vivir en una ciudad “limpia, verde y sustentable”?, aún sin saber lo que significan e implican, todos diríamos que sí, y deberíamos hacer todo para que así fueran pues las ciudades consumen más de dos tercios (75%) de la energía y de los recursos naturales, y generan el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, a pesar de que sólo ocupan el 2% de la superficie de la Tierra. En ellas vivirá el 70% de la población al 2050. Luego entonces, la huella ecológica que dejamos en las urbes es voraz, y hoy de por sí tenemos un déficit de 1,6 planetas para satisfacer la demanda de bienes y servicios ambientales. A este ritmo, para el 2050 necesitaremos al menos 3 planetas, pero solo hay uno. ¡O cambiamos de hábitos para que nuestras ciudades sean verdes, limpias y sustentables, o continuaremos en declive económico, social y ambiental! No hay duda: crecer en ciudades verdes tiene efectos positivos en el desarrollo cognitivo de los niños, y el contacto de sus habitantes con pulmones verdes (parques, jardines, camellones arbolados, azoteas verdes, huertos urbanos), es un elemento clave para las personas pues proporciona mejor calidad de vida, oportunidades de restauración psicológica, nos relajan, nos permiten ejercitarnos, contribuyen a reducir el estrés, y estimulan actividades como la creatividad. El reto mundial tiene que ver con desviar la urbanización de su rumbo actual insostenible, hacia ciudades más verdes que ofrezcan opciones, oportunidades y esperanza, con capacidad de recuperación, autosuficiencia y sostenibilidad social, económica y ambiental. Salgamos a pasear, a andar en bicicleta, usemos el transporte público; separemos los residuos, no contaminemos ni ensuciemos la ciudad donde vivimos; limpiemos, defendamos, recuperemos y protejamos las áreas verdes. Las ciudades son el “pequeño hogar común” que compartimos con otros seres; trabajemos por y contribuyamos a que sean dignamente habitables, atractivas, limpias, ordenadas, sustentables, saludables y seguras, ¡qué estamos esperando!