La pasividad, la envidia y la mentira no caben en el mundo 3.0
Gran número de empresas no han logrado reaccionar ante la evolución que demanda un entorno competitivo como el actual mientras que otras han sido agentes del cambio. Incluso sectores industriales completos han tenido que transformarse.
Desde el siglo XVlll, con las diversas transformaciones industriales, hemos ido renovando constantemente nuestro tipo de productividad hacia un enfoque de masificación en los productos y mercados que nos permitía internacionalizar la economía.
Muchas de las características que se han necesitado en cada fase industrial que hemos vivido, como la fuerza, constancia y sacrificio en los trabajos (cuando se carecía de tecnología) hasta necesitar los conocimientos, experiencia y habilidades técnicas para el desarrollo de las tareas en las ultimas épocas.
Pero eso no ha evitado que en busca del progreso personal del individuo, se hayan tenido y tengamos conductas en el trabajo relacionadas con nuestras necesidades, experiencias y valores y que en alguna ocasión nos hayan hecho sentir frustración y llegar a pensar en renunciar a nuestros objetivos.
Después de leer un artículo en la red done trataba sobre el sufrimiento mental que tenemos en el trabajo, me ha hecho hacer un repaso en mi carrera profesional y detectar que características personales pueden llegar a afectar a nuestro progreso y entorpecer los objetivos de la organización.
LA PASIVIDAD
Los empleado pasivos son en esencia personas desmotivadas o profesionales que carece de la autonomía suficiente como para sentirse responsable de los frutos de su trabajo. Dicha pasividad puede desembocar en bajo rendimiento, pero no siempre tiene esos efectos, ya que pueden ser personas diligentes.
Las consecuencias para la organización es que cuenta con un colaborador que no asume responsabilidades, puede llegar a incumplir los compromisos y los tiempos, le dan igual los objetivos, no es pro activo ya que siempre queda a la espera de que le transmitan ordenes por lo que carece de hambre profesional llegando a ser individualista.
LA ENVIDIA
La envidia es una fuente de estrés en el trabajo. La inestabilidad y constante competición a la que estamos sometidos nos envuelven en chismes y rumores que no contribuyen a la productividad y fomentan un ambiente de desorden llegando a la destrucción por culpa de los celos.
Las consecuencias es la de provocación de conflictos entre compañeros, llegando a declararse una guerra silenciosa dentro del departamento donde pueden aparecer sentimientos de humillación, rabia y resentimiento, imponiéndose posturas intransigentes.
LA MENTIRA
Un mentiroso en el trabajo puede provocar un mal ambiente laboral. Puede llegar a hacer tales enredos que predispone a unos compañeros con otros. Al mentiroso no le importa involucrar a otros en sus enredos. Hay empleados que se dan fama de que todo lo mantienen en orden y son trabajadores dedicados, cuando en realidad lo que tienen es mucho trabajo, pero atrasado y enredado.
El problema es que no suelen estar al día con su trabajo y pueden llegar a falsificar datos. Sus acciones pueden llegar afectar a la producción y el rendimiento de la empresa así como no poder cumplir con el cliente por prometer cosas falsas llegando a causar problemas personales, legales y financieros.
Por eso es importante que el líder y el resto de los miembros del equipo, estén atentos a este tipo de personas que para mí son “ladrones de energía” e identificarlos lo antes posible con la intención de minimizar su impacto negativo.
Pero… ¿Cómo intentamos evitarlo?
Si la empresa fuera consciente de desarrollar en la organización estrategias abiertas, colaborativas y sociales potenciaríamos a todas las personas, haciendo que cada miembro satisficiera sus necesidades dentro de ella. Con eso conseguirá que las necesidades individuales pasen a ser colectivas.
Para ello se tiene que dar un cara a cara, donde se compartan problemas y experiencias, se tenga una comunicación frecuente y fluida, con un intercambio sincero de opiniones, pensamientos y sentimientos con los que puedan llevar a crear una identidad propia en la empresa. Sumando esfuerzos al cumplimiento de objetivos se consigue que las metas individuales se conviertan en colectivas.
La empresa tiene que conseguir que cada integrante asuma su rol. Creando una base donde se pueda garantizar que cada uno de ellos aporte lo mejor de sí mismo y dejarles espacio para que descubran lo que se puede conseguir si nadie se lleva el mérito.
Se trata de participar, compartir el trabajo dentro de la empresa. Donde los componentes aporten y colaboren con una nueva motivación y potenciar más su nivel personal y profesional, con el fin de crear un clima abierto, flexible y cálido que favorezca la comunicación afectiva y personal de todos sus miembros. Donde lo importante sea establecer objetivos comunes en beneficio de todos.
Todo esto se consigue a largo plazo. Proyectándolo con miras a dar estabilidad y riqueza a la empresa, creando a su vez liderazgo e innovación.
Una buena imagen corporativa siempre tiene que ir acompañada de un sentimiento de pertinencia de grupo es decir: luchar por los propios intereses y crear unas expectativas creíbles de conseguir. De esta forma tanto empleados, clientes, responsables como propietarios estarán motivados.
Antonio Ruiz Rus CEO y Fundador Barcelona Leadership
Barcelona Leadership aportara a su organización sus seis conceptos claves con el de fin de sensibilizar las necesidades de un cambio de cultura, desarrollando una nueva forma de trabajo donde se pueda crear un bienestar colectivo dentro de la empresa donde empleador y empleado consigan entenderse por el bien común.
Coordinador de Seguridad y Salud (CSS) | Máster Oficial en Prevención de Riesgos Laborales (3 esp.) Energía solar | Ingeniero Técnico Industrial | Formador docente | Piloto de Drones
9 añosPor desgracia, existen más 'ladrones de energía' de los que debería haber. Supone un lastre. Por otro lado, el individualismo tiene los días contados. La era digital impone como base el 'espíritu de equipo', un valor que, si bien se ha tenido siempre presente, hoy día, es lo que prevalece en el mundo 3.0.