La Pedrera
La monumentalidad del edificio de Antoni Gaudí salvó del derribo la azotea, que superaba en altura y volumen la construcción permitida en Barcelona
La Pedrera ilegal. La Casa Milà se encuentra en el solar en que ocupó el chalet con jardín de Josep Antoni Ferrer-Vidal que compraron los Milà en 1905. Tras construir la Casa Batlló y la farmacia Gibert y decorar el bar Torino (los dos últimos, desaparecidos), en 1906 se solicita permiso para comenzar a construir. Al año, el Ayuntamiento detuvo las obras porque un pilar ocupaba la acera sin respetar el alineamiento de las fachadas, pero Gaudí no hizo caso. En 1909, el Consistorio reclamó 100.000 pesetas de multa a cambio de no derribar los 4.000 metros cúbicos que, según las ordenanzas, se habían superado. El derribo hubiera supuesto acabar con el desván y la terraza. Al final, las autoridades no cumplieron la sanción teniendo en cuenta el carácter monumental del edificio.