La persona al centro

La transformación de las organizaciones generalmente responde a la necesidad de adaptarse a las nuevas demandas del mercado, a las de nuestros clientes, entre otros motivos, y esto debería estar alineado a un propósito que sería el punto de partida. La transformación siempre debe estar acompañada de una estrategia que debe poner al cliente al centro. Esto les parecerá obvio, y ciertamente lo es.

Dicho esto, lo que quiero destacar ahora es la importancia de poner también a nuestra gente al centro de la estrategia. Hablo de nuestra organización, nuestros colaboradores. Las transformaciones en las organizaciones más allá de una buena estrategia de negocio dependen de la transformación de las personas: asegurar de que estas comprendan la estrategia, el propósito, y que hagan estos suyos, que sean parte de la construcción del cambio, acompañarlos a crecer, a abrazar el cambio, a enterrar lo viejo y cultivar lo nuevo. Créanme que el éxito de la mayoría de los casos depende de esto, como parte de una buena y completa gestión del cambio. 

De acuerdo con un estudio de Gartner, la mitad de las iniciativas de cambio fallan. Por otra parte, ya en la edición 2020 de la investigación de ”Mejores prácticas en gestión del cambio” de la consultora Prosci, destaca que los proyectos con un adecuado proceso de gestión del cambio tienen seis veces más probabilidades de lograr sus objetivos que aquellos que no la tienen.

Recomiendo tomar muy en serio este punto, el no hacerlo ha sido uno de los motivos principales de fracaso para la mayoría de las empresas que no tuvieron éxito en sus procesos de transformación.