La positividad te va a matar (La sociedad del rendimeinto)

La positividad te va a matar (La sociedad del rendimeinto)

La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria, sino una sociedad de rendimiento. Tampoco sus habitantes se llaman “sujetos de obediencia”, sino “sujetos de rendimiento”. Estos sujetos son emprendedores de sí mismos. A cambiado de ser una sociedad disciplinaria a una sociedad de rendimiento.

La sociedad disciplinaria que consta de Hospitales, psiquiátricos, cárceles, cuarteles y fábricas, ya no corresponde con la sociedad de hoy en día. En su lugar se ha establecido otra completamente diferente: una sociedad de gimnasios, torres de oficinas, bancos, aviones, grandes centros comerciales, etc.

La sociedad disciplinaria, es una sociedad de la negatividad, de la prohibición. La sociedad de rendimiento se caracteriza por el verbo modal positivo del poder, sin límites. Su plural afirmativo Yes we can, expresa precisamente su carácter de positividad. Los proyectos, las iniciativas y la motivación reemplazan a la prohibición, el mandato y la ley.

A la sociedad disciplinaria todavía la rige el no. Su negatividad genera locos y criminales. La sociedad de rendimiento, por el contrario, produce depresivos y fracasados.

Las enfermedades neuronales como la depresión, el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, el trastorno límite de personalidad o el síndrome de desgaste ocupacional. Estás enfermedades no son infecciones, no son infartos ocasionados por la negatividad, sino por un exceso de positividad.

Al nuevo tipo de hombre, indefenso y desprotegido frente al exceso de positividad, le falta toda soberanía. El hombre depresivo es aquel animal laborans que se explota a sí mismo, a saber: voluntariamente, sin coacción externa. Él es al mismo tiempo, verdugo y víctima.

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El Sujeto de rendimiento está libre de un dominio externo que lo obligue a trabajar o incluso lo explote. Es dueño y soberano de sí mismo. De esta manera, no está sometido a nadie, mejor dicho, solo a sí mismo.

El exceso de trabajo y rendimiento se agudiza y se convierte en autoexplotación.

Las enfermedades psíquicas de la sociedad de rendimiento constituyen precisamente las manifestaciones patológicas de esta libertad paradójica.

Ahora uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose


Gerardo Bravo

Asesor Financiero Digital

4 años

Es que aún no podemos librarnos de la idea de que entre más trabajes mejor eres aceptado por la sociedad, alguien que trabaje menos y gane más es envidiado pero mal visto.

Fernando Viramontes

Manager Comercial BTL en Diafi

4 años

Vivimos en la cultura del “tu debes” “nada te detiene” “nunca decaigas” y el exceso de positividad es igual o más tóxico que la negatividad. Reprime tus emociones , el asumir un fracaso. El levantarte aprendiendo, porque debes estar bien siempre. Muy buen tema , felicidades !

Ana Claudia Roccatti

Liderazgo en estrategias de Marketing B2B y negociación con proveedores en Electrónica y Medicina, SA

4 años

En el primer párrafo de tu escrito tienes una súper falta de ortografía

Ramses Augusto Martínez Hernández

Consultor en competitividad organizacional | Experto en procesos y mejora continua | Especialista en excelencia operacional | Gestión del cambio | Desarrollo Organizacional | #opentowork #ONO

4 años

Interesante, sería conveniente citar al filósofo Byung-Chul Han como fuente de muchas de estas definiciones y conceptos. Saludos 👍

Irma Palomares

Ministerio de Relaciones Exteriores

4 años

Desde otra arista se puede considerar esta auto explotación como una forma de manipulación psicológica del entorno social hacia el sujeto. La sociedad ha comprendido que la prohibición solo lleva a rebeldía y que mejor forma que obligarlo a "creer" en sus capacidades ilimitadas.

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