LA PRIORIDAD DEL PAÍS FRENTE A UN MUNDO COMPLEJO Y GLOBAL
A. EL NUEVO FOCO DEL DESARROLLO
Tradicionalmente se ha evaluado la efectividad de la gestión pública o privada, haciendo énfasis en los logros materiales de la administración.
Se hacen inventarios, por ejemplo, de la construcción o mejoramiento de la red vial, de estadios, polideportivos, piscinas, edificios públicos o privados.
Todo eso es importante y contribuye a mejorar, en alguna medida, la vida de una comunidad.
Sin embargo, esas no deben ser las metas esenciales a las que debe apuntar un líder social responsable y comprometido, de verdad, en guiar un conglomerado humano para que acceda a su bienestar y desarrollo integral.
Los estados modernos, al determinar el éxito de su gestión, centran su análisis en la identificación de resultados que propendan por la dignificación del ser humano; resultados que generen valor agregado en las personas con miras a lograr cambios más intrínsecos y duraderos y así catapultar un verdadero desarrollo comunitario.
Por eso la inversión en educación, salud, recreación, deporte, acueductos y alcantarillados, vivienda y empleo bien remunerado, se ha convertido en un indicador clave para medir los logros y tendencias de una política social cuyo fin supremo sea beneficiar a las personas como principio y fin de todo desarrollo.
Los analistas internacionales, desde hace muchas décadas, y los nacionales apenas desde hace unos años, resaltan la inversión en educación como la variable que dispara el desarrollo social y económico, al constituirse en la base para todo cometido nacional.
¿De qué sirven las inversiones materiales si los usuarios no saben aprovecharlas debidamente por carencias de formación y oportunidades de disfrute de esos bienes? Lo verdaderamente transformador al mediano y largo plazo, es tener un cuerpo de ciudadanos debidamente educados y que su educación lo haya dotado con las competencias necesarias para poder desempeñarse en el mundo globalizado del presente y del futuro.
El desempeño nacional e internacional de los colombianos depende de hasta qué grado y con qué calidad se hayan generado competencias comunicativas, matemáticas, científicas, ecológicas y de convivencia ciudadana, que preparen nuestras generaciones presentes y futuras para vivir, cocrear y colaborar en la era de la globalización.
Esa es la verdadera tarea de quienes tienen el liderazgo de la educación a nivel nacional, departamental y municipal. Esa es su verdadera obligación y es en este ámbito, el ámbito de la educación, en donde un mandatario de cualquier nivel puede marcar diferencias y lograr el verdadero respeto, aceptación y admiración de sus ciudadanos.
Para ello, el presidente, los ministros, el gobernador, el alcalde y el rector etc en su estadio de responsabilidades, deben tener la valentía para despojarse del cortoplacismo que prioriza la gestión meramente material y adoptar el desarrollo humano como la meta esencial, así sus frutos solo se vean en el mediano y largo plazo.
Por décadas, los gobernantes colombianos se han dedicado al desarrollo de la infraestructura sin haber logrado un progreso concreto y real en este campo. Trabajos múltiples de estudiosos del tema indican algunos progresos en este campo; pero sus verdaderas conclusiones apuntan a que aún falta mucho por hacer para llegar a afirmar que Colombia está bien dotada de una infraestructura que le permita competir internacionalmente y que le ayude a atender adecuadamente las necesidades de su gente.
Si ello es así, ¿por qué no adoptar una vía más segura como es la de invertir en educación, para desarrollar el talento de todos los colombianos?
Afortunadamente, parece que el tema de la educación empieza a permear la conciencia de la dirigencia nacional. Ya las Instituciones Colombianas se pronuncian acerca de su importancia para poder modernizar el país y para que realmente pueda insertarse en las economías mundiales.
B. LA CONSTRUCCIÓN DE CAPITAL HUMANO Y SOCIAL.
El esfuerzo entonces, deberá centrarse en disponer todo lo necesario para construir de manera acelerada, el capital humano indispensable para lograr el cambio hacia la modernidad y hacia la formación de ciudadanos más felices.
El capital humano se construye con los niveles de educación que la población pueda o quiera lograr. Un país cuyos ciudadanos tienen más grados de educación de calidad es, en general, más productivo, más creativo, más cívico y más democrático.
La educación genera conocimiento y éste es la base de la productividad, del nivel de desarrollo y, de su capacidad para generar interacciones saludables.
Yasuhiki Inoue, que fuera director del Centro de la Productividad del Japón, muestra los efectos de la productividad sobre diferentes actores de la vida de una sociedad y, si la productividad es el resultado directo de la educación, ésta se constituye entonces en la base incuestionable del desarrollo nacional.
Ahora bien, el sistema educativo nacional es el gran productor y reproductor del conocimiento a través de la red de instituciones educativas de todos los niveles. Entonces, es responsabilidad de los gobernantes hacer que el sistema educativo brinde una educación de calidad, no solo desde el punto de vista del mejoramiento humanístico y cultural de la población, sino también, desde el lado del desarrollo económico, para el logro de la eficiencia, la eficacia y la productividad, que dicho conocimiento va generando progresivamente.
Recomendado por LinkedIn
Es claro entonces que el gobernante, el director, rector o responsable de la organización debe propender por brindar una educación con niveles de calidad que garanticen mejorar espiritual, social y económicamente a la comunidad cuyos destinos orientan y de los cuales son responsables.
C. ¿CÓMO HACERLO?
La calidad de la educación se logra a través de un acto consciente y deliberado del gobernante y del rector de todas y cada una de las instituciones educativas, es decir la educación de calidad es una responsabilidad de toda la sociedad. La calidad de la educación no se da por generación espontánea, es un proceso consciente, deliberado y disciplinado de cambio planeado que busca ese objetivo. Para mejorar la educación hay que conocer en qué estado se encuentra y esto se determina a través de la evaluación realizada de forma profesional y con la idea de mejorar continuamente. La evaluación es parte del proceso para alcanzar la excelencia y se realiza sobre los alumnos, los maestros, el currículo y la institución educativa como un todo.
El Ministerio de Educación Nacional viene abogando por una educación funcional, de calidad, que produzca resultados tangibles sobre el comportamiento social, sobre el empleo y sobre la economía del país. Para ello ha adoptado una metodología cuyos componentes más importantes son los siguientes:
Para realizar esta política del Ministerio, existen a nivel nacional e internacional, metodologías y herramientas reconocidas que apuntan al logro de dicho objetivo. Entre ellas, el modelo de Excelencia E.F.Q.M, es una herramienta potente para estos cometidos. Se basa en La autoevaluación de todos los aspectos de la institución educativa en su diario trasegar para producir el acto educativo y a partir de este acto de reflexión, determinar las áreas fuertes de la institución y las áreas que muestren oportunidades de mejorar a través de la formulación de planes de mejora que deben ejecutarse y controlarse permanentemente para lograr la eficiencia, la eficacia, la competitividad, y de este modo acercarse a la impartición de una educación de calidad.
D. CÓMO ES UN COLEGIO DE CALIDAD?
Una institución que ofrezca un servicio educativo sobresaliente, está enmarcada por las siguientes características:
Estas ocho características o principios están siempre presentes en una institución que ha optado por recorrer el camino hacia la excelencia y se vuelven tangibles y concretos a través del Modelo EFQM de Excelencia diseñado para tal fin.
Este, el EFQM, explora y transforma el liderazgo de la organización, el direccionamiento estratégico, el talento humano y la cultura, las alianzas y recursos disponibles, los procesos y las relaciones con el entorno para, que, a partir de allí, se concretan los resultados, que se buscan tanto el interior de la institución como en su ecosistema.
Este Modelo se ha diseñado con base en la observación del comportamiento de instituciones exitosas del mundo de la producción y de los servicios, tanto públicas como privadas, y tiene aplicación universal. Es una compilación de buenas prácticas puestas a disposición de aquellas organizaciones que desean mejorar y lograr resultados sobresalientes. En la gráfica siguiente se presenta el modelo EFQM 2020 como referente para la gestión de organizaciones para el siglo XX
Una institución de cualquier naturaleza y tamaño puede iniciar su mejoramiento y transformación contrastando su desempeño contra el Modelo. Este es un modelo, al que la institución debe acercarse en su actuación si quiere ser eficiente y lograr los objetivos institucionales. Esa comparación de la actuación diaria de la organización con el modelo, mide la distancia entre su desempeño real y el desempeño ideal al que aspira. A partir del conocimiento de esa distancia entre la organización real y la ideal, se formulan los planes de mejora continua y las acciones concretas necesarias para transformar paulatinamente la institución hasta convertirse en un modelo de referencia nacional o internacional.
La Fundación Colombia Excelente, partner de la EFQM, ha acompañado la realización de más de 1200 evaluaciones en colegios e instituciones durante los últimos años. Con base en dichas evaluaciones se han formulado planes estratégicos y de mejora continua que han coadyuvado a la transformación de dichas organizaciones para afrontar los requerimientos técnicos y humanos del Siglo XXI.
El resultado de la transformación es el logro de estudiantes bien formados, en actitudes y valores universales y con las competencias necesarias para vivir y trabajar en un mundo complejo, ambiguo, volátil e incierto como el que se presenta en este nuevo siglo.
La Fundación Colombia Excelente así mismo, coordinó las respectivas evaluaciones externas para acceder al reconocimiento que otorga la Fundación Europea para la Excelencia a las empresas que han logrado resultados sobresalientes.
Sapiens Research, en sus rangos anuales de los colegios en Colombia, muestra que más del 80% de los que se gestionan bajo el modelo EFQM de Excelencia clasificaron al Ranking de Sapiens Reserch. Eso indica que dichos colegios obtienen resultados sobresalientes, que los posicionan como palancas efectivas de desarrollo humano, social, económico y ambiental para potenciar el futuro de Colombia.