La prueba de color ¿Realmente sirve de algo?

La prueba de color ¿Realmente sirve de algo?

En el día a día, con los tiempos tan recortados y con la enorme facilidad de enviar archivos por la red, de repente no reparamos en la importancia de un instrumento como la prueba comercial de color (Contract Color Proof)

A lo largo de mi carrera he visto todo tipo de cosas; desde mandar una aprobación en pantalla hasta solicitar corridas muestra a la imprenta para aprobar color y calidad; pasando por aprobaciones en pdf, word, excel, o bien, sobre impresiones láser o de inyección sin el más mínimo control de color o calidad.

Dos personas no ven igual, ¿cierto? Nuestra pantalla y las de nuestros clientes seguramente no despliegan los colores iguales. 

No mencionamos al word ni al excel por que no es el tipo de software que está pensado, diseñado y desarrollado para nuestra profesión. Es como filmar cine en un teléfono móvil, se puede, pero no tiene la misma calidad.

En cuanto al pdf, pasa algo similar. Un archivo pdf preparado para impresión de alta calidad no lo va a poder ver correctamente nuestro cliente si no tiene la versión “profesional” del software que nosotros usamos. Por lo que el pdf también queda descartado. De todas formas, seguramente, hubiera sido desplegado en una laptop cuya pantalla no es para evaluar color.

Entonces, ¿que nos queda?  Una prueba de color comercial impresa, calibrada y certificada.

Una prueba de color, es una impresión que ha sido previamente procesada por un software que compensa la enorme gama de color que tienen los pigmentos para impresión por inyección de tinta, y SIMULA un espacio de color estándar pre-definido, incluyendo el blanco del sustrato que fue usado para calcular ese estándar. El software también pueden imprimir sin compensar el archivo y por lo general se usa para imprimir fotografía de gran calidad. Los hay también para prueba de color sobre película transparente.

El sustrato que usan estos sistemas es un sustrato cuyo proceso de producción está sujeto a controles estrictos de absorción de tinta y blancura (en el caso del papel). Esto nos permite que no tengamos que estar haciendo ajustes constantes en el software para compensar esas variables.

También, un software profesional, debe permitir certificar la prueba de color, comparando una serie de parches de color impresos contra una base de datos matemáticos y demostrarnos que la impresión esta dentro de la tolerancia que marca el estándar predefinido para nuestra prueba. Si no se puede certificar, hay que re-calibrar equipo y software y revisar el original mecánico.

Solo así estamos hablando de una verdadera prueba de color. Solo así, los dueños de la marca pueden percibir, dependiendo de su agudeza visual, lo que se debe buscar en la impresión a gran escala. El ideal es revisar esa prueba bajo una iluminación controlada de 5000°K. 

Tipos, tamaños y precios de los sistemas de prueba de color, hay para todos los presupuestos, por lo que por lo menos eso, no puede ser una excusa para no tener un sistema en la oficina.
Una de las ventajas que nos da contar con un sistema así, es que nosotros mismos estaremos seguros de que el archivo va sin fallas, es perfectamente reproducible en la imprenta, y con ello, ya no habrá aquél desagradable comentario de que nuestros archivos están mal. Claro, también es importante entender como funciona el color, estándares de color, procesos de impresión y todo lo que hemos hablado en las entregas anteriores.

También nos permitirá confiar en esa seguridad que le dan al dueño de la marca de que su trabajo está bien hecho, técnicamente hablando.

En el tema de de costos: ¿Tienen ustedes una idea de cuanto cuesta ajustar una máquina, entonar la impresión y tener todo listo para una producción en masa? Para que luego llegue el diseñador con o sin su cliente al Vo.Bo. a pié de máquina a ajustar los colores, confiando en su memoria o en una impresión de inyección de tinta “cualquiera” …. hasta que les gusta? Consideren que una imprenta de mediano tamaño le agrega al costo, entre el 10 y el 25% de costo del trabajo solo para ese ajuste y merma de materiales durante el mismo ajuste.

Con archivos bien hechos, es decir, originales mecánicos profesionales, con manejo de color correcto y una prueba de color calibrada y certificada, el tiempo del ajuste de una imprenta se reduce al 5% del tiempo cuando las condiciones anteriores no se cumplen, es decir, de ese porcentaje de entre 10 y 25% ustedes pueden ahorrarle al cliente, y a la imprenta, hasta un 80%. Sin mencionar que muchas veces los sustratos para impresión de empaques no son biodegradables ni reciclables, causando un daño ecológico acumulado incalculable.

Respondiendo a la pregunta de si ¿realmente sirven las pruebas de color? la respuesta es un categórico SI, y mucho. Pero sólo si se usan correctamente.

Karla Martínez Santillán

Key Account Manager - Sales Commercial & Packaging ECO3 - West Zone You Print. We Care.

8 años

No existe mejor herramienta de trabajo que lo que es medible, precisó y comprobable y lo vivo día a día dentro de las artes gráficas

Totalmente de acuerdo. Absolutamente imprescindible. Gracias por el artículo

Daniel Gimenez

Business developer etiquetas y consumible Levante/Andalucía en Bizerba

8 años

Estupendo artículo, Fernando. Muchas gracias por compartirlo.

Por supuesto , no podemos confiar en el gusto o en la mirada de quien da un vo.bo. de color al pie de máquina.

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