LA REALIDAD DEL COACHING EJECUTIVO
Voy a centrar este texto sin introducción al coaching ejecutivo e incluso a lo que es y no es coaching.
Cuando trabajas con una persona en el entorno empresarial que tiene responsabilidades en cuanto al manejo de personas, los resultados, la calidad, la producción, etc… surgen varios aspectos que hay que considerar.
Como coaches podemos trabajar los siguientes aspectos:
- Mejora del desempeño y la obtención de metas.
- Desarrollo del potencial o de habilidades necesarias en el rol presente o futuro.
- Alineación con la empresa.
- Motivación/desmotivación
- Manejo emocional y desarrollo de competencias emocionales.
- Gestión del cambio y de la incertidumbre.
- Trabajar el estilo de su liderazgo.
- Gestión del ser.
Es como un gran abanico de aspectos que se pueden abarcar. Realmente es así pero debemos considerar algunos aspectos:
- El coaching no siempre va a funcionar.
- El coacheado puede que no este listo para recibir coaching.
- De igual manera el coacheado no será ni quiera ser consciente de su situación real, ni de sus limitaciones.
- De la ética del coach, diciendo realmente lo que ve en el coacheado y no animando metas realmente inalcanzables.
- La inadecuada preparación o experiencia del coach en el entorno ejecutivo y/o empresarial.
En el coaching no podemos trabajar con el rol de una persona, con el cargo, o con su máscara. Hay que trabajar con la persona.
El coach debe atreverse a decir lo que ve, de forma que cree nuevas opciones, en forma positiva aunque realista, en muchas ocasiones deberá atreverse a decir cosas que no gustaran y puede que hasta incluso le cueste perder al cliente. Pero, ahí ya entra la ética de cada quien, personalmente me gusta dormir tranquilo en ese sentido, me puedo equivocar desde luego pero no será conscientemente.
De todos los aspectos comentados, que podemos trabajar a nivel ejecutivo quiero centrarme en los que durante estos últimos 16 años de experiencia mas he tenido que trabajar.
- Trabajar el desempeño y obtener las metas.
- Gestión del cambio y los diferentes estados de incertidumbre.
- Gestión del estilo de liderazgo e impacto de este en los equipos, el negocio y la empresa.
- Desarrollo del potencial o de habilidades necesarias en rol presente o futuro.
- Manejo emocional y desarrollo de competencias emocionales. Generalmente sobre otras emociones destaco la IRA y el MIEDO.
No quiere decir que los demás aspectos no se trabajen, pero estos cinco son con diferencia los que más he tenido que trabajar a nivel empresarial.
En mis procesos de coaching utilizo metodología propia.
- Me gusta saber hasta donde es consciente el coacheado de cual es su situación actual o hasta donde esta dispuesto a conocer la realidad en que se encuentra.
- Luego trabajar la meta que quiere alcanzar o bien su empresa quiere que alcance. Conocer su asimilación, disposición, motivación o no. Pero sobre todo ser realistas en relación de los logros. No se trata de limitar, mas bien de que se creen espacios de confianza donde surjan revelaciones que motiven al coacheado a metas realistas.
- Seguido trabajar la parte de responsabilidad. Crear el espacio donde el coacheado, se convence de que depende de si mismo/a lo que debe de hacer o no hacer.
- Crear una pregunta que lo lleve a observarse mucho más allá de victimismos y de buscar culpables en otras personas, circunstancias, momentos…
- Finalmente, pasamos a la fase de acción. Sin prisas. Los procesos de coaching con prisas no suelen aportar grandes beneficios. Cambiar opciones con las que cuenta el coacheado por posibilidades de acción que lo lleven a la meta real.
Hay que crear espacios reveladores para que de ahí salgan cosas nuevas. Cambiar pensamientos, emociones y acciones. Y dar un seguimiento durante el proceso para ir trabajando los ajustes y cambios necesarios.
Pero más allá, me gusta trabajar las emociones en el proceso. Para mí el coaching y la inteligencia emocional van de la mano de forma inseparable para que sea efectivo.
Si el tiempo, el coacheado y las circunstancias lo permiten, se pueden entrar en áreas más profundas como:
- Aprender a soltar el control.
- Saber relacionarse con el equipo.
- Transmitir la visión compartida al equipo.
- Saber relacionarse con el error y el fracaso.
- Saber generar el compromiso.
- Disponerse a explorar espacios desconocidos pero de crecimiento.
- Crear un ambiente de bienestar.
- Equilibrar su vida profesional y personal.
Este método lo llame en el año 2002, MÉTODO C.R.A, Consciencia, Responsabilidad y Acción. Toda persona que vaya a ser acompañada desde el coaching debe inexcusablemente pasar por estas tres fases.
Ingeniero Civil
8 añosFantástico artículo José Manuel Benavent Perucho. Me viene al pensamiento aquellas personas que distinguen su persona profesional de la personal. Conozco a unos cuantos que al final no saben quién es quién. Van más con mi forma de entender este mundo, los que se comportan y actual de forma similar en cualquier campo
Director de Personas Cultura y Cumplimiento Normativo en Eurona
8 añosJosé Manuel, qué alegría tener noticias tuyas! Buen artículo, que razón tienes cuando afirmas que el coaching y la inteligencia emocional van de la mano y es verdad, si no se trabaja la persona no se mejora en el desempeño, el crecimiento profesional sólo se consigue si, al mismo tiempo, se consigue el crecimiento personal. Un abrazo crack!!
Promoción de la calidad de vida y bienestar.
8 añosHola, José Manuel. Cuánto tiempo. Si que eres futurista, eh? En el 2022? ;-)
Consultor de Imagen Pública, Business Coach y Professional Life Coach
8 añosExcelente, felicidades amigo José Manuel