La rentabilidad como pilar del desarrollo humano integral en la empresa.
Es frecuente escuchar que el activo más valioso de las organizaciones son las personas. Sin embargo, por obvio que parezca, es necesario recordar que la primera obligación y razón de ser de toda empresa es, y debe seguir siendo, la generación de beneficios económicos de forma sostenida en el tiempo.
Sin rentabilidad, sencillamente la organización no existe. Y si ésta desaparece o entra en crisis financiera profunda, no habrá tampoco espacio para potenciar el talento, favorecer el aprendizaje continuo ni brindar oportunidades de crecimiento profesional y personal a las personas que la integran.
El aprendizaje organizacional y el desarrollo humano van de la mano con el desempeño económico. Las soluciones y programas enfocados al crecimiento de competencias, capacidades y habilidades en los colaboradores, así como a impulsar comportamientos alineados con la estrategia, deben demostrar que generan un retorno de la inversión para la compañía.
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Su principal objetivo debe estar vinculado de forma incuestionable a la mejora de indicadores críticos del negocio que impacten positivamente en la cuenta de resultados. De lo contrario, se corre el riesgo de implementar iniciativas muy robustas conceptualmente pero poco conectadas con la realidad empresarial.
Por supuesto que la formación integral de las personas, su bienestar y posibilidades de desarrollo pleno son asuntos de vital importancia. Pero estos propósitos se cimentan sobre la solidez del proyecto empresarial. Si éste prospera económicamente, se generan más y mejores condiciones para que sus integrantes también lo hagan a nivel individual.
En síntesis, las áreas de gestión humana, capacitación y cultura no pueden ni deben desligarse de la lógica de generación de valor. La azotea no se construye antes que los cimientos. El principal aporte que Recursos Humanos puede hacer a cualquier compañía es vinculando cada iniciativa de potenciamiento de su capital humano con los retos estratégicos y necesidades tangibles que impactan la competitividad organizacional.