La revolución del polietileno resistente a altas temperaturas (PE-HTR)
La constante inversión en investigación y desarrollo (I+D) en la industria de los plásticos ha conseguido que, poco a poco, en los últimos años se hayan mejorado las propiedades de los materiales e incluso creados otros nuevos con prestaciones mejoradas.
Quizá es el polietileno (PE) el termoplástico que más variaciones ha vivido, dando lugar al PE de alta densidad (PEAD o PEHD, en inglés), el PE de baja densidad (PEBD o LLDPE, en inglés), el PE de baja densidad lineal (PEBDL) o el polietileno de peso molecular ultra-alto (UHMWPE en inglés). Esa innovación constante ha provocado también lo que podemos llamar la revolución del polietileno resistente a altas temperaturas (PE-HTR).
Tuberías e impermeabilizaciones
Las excepcionales prestaciones que ofrece este termoplástico provienen de su especial estructura molecular con estabilizadores de alta calidad. El suministro de agua caliente y fría ha sido hasta el momento el campo particular que más ha requerido de este materia, al igual que la calefacción de los suelos.
La gran diferencia de esta evolución del PE con el polietileno clásico es la larga vida útil en condiciones térmicas de temperaturas altas. Su uso se va implantando cada vez más debido a la gran versatilidad que ofrece y a que no requiere de procedimientos de soldadura nuevos ni costosos.
Por otra parte, en cuanto a su uso en tuberías, el PE-HTR se puede utilizar para canalizaciones de grandes dimensiones. Tanto viviendas como industria e instalaciones agrícolas se benefician de ello.
Otro de los campos en los que más se han aprovechado las ventajas del PE-HTR es el de las impermeabilizaciones. Se trata de materiales para los que se emplean componentes de primera calidad, que pasan estrictos controles, y que se pueden soldar del mismo en el que se une el PE tradicional. Con un coste menor, el PE-HTR puede igualar en prestaciones a otros plásticos de ingeniería de alta gama.