La salud mental en el trabajo

Cuidando la salud mental en el trabajo: la inteligencia emocional y la psicología positiva como aliados clave

Hoy 10 de octubre, #DíaMundialdelaSalud Mental, es una ocasión para reflexionar sobre un aspecto crucial de nuestras vidas: la salud mental en el entorno laboral. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trabajo puede ser un factor protector o de riesgo para nuestra salud mental, dependiendo de las condiciones en que se desarrolle. A través de la psicología positiva y el desarrollo de la inteligencia emocional, podemos transformar los entornos laborales en espacios que promuevan el bienestar y reduzcan el estrés, beneficiando tanto a las personas como a las organizaciones.

El trabajo decente: una fuente de bienestar y propósito

El trabajo decente no solo proporciona estabilidad económica, sino que también es un pilar fundamental para la salud mental. Un entorno laboral saludable aporta beneficios como un sentido de propósito, estructura y confianza, así como oportunidades para establecer relaciones positivas e integrarse en una comunidad. Estos aspectos son esenciales para el bienestar mental y emocional, y están alineados con los principios de la psicología positiva, que busca fortalecer las capacidades y los recursos personales para afrontar los desafíos.

Sin embargo, cuando las condiciones laborales son deficientes—por ejemplo, cuando hay discriminación, cargas de trabajo excesivas o inseguridad laboral—los riesgos para la salud mental aumentan considerablemente. La OMS estima que el 15% de los adultos en edad laboral tiene algún trastorno mental, y a nivel global, la depresión y la ansiedad generan la pérdida de 12,000 millones de días de trabajo al año, lo que se traduce en un costo de 1 billón de dólares en pérdida de productividad (Organización Mundial de la Salud, 2024).

Inteligencia emocional: una competencia crucial para gestionar el estrés laboral

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y manejar nuestras propias emociones, así como de comprender y responder a las emociones de los demás. En el contexto laboral, donde el estrés y la presión son comunes, contar con una base sólida de inteligencia emocional se convierte en una habilidad esencial. No solo ayuda a gestionar situaciones difíciles y mantener la calma, sino que también mejora la calidad de las relaciones interpersonales en el trabajo.

La formación en inteligencia emocional y psicología positiva puede ser una intervención eficaz para prevenir problemas de salud mental. Las empresas que invierten en programas que desarrollan estas competencias, como la comunicación abierta y la escucha activa, no solo reducen los niveles de estrés entre sus empleados, sino que también crean una cultura organizacional más inclusiva y resiliente.

Riesgos psicosociales:

Los riesgos psicosociales en el trabajo, definidos por la OMS como factores que pueden afectar la salud mental de los trabajadores, incluyen desde cargas de trabajo excesivas y horarios inflexibles hasta ambientes de trabajo inseguros y falta de apoyo. Para prevenir estos riesgos, es fundamental que las organizaciones implementen políticas que promuevan el equilibrio entre la vida personal y laboral, así como medidas para gestionar el estrés y prevenir la discriminación.

La psicología positiva, con su enfoque en el fortalecimiento de las fortalezas personales y el fomento de una mentalidad de crecimiento, es una herramienta poderosa para contrarrestar estos riesgos. Fomentar un entorno donde se reconozcan los logros, se celebre el esfuerzo y se ofrezcan oportunidades de desarrollo personal puede marcar una diferencia significativa en la salud mental de los trabajadores.

Crear un entorno de trabajo que potencie el bienestar La OMS subraya que los entornos laborales seguros y saludables son un derecho fundamental y que su implementación no solo beneficia a los individuos, sino también a la organización en su conjunto. Los líderes deben ser capacitados para identificar y mitigar los factores estresantes, así como para apoyar a los trabajadores con dificultades. Por otro lado, los empleados deben recibir formación para gestionar sus propias emociones y mantener su bienestar y así convertirse en un círculo de bienestar donde todos ganan

Las intervenciones que buscan mejorar la salud mental en el trabajo incluyen la implementación de modalidades de trabajo flexibles, programas de apoyo psicológico y medidas para reducir la estigmatización asociada con los problemas de salud mental. Cuando las empresas invierten en estas acciones, no solo aumentan la productividad, sino que también mejoran la fidelización y el compromiso de su personal.

La salud mental en el trabajo no es solo un aspecto opcional, es una necesidad urgente. Las organizaciones, en colaboración con los trabajadores, deben adoptar medidas efectivas que promuevan el bienestar y protejan la salud mental. Esto implica, según la OMS, aplicar intervenciones basadas en evidencia para prevenir riesgos psicosociales y fortalecer la salud mental de los empleados, garantizando un entorno inclusivo y seguro para todos.

En este Día Mundial de la Salud Mental, hagamos un llamado para priorizar la salud mental en el lugar de trabajo. Promover la inteligencia emocional y aplicar los principios de la psicología positiva en el entorno laboral no es solo un paso hacia un mejor rendimiento, sino también un compromiso con la dignidad y el bienestar de cada persona.

Referencia Organización Mundial de la Salud. (2024). La salud mental en el trabajo.

World Health Organization: WHO. (2024, September 2). La salud mental en el trabajo. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-at-work

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