“La sobrevaloración del Coeficiente Intelectual o la Inteligencia Racional como factor Determinante”
Un concepto, aún en disputa, es el de inteligencia. Todavía hay ámbitos de su “insustanciabilidad” que están discutiéndose en pleno siglo XXI. Según la disciplina sobre la cual usted se pare podría tener muchos matices de dicho constructo. La psicología plantea una cosa, la biología aporta con una interesante definición, la RAE nos expone otra y así, la neurociencia va, tal cual la evolución cerebral, descubriendo lo que dicha disciplina forja como nuevas distinciones. ¿Denominador común? Conceptos como facultad, proceso, adquirir, conocimiento, adaptación. Es decir, donde busque alguna definición encontrará dichas palabras o símiles.
Pero, vámonos a algo más básico, su raíz etimológica: La palabra 'inteligencia' proviene del latín intelligentia o intellēctus, que a su vez provienen del verbo intellegere —término compuesto de inter («entre») y legere («leer, escoger»)— que significa comprender o percibir. (Cita de Google y si lo dice Google debe ser cierto). Pero también lo dice un diccionario como Sopena y Larousse. (¿hace cuánto que no abre un diccionario?)
Todo iba bien. Tranquilo, claro. Hasta que en 1983, Howard Gardner, psicólogo estadounidense, plantea su teoría de las “inteligencias mùltiples”y el mundo académico se revolucionó. Por siglos, considerando a los griegos como punto de partida (lo cual ya es un sesgo) la inteligencia estuvo asociada a “personas que saben mucho”, “gentes que manejan fórmulas y leen libros y libros”, “personas que manejan diversos temas” y el entorno les clasifica como “inteligentes”. Inclusive, socialmente, si usted conoce un Astrofísico, da por sentado que posee una capacidad superior al promedio de humanos. Así también, si conoce a un “actor”, asume que su “nivel intelectual es menor o más bajo” y lo confundimos con “el nivel de inteligencia o coeficiente intelectual”. ¿Pero cuáles son las inteligencias existentes? La lógico-matemática, lingüística, la inteligencia musical, corporal cinestésica, visual espacial, la intrapersonal, la interpersonal, etc…Todas distinciones muy relevantes y que dan cuenta de la sobrevaloración de la “inteligencia académica”, racional o cognitiva. Porque hemos confundido lo que es ser culto, letrado o erudito con ser necesariamente Inteligente. ¿Y qué pasa con la capacidad de adaptarse al mundo, a las personas, de resolver problemas, de gestionar las emociones propias y la de los demás…? ¿Por qué sostener que Einstein es más inteligente que Messi? ¿Era Van Gogh menos inteligente que Freud?
El planteamiento de Gardner y sus colaboradores de la prestigiosa Universidad de Harvard en síntesis, afirma que los títulos: MBA, post grados, magister no son las únicas maneras de acceder a la inteligencia ni menos de demostrar dicha facultad porque ese mismo individuo lleno de doctorados podría no resolver problemas de relacionamiento con el entorno, temas emocionales o no ser capaz de consolidar una red de amistades. Hasta su conflicto podría no “saber decir te amo o pedir perdón”. ¿Por qué? Por la incapacidad de adaptarse al entorno, personas, situaciones, de gestionar emociones, etc. Pero pareciera no importar tanto al lado de poseer una certificación internacional que diga que somos expertos en algún tema excepcionalmente relevante desde el punto de vista intelectual.
Así, Gardner, fue el prepulsor del constructo que en 1990 Salovey y Mayer denominaron “Inteligencia Emocional”y que Goleman hiciera mundialmente conocido a fines de los noventa con su best seller homónimo.
Hoy por hoy, el planeta entero ha sido expuesto a las decisiones de individuos con CI muy alto y estamos esperanzados que surja una vacuna…¿A quién le importan si son felices o se sienten satisfechos con sus vidas? También hemos tenido políticas internas de salud, en cada país, a cargo de individuos literalmente doctorados que han mostrado una incapacidad empática, un desprolijo emocional y una falta de asertividad enormes, lo que demuestra que el tema no es binario, ambos enfoques son necesarios.
La propuesta de este artículo es poner entre paréntesis la inteligencia racional como única fuente de expresión válida para definir si poseemos o no LA facultad para declaranos (o que nos definan) como INTELIGENTES.
Hasta el próximo Lunes.
Coach y Socio Director TCS Group Chile (OTEC) - Speaker Internacional
3 añosBosco Garate
Coach y Socio Director TCS Group Chile (OTEC) - Speaker Internacional
4 añosBuen día! Les cuento que ya está publicado el artículo de cada Lunes, hoy, "2021...¿El año de la Marmota?" Gracias por su lectura y difusión.
Coach y Socio Director TCS Group Chile (OTEC) - Speaker Internacional
4 añosBuen día! Ya está publicado el artículo de esta semana, hoy: "¿Por qué no resultan los talleres de liderazgo?" Muy amables.
Psicólogo laboral, facilitador de talleres en habilidades blandas hace 26 años, consultor en desarrollo organizacional y especialista en seguridad en Minería, entre otros
4 añosMuy interesante tema Patricio, de amplio análisis..., desde mi óptica, depende mucho del objetivo y cuáles son los parámetros que van a decir que esa persona es "inteligente". Desde lo externo y racional, en selección de personal llevamos décadas eligiendo a "lideres" que tienen el garrote y la zanahoria, o sólo el garrote, "al tuerto en el país de los ciegos", a ellos que hacen que las personas "compitan" por una posición, bono, influencia lo que sea; menos mal que las nuevas generaciones se están dando cuenta y hoy existen líderes cada vez más flexibles y adaptativos. (será porque son más "empáticos", tienen más desarrollada su inteligencia emocional, que los hace "verse mejores líderes"..., quien lo dice?..., los números?, el clima laboral? ambos?...eureka¡¡¡. En este sentido, ¿quién es más inteligente, una dueña de casa que saca adelante sola a sus 4 hijos, o un matemático que viaja a presentar una nueva fórmula a un Congreso internacional, o el que se luce en un asado al abrir un vino con un destornillador porque no hay abridor o el que abre una lata de atún con un cuchillo porque no es "abre fácil", o la chica que conquista al más callado con su simpatía o porque "lo hace reír"? Desde lo interno, ¿cómo catalogamos esta inteligencia?..., se asocia más a temas emocionales, intangibles...,, "manejar las emociones, tener el gesto preciso, ser empatico transmitir energía, paz, predicar la ley de la atracción, decretar sucesos, tener un propósito, ikigai o "sentido" para hacer lo que hago". Sin duda, Gardner gana esta pulseada, aunque no obstante, me hace sentido más hablar de "inteligencias colectivas", donde cada uno de nosotros sea capaz de poner en juego sus mejores inteligencias -racional, emocional, musical, kinestésica, deportiva, relacional, etc., para que ese núcleo al que pertenezco, llámese familia, compañeros de trabajo, pareja) se autoperpetúe en el tiempo, logrando sus propósitos... ser y poner al servicio mis inteligencias para un bien común, y disfrutarlo, a cada segundo, como si fuera el último...
Coach y Socio Director TCS Group Chile (OTEC) - Speaker Internacional
4 añosBuen día! Le cuento que ya está publicado el artículo de cada Lunes, hoy, "La Vida en VICA" (VUCA). Muchas gracias por leerlo y seguir, cada semana, esta tribuna colectiva.