La sumisión y el empoderamiento se aprenden.
Donde estás ahora.
El porcentaje de tu potencial que has desarrollado.
Lo coherente que sea tu vida con tu propósito.
Nada de esto tiene que ver con quién eres realmente. Ni siquiera tiene que ver con tu capacidad de sacrificio, de esfuerzo o de trabajo.
Tu realidad aquí y ahora habla de las creencias que se escribieron a fuego en tu cerebro mientras ibas cumpliendo años.
Hay una fábula de Paolo Coelho poderosísima. Cuenta que cuando era niño vio, paseando por el backstage de un circo, a un elefante sujeto por una cuerdecita a una pequeña estaca de madera clavada sobre un suelo de arena. El elefante no tenía más que dar un paso para liberarse, pero estaba inmóvil, presa de la indefensión aprendida.
¿Por qué no se movía el elefante? Porque cuando era pequeño intentó muchísimas veces liberarse de una estaca que era tan grande como él sin éxito. Hasta que llegó el punto en el que simplemente dejó de intentarlo.
¿Ves? Lo que está limitando al elefante no es la estaca. Es la creencia de que haga lo que haga no va a poder soltarla.
Tú y yo hemos crecido con nuestro potencial atado a muchas, muchas estacas.
A mí la estaca de lo que es el éxito me lleva sujetando el potencial demasiados años. Yo creía que para ser una persona seria y respetable tenía que gestionar, liderar, negociar y acumular poder y dinero. ¿Y sabes qué? Que mi potencial es otro y arrojada a intentar ser perfecta lo único que conseguí fue desgastarme por dentro.
Otra de las estacas que más me ha limitado es la creencia de que solo tiene mérito y por lo tanto, merece respeto, las cosas que hacemos con mucho esfuerzo. ¿Cómo me iba a dedicar a lo que me sale natural y fácil? ¿Cómo iba a merecer abundancia y éxito si no me esforzaba al máximo en hacer cosas alejadas a mis talentos? ¿Cómo me voy a merecer ser feliz si disfruto con lo que hago?
En toda honestidad, sigo trabajando en ello. Aún me queda un poso de culpabilidad cuando paso un día entero aportando valor a los demás sin esforzarme. Disfrutar de lo que hago, desarrollar mi potencial al máximo y ser feliz va en contra de todo lo que me enseñaron.
Pero ¿sabes qué? Que cada paso que doy hacia desarrollar la máxima expresión de lo que soy, mas transformador es mi impacto en las personas y organizaciones que me rodean. ¿Cómo podría sentirme culpable por eso?
Mira a tu alrededor. ¿Cómo se llaman las estacas que te están limitando?
Comparte tu experiencia en comentarios. Te leo. :)
Un abrazo,
Izanami
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¡Gracias!
independiente en Independiente / Freelance
3 añosla mayor estaca es la falsa idea del control, de que nosotros decidimos cuando ocurre lo que queremos que ocurra cuando realmente lo único que podemos controlar es la decisión del querer es decir queremos algo o no lo queremos independientes (lo ideal) de las circunstancias que nos rodean 😁 😁
Abogada Independiente en Gabriela Origone & Abogados | Asesoramiento Legal
3 añosIznami todo cuanto dices es exacto!; gracias por la invitación a suscribirme!
Director de Desarrollo de Negocio IT Internacional
3 añosComo siempre, me parecen muy interesantes tus comentarios Izanami .es Pero es cierto, que detrás de muchas personas que, aparentemente son poderosas, ricas o reconocidas, existe una gran mentira y una falsa fachada. Muchas de ellas no tienen "límites" a la hora de criticar, incluso a sus compañeros. Pero detrás de ellos se encierra una GRAN LIMITACIÓN PERSONAL. La educación juega un papel importantísimo en todo lo que dices, pero únicamente nos enseñan a competir al precio que sea. Y eso siempre se termina pagando...