La tecnología aplicada a la salud, ¿tiene cabida en primer nivel de atención?

La tecnología aplicada a la salud, ¿tiene cabida en primer nivel de atención?

Hace algunas semanas, les preguntaba a través de una encuesta realizada por este mismo medio, si consideraban o no a la telemedicina como una herramienta real para detectar signos y síntomas en una plantilla laboral. La gran mayoría de los participantes contestaron "sí", que definitivamente se trata de una herramienta más y no de un "boom" detonado por la pandemia, una proporción menor contestó que "no, porque no conocen de telemedicina" o que "no sabían".

Todas las respuestas, ¡totalmente válidas! Dan pie a que se hable del tema, de los pros y contras, de los alcances y por supuesto también, de las limitantes entorno a estas prácticas relacionadas con la telesalud.

Más allá de que se trate de una plantilla laboral o no; mi intención de fondo es no perder de vista que lo que tenemos entre manos, es lo más valioso, una persona y de ésta, su salud y bienestar.

Vivimos en un país con un sistema de salud deficiente, en donde en general, el gasto público en salud, no dedica más del 2 al 5% del Producto Interno Bruto, por debajo de las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que van del 8 al 10%. Un país en donde parte importante del gasto en salud proviene del bolsillo de la población, y en donde la desigualdad social es sumamente notoria, lo que dificulta el acceso oportuno a los servicios de salud, por supuesto hablando del acceso a la atención primaria, ni hablemos de la medicina de especialidad, pues el acceso -oportuno- es aún más complejo.

¿Qué estrategias se podrían considerar para aliviar por un lado, la carga asistencial en este primer nivel de atención, coadyuvar con tareas de prevención y promoción de la salud y hacer más accesible la entrada al sistema de salud en sí mismo? Considero que la solución no es abrir escuelas de medicina en cantidades industriales para egresar a miles de médicos y con estos proveer de talento humano la construcción de cientos nuevos hospitales; sin duda, hay recursos necesarios en los que no se puede escatimar, pero también, herramientas que ya existen y que nos permitirían -en un momento dado- la gestión de estos recursos, de manera más eficiente y expedita.

Una de esas herramientas ya existentes, es la aplicación de las tecnologías de la información en el ámbito de la salud, en donde se permite a través de diversas apps el "chequeo" de signos o síntomas, la capacidad de proveer un triage digital e incluso, un diagnóstico, que al mismo tiempo nos conduce a "cerrarle el ciclo" al paciente, en algunos casos mediante la solicitud de exámenes auxiliares o la prescripción de algún medicamento.

Es claro, y lo he comentado en ocasiones anteriores, que para un escenario de urgencia puede resultar "poco útil"; pero para la atención primaria, el seguimiento de pacientes crónicos y el manejo de enfermedades generales, puede ser de gran utilidad y brindar resolutividad, pues podremos:

  • Empoderar pacientes,
  • Garantizar la continuidad de la atención,
  • Escalar servicios, haciéndolos más costo-accesibles,
  • Eliminar largas horas de espera, manteniendo una disponibilidad 24/7,
  • En contextos como los que hoy enfrentamos, evitar contagios en salas de espera,
  • Aumentar la satisfacción del paciente e incluso, priorizar a aquellos que desde lo digital, se les han detectado datos de alarma, que merecen ser atendidos presencialmente.

Estoy convencida que la adopción de estas herramientas en los actuales sistemas de salud, serán de gran provecho para los pacientes y los prestadores mismos; sin embargo, es necesario comenzar a "preparar el terreno" y "llenarlo de tierra fértil" para llevar estos servicios a donde queremos llegar; una real universalización de los servicios de salud, accesibles para todos.

Es decir, tenemos que dejar atrás que la prevención y la atención solo pueden ser cara a cara frente a un profesional de la salud; hoy en día, tenemos prevención y atención digital, en donde gracias a estas tecnologías tenemos pacientes empoderados desde la comodidad de su hogar, con acceso a un médico de manera permanente que podrá guiarnos a tomar decisiones basadas en información verificada e individualizada a cada uno de nosotros y nuestras necesidades.

Ahora díganme, ¿usan o han probado algún gadget para hacer un seguimiento de alguna constante fisiológica que pueda impactar su estado de salud? (p. ej.: contador de pasos, frecuencia cardìaca, consumo de calorías o de líquidos, distancia recorrida al hacer ejercicio, monitorización del sueño), ¿conocen a alguien que lo haga? ¡Compártanme!, ¿qué les ha parecido?






Juan Camilo Garay

Construyendo equipos sólidos que potencien resultados corporativos y los objetivos de los colaboradores. | MBA | Business Development | B2B Sales expert.

4 años

Muy interesante y totalmente de acuerdo. Yo uso mi reloj para monitorear mi actividad y mis horas de sueño todo los días. Estamos en una nueva era, rompiendo paradigmas y empoderando al paciente por medio de la tecnología. Que piensan Luis Espinosa Jesus Hernandez Camacho Jose Antonio Torres

Paulina Pedrero Miranda

Sub- Investigador Médico/Clínico

4 años

Desde hace 5 años tengo mi oxímetro que compre en Houston en la Apple Store en su línea iHealth, me funciona a la perfección, es recargable y wireless, me registra todo en mi app del celular, también mi apple watch en relación a mi frecuencia cardiaca y recordarme los círculos de movimiento y ejercicio, tal vez sean de o más común pero a mi me encantan!

MARIA ALVAREZ

SUPERINTENDENTE en PEMEX REFINACIÓN

4 años

Yo creo que todos en algún momento hemos usado los gadgets mencionados (uso el contador de pasos), son un acierto y concuerdo con las necesidades de implementación en términos de telesalud.

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