La tecnología en la educación y reeducación de conductores
Agradecimientos:
Autoridades, organizadores, asistentes, amigos, estoy muy orgulloso y agradecido de participar en el XVI encuentro AICEFOC, este año en el incomparable marco de la Isla de San Andrés, un precioso rincón de la bonita y acogedora Colombia.
A su vez, quiero extender este agradecimiento a los organizadores.
· CONFEORG:
Apreciado Juan Miguel, se que has impulsado y has puesto mucha ilusión y esfuerzo en facilitar la consecución de este encuentro
· CONALCEA:
Liderada por Alejandro Mayor, que me consta que ha trabajado duramente y con ilusión para que este encuentro sea todo un éxito y punto de partida esperanzador en la mejora de la formación de conductores en su país.
· AICEFOV:
Por su trabajo, tenacidad, perseverancia , constancia y buen hacer en querer mejorar la movilidad, buscando la máxima, que no es otra, que esta sea segura y sostenible en toda Iberoamérica. ¡gracias! Arturo y resto de compañeros que están dejando su impronta.
Mi ponencia se centrará en tres puntos principales:
· Poner en contexto, así como ver la evolución de las Tic.
· Analizar las herramientas TIC y su utilidad en la formación de conductores.
· Y por último determinar el impacto en la seguridad vial de las Tic desde el prisma de la formación y reeducación de conductores.
Intervención
Quiero dejar una idea clara en estos 20 minutos de intervención:
En primer lugar, quiero comentar que la formación de conductores tiene un componente que va más allá de dotar de unas competencias mínimas a los conductores para que estos sean seguros. No únicamente la formación de conductores tiene que ver con el saber y el saber hacer, tiene que ver también con el saber ser.
Dicho de otra forma, la formación la debemos basar en los conocimientos, las aptitudes y las actitudes.
Partiendo de esta premisa, en la que el formador es la piedra angular del proceso y si me lo permiten, añadiría que estos son los catalizadores de la consecución de conductores, seguros, sensibles con el medio ambiente y sobre todo concienciados. Debemos avanzar con los tiempos y aprovechar cualquier ventaja que tengamos para conseguir llegar al alumno, haciéndole reflexionar, formarlos, en definitiva, conseguir buenos conductores, que por ende sean buenos usuarios de la vía en función del rol que desempeñe.
Y esto me lleva a preguntarme y preguntaros el impacto de la tecnología de la información y comunicación, las TIC, en la educación y reducación de conductores.
Las Autoescuelas y la tecnología
Cuando hablamos de tecnologías en el ámbito de la formación de conductores, solemos pensar en simuladores de conducción, en plataforma de e-learning o, en su caso, en aplicaciones informáticas destinadas al proceso de enseñanza, de aprendizaje o de enseñanza-aprendizaje. Enseñanza si estamos hablando de la transmisión de conocimientos e ideas, experiencias, habilidades o hábitos a una persona que no los tiene; aprendizaje cuando nos referimos a la adquisición de conocimientos a través del estudio; y cuando hablamos del proceso enseñanza-aprendizaje nos referimos a cuando entran en juego cuatro elementos: el profesor, el estudiante, el contenido y las variables ambientales (aula, centro, etc.).
Es importante situar en contexto estas cuestiones cuando nos referimos a la formación de conductores y la tecnología.
En el desarrollo de mi ponencia quiero hablar de la formación en sentido amplio y de las herramientas de las que nos podemos dotar para poder ofrecerla con calidad y adaptándola a las necesidades de los estudiantes, formadores y centros.
En primer lugar, debemos considerar que los estudiantes, nuestros alumnos, que forman el gran núcleo de clientes de las autoescuelas, son Nativos Digitales. Este término se empezó a usar sobre el año 2000, aunque apareció en 1996 junto con el de Inmigrante Digital en la Declaración de independencia del Ciberespacio.
Con Nativos Digitales nos referimos a aquellos que han nacido en la década de los 90, y con Inmigrante Digital a aquellos que en la década de los 90 contaban entre 35 y 55 años y tuvieron que aprender a utilizar los medios digitales cuando su formación y hábitos eran analógicos. Podemos comprobar la diferencia entre ambos en la redacción de un mensaje, en su composición y ortografía.
Por esa época, ya metidos en los años 2000, Nichola Negroponte escribía sobre los Indigentes Digitales del futuro (yo me atrevo a decir del presente). Ante la pregunta de un periodista aclaraba lo que él definía como Indigentes Digitales:
Periodista[1]. Me gustaría referirme, profesor, a la parte negativa del invento, si usted me lo permite, porque va a haber víctimas, va a haber marginados en este futuro digital.
N.N. Los marginados no son los que crees, los marginados suelen ser hoy lo que yo llamo indigentes digitales, son personas que no están separadas norte, sur, este, oeste, o que son pobres. Actualmente, suelen ser personas entre 25 y 55 años, más o menos, que están demasiado ocupadas y han llegado al planeta demasiado pronto o viven una cultura demasiado jerarquizada. Actualmente, los perdedores suelen estar en Europa y son políticos, ejecutivos, hombres de negocios, personas que no son demasiado pobres, ni tienen bajo el nivel cultural, siendo sus hijos los que les tienen que enseñar.
Los marginados de hoy no son quiénes usted cree que son. Si vamos a Sudamérica o a África, encontramos una ausencia de infraestructuras, pero créame, está empezando a ocurrir que utilizan masivamente Internet, porque ya encontramos escuelas en África sin libros, y desde luego no hay bibliotecas, pero con una conexión a Internet que les permite el acceso a casi todas las bibliotecas del mundo.
La tecnología antes de Internet y después de Internet.
Los centros de formación de conductores han tenido presente la tecnología desde sus inicios, en los años 70 (por no ir más lejos). En las autoescuelas ya se incorporaban elementos como el Super8, diapositivas, diaporamas, los retroproyectores, un poco más tarde, y algo después el proyector de opacos, los videos, Cdi y CD-ROM, entre otros.
Con la llegada de Internet la tecnología avanza más, repercutiendo en cuanto a prestaciones; el secreto está en los datos y la transmisión de estos con rapidez, facilidad y fiabilidad, esto sin duda impacta en un claro beneficio y mejora del proceso enseñanza-aprendizaje.
Mi primer Pc, dedicado a la gestión de una autoescuela, data de 1988, tenía 512 kb de memoria RAM y 40 Mb de HD. En la actualidad, mi móvil tiene 3 Gb de RAM, lo que viene a ser 5.859 veces más memoria RAM que mi primer Pc y 450 veces más memoria de almacenamiento; potencia que, sin duda, sirve para conseguir mejor rendimiento en cálculo y expresión grafica.
Todos estos avances tecnológicos nos dan, como hemos dicho, una mejora en el proceso de enseñanza-aprendizaje por un factor muy importante: los datos, el conseguir y analizar gran cantidad de datos en poco tiempo ha convertido las TIC en unas herramientas muy poderosas en la educación y formación de las personas.
¿Cuál es el papel de las TIC en la formación?
Esta pregunta no es actual ya que, en los años 60 en Estados Unidos, se abrió este debate, que venía precedido de desarrollos previos realizados a finales de los años 50.
El planteamiento inicial consistía en la utilización de máquinas que encadenaban de forma lineal pregunta-respuesta-estímulo.
En esa época el elevado coste del hardware y la escasez de materiales adecuados (el software) hacía prohibitivo su expansión en el ámbito de la educación.
Paso a paso se ha evolucionado debido a la estandarización y la disminución del coste de los ordenadores y a la aparición de herramientas de autor[2] que permiten a los formadores, sin conocimiento ni competencias específicas en programación informática, poder crear aplicaciones que se incorporen en el proceso de enseñanza de los alumnos, esto empezó a llamarse, EAO (Enseñanza Asistida por Ordenador[3]).
Este avance permitirá no solamente el uso de nuevas herramientas en la educación y la formación, también posibilitará la mejora de la evaluación. Como sabemos, la evaluación es el proceso sistemático y riguroso de recogida de datos desde el inicio del proceso educativo, de manera que posibilita disponer de información continua y significativa que ayudará a la toma de decisiones adecuadas, ayudándonos a mejorar la actividad educativa (Castillo 1999)[4].
La mejora de la evaluación es un hecho importante que ofrece la EAO, tanto la inicial como la formativa y sumativa; de forma ágil se puede tener acceso a mucha información del propio proceso evaluativo y, por consiguiente, el formador podrá tomar decisiones sobre el proceso de la formación del alumno, adaptándolo a sus necesidades.
Desde entonces hasta la actualidad han proliferado sistemas, programas y herramientas en la formación de los diferentes ámbitos educativos y formativos. En España, contamos con universidades que ofrecen su formación a distancia y en línea, como es el caso de la UOC, presente en más de 70 países, con 25 años de historia y más de 60.000 graduados. El propio rector, el Sr. Josep A. Planell, reconoce que hay actividades de aprendizaje que deben ser presenciales, pero también hay grandes posibilidades de uso de las TIC en muchos ámbitos educativos, exigiendo que los contenidos y las metodologías se sometan a procesos de acreditación para mantener la calidad de la formación en línea[5].
Todo este debate no es ajeno a la formación de conductores, de hecho, en los últimos años, en Europa, se ha activado con más fuerza.
La mayoría de los expertos, por no decir la totalidad, coinciden en que la formación de los conductores (incluida la evaluación) debe mejorar y adaptarse a las nuevas necesidades sociales. A su vez, no cabe duda de que la formación de conductores requiere promover actitudes favorables en la conducción segura (Sánchez y Arnau 2012) y que la interacción entre los alumnos y los formadores no tan solo es necesaria, sino que se podría decir indisoluble.
Esto nos lleva a plantearnos varias cuestiones:
¿Las TIC deben incorporarse a la formación de conductores?
¿Esta incorporación puede ser un hecho negativo en la formación, centros y Seguridad Vial?
¿Qué tipo de herramientas TIC pueden ser implementadas en la formación de conductores?
A continuación, aclararemos las respuestas a estas cuestiones.
En lo referente a si las TIC deben incorporarse a la formación de conductores, la respuesta parece obvia, aunque a la vez matizable: sí, pero no de cualquier forma, dicho de otro modo, no todo vale.
En cualquier proceso de cambio, de evolución, se da la necesidad de ajuste y tanto los centros como los formadores deberán adaptarse o adquirir, en su caso, las competencias necesarias para optimizar el uso de las nuevas metodologías de forma crítica.
Haciéndonos de nuevo eco de las declaraciones del rector de la UOC, “hace falta que los contenidos y los centros se sometan a procesos de acreditación que garanticen la calidad del proceso educativo”.
Parece lógico que ordenar los criterios y estándares evitará caer en productos de dudosa calidad que no aporten valor añadido al proceso formativo.
Esto acarrea la necesidad, tal y como hemos comentado, de dotar de competencias a los formadores viales y que los centros de formación estén dotados de los medios mínimos para desarrollar la formación con garantías.
Por otro lado, no podemos obviar que las generaciones que nutren hoy, y en un futuro, a los centros de formación de conductores son alumnos que se han ido educando con metodologías próximas a las tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Hoy en día, no hay centro escolar, instituto o universidad que no disponga de un campus o un espacio donde los alumnos interactúan, buscan y trabajan con la información a través de herramientas TIC.
Conceptos como constructor, cuadernia, malted, como herramientas de autor, plataformas como Moodle, herramientas como Wikis, Weblogs, foros, etc. o plataformas para compartir conocimientos como la enciclopedia Wikipedia, o Wikivía, que es específica para seguridad vial, u otras más científicas que están a disposición en la mayoría de universidades del mundo, así como las plataformas creadas de forma específicas por empresas del sector para este tipo de centros de formación, como nuestro portal del alumno, desarrollado por Etrasa, son conceptos familiares tanto para alumnos como para profesores de centros educativos y que se están incorporando en los centros de formación de conductores.
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Es el momento de destacar algunos de los beneficios de las TIC (debemos recordar que estos dependerán de su uso):
o Facilitan las comunicaciones.
o Eliminan barreras de tiempo y espacio.
o Mejoran el proceso de evaluación.
o Retroalimentan los programas formativos.
Aunque podemos decir que este tipo de plataforma tiene la función principal de administrar estudiantes dando seguimiento a su aprendizaje, participación y desempeño asociados con todo tipo de actividades de capacitación, ayudando a adquirir las competencias necesarias.
No solo debemos centrarnos en que la necesidad de incorporar las TIC en los centros de conductores se debe a que las generaciones de los alumnos que acceden a estos centros están familiarizadas con estas herramientas, sino en todo el valor añadido que estas ofrecen, o pueden ofrecer, al proceso de enseñanza aprendizaje. Pongamos algunos ejemplos:
o Ofrecer la información de forma fácil y comprensiva.
o Disponer de recursos (videos, animaciones, esquemas, infografías, etc.) que facilitan el aprendizaje de los alumnos.
o Facilitar el seguimiento, tanto al propio alumno como a su formador, del proceso de aprendizaje.
o Tener acceso a la información desde cualquier dispositivo móvil, en cualquier momento.
En el caso de la formación de conductores, hay dos etapas claramente diferenciadas: una es la parte teórica y la otra es la parte práctica; en ambos casos, y de forma diferente, las TIC pueden aportar recursos y herramientas que ayuden al aprendizaje.
En la parte teórica, y en función del sistema de obtención del permiso de conducción, las TIC tendrán un peso más específico con mayor protagonismo que en otros sistemas. Y digo esto porque, aunque la UE publicó la directiva 2006/126/CE, de 20 de diciembre, que impone un programa mínimo de formación de conductores, diferentes son los desarrollos de los países miembros.
También deja claro que no solamente es necesario la asistencia a las clases, tanto teóricas como prácticas, sino que establece un número mínimo de clases, unido al tipo de examen teórico, el que se realiza por ordenador, utilizando recursos como videos y animaciones para favorecer la utilización de las TIC en la formación teórica de los conductores.
Por lo que hace referencia a la formación práctica, son diferentes las herramientas que se podrán utilizar para mejorar el proceso de formación de conductores. Una de ellas es la utilización de simuladores, hecho que se está cuestionando en el seno de la UE como herramienta de utilidad; no solo para los preconductores que acceden por primera vez al permiso de conducción y que podrá utilizarse para practicar las diferentes operaciones simples o complejas de la conducción, sino incluso evaluar los procesos de observación y atención del conductor dando una serie de inputs para la mejora de estos procesos en su caso.
El simulador también se usaría para los conductores profesionales en la formación, tanto inicial como continua, que deben de realizar y que, gracias a estas herramientas, podrían practicar maniobras u operaciones complicadas de realizar en vías abiertas al tráfico por su especial condición.
La segunda cuestión que nos hemos planteado ha sido si esta incorporación puede ser un hecho negativo en la formación, en los centros y en la Seguridad Vial.
Tal como se desprende de lo comentado hasta ahora, la respuesta es clara, la incorporación de las TIC claramente tendrá un impacto positivo no solo en la formación de conductores, también en los centros, que tendrán herramientas por las que dispondrán de información con la que podrán mejorar sus programas y personalizar la formación a las necesidades de sus alumnos.
No cabe duda de que una mejora de la formación dará con una mejora de la seguridad vial. Podríamos asegurar que la formación y la concienciación de los conductores es una de las herramientas más poderosas y sostenibles en la prevención de los accidentes, no en balde se habla en toda Europa del Life Long Learnig (el aprendizaje a lo largo de la vida) que instituciones, asociaciones, administraciones, entre otros, quieren potenciar como herramienta de prevención y concienciación, siendo los centros de formación de conductores una pieza clave para el desarrollo de este tipo de políticas de prevención vial.
En este capítulo deberíamos añadir la oportunidad que se deriva de obtener toda esta información del proceso de formación de los conductores y la mejora de la evaluación que ello supondría.
En un sistema TIC podemos imaginar cómo, desde el inicio de su periplo formativo el alumno, en su contacto con el centro de formación y formadores y en el desarrollo de todo su itinerario, va ofreciendo datos de lo que está realizando y de cómo lo está realizando. Este simple ejercicio de captura y análisis de la información retroalimenta el programa formativo y puede adaptarse a las necesidades del alumno optimizando el proceso.
Pero vamos más allá, la evaluación de entrada va marcando un inicio del proceso que se va completando con la evaluación formativa o procesual. Sabemos que el final del recorrido en nuestro sistema actual será la evaluación final, evaluación acreditativa que realiza la administración de la mano de los examinadores que deben evaluar al alumno y decidir si es o no es apto.
Imaginemos que pudiéramos disponer de toda esta valiosa información del proceso de aprendizaje del alumno y que el examinador accediera a ella de forma previa. Este hecho mejoraría el proceso evaluativo ya que no solo vería el número de horas realizadas, plasmadas en la ficha del alumno como ocurre en la actualidad en mi país, sino que tendría todo su itinerario, el resultado detallado de su evaluación de entrada y formativa y el programa de formación seguido. La valoración del profesor podría ir más allá de las aptitudes en el manejo del vehículo e incluso de la valoración de las actitudes ante los factores de riesgo, en definitiva, sin duda sería una mejora del proceso evaluativo que concluiría con unos conductores mejor formados y en nuestras carreteras unos conductores más concienciados y seguros.
Este proceso descrito puede ser arduo sin unas herramientas que faciliten la obtención de los datos, así como su análisis, por lo que las TIC, que empezó a denominarse EAO allá por los años 60, se convierten en una tecnología que facilita, sin duda, el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por último, nos queda la cuestión del tipo de herramientas TIC que pueden implementarse en la formación de conductores. De lo comentado hasta ahora podemos deducir que habrá herramientas tanto para el proceso de enseñanza teórica como práctica, habrá herramientas destinadas a los alumnos como a los profesores, centros y examinadores. En algunos países de la UE, ya se dispone de dispositivos móviles que utilizan para los exámenes prácticos. Pero no cabe duda de que todas las herramientas, de una forma u otra, deben estar conectadas entre sí para que realmente podamos contar con un sistema que de un valor añadido y una mejora de la formación de conductores.
Volviendo al debate que se ha abierto en Europa sobre la incorporación de las TIC en las autoescuelas, no debemos pensar que su utilización aleja a los alumnos de los centros porque, en los diferentes ámbitos educativos, unas y otras conviven.
A mi parecer, se deberá revisar el modelo de formación de forma vertical y transversal, analizar todo el proceso pensando que cada día debemos ser más exigentes con la formación de los conductores, ya que ellos deberán hacer frente a la conducción, deberán hacerlo de una forma segura y concienciados con la seguridad vial.
Este cambio provocará la revisión de las metodologías, la formación de formadores, los programas de formación de conductores y la propia evaluación que, a mi juicio, deberá ser más integral que puntual. Para ello debe existir un sistema que lo facilite y regule de manera que se valore la formación de calidad que ofrecen los centros. Está claro que la regulación de la asistencia a las clases teóricas y prácticas, así como la adecuación de los exámenes a estas nuevas metodologías, dará con la mejora de la formación.
Conclusión
No se trata pues de si las TIC pueden aportar una mejora, de hecho, se ha demostrado que la aportan, se trata de modificar el sistema para que estas tengan cabida, para poder aprovechar el potencial que nos ofrece; por este motivo el debate se debería centrar en el cambio del modelo de formación de conductores, con una visión holística y alineada con los objetivos de conseguir una sociedad más segura y sostenible en cuanto a la seguridad vial.
En conclusión, las TIC no son unas tecnologías que han aparecido en la última década, están entre nosotros desde mediados del siglo pasado.
En nuestro entorno tenemos muchos y variados ejemplos de su implementación en los ámbitos de la educación y la formación, unos de verdadero éxito y otros que no dejan de ser el uso de una herramienta como un fin en lugar de como un medio, por lo que el resultado no es el esperado y, por tanto, debemos huir de dichas herramientas.
Ante la cuestión planteada de si las TIC se deben incorporar a la formación de los conductores, mi respuesta es sí. Su incorporación más allá de ser negativa para la propia formación, centros y seguridad vial en general es una mejora que sin duda ayudará a enriquecer los estándares de calidad de la formación y, por ende, de los conductores.
Por lo que mi propuesta es centrar el debate en la modificación del propio sistema de formación de conductores; existe un margen de mejora y debemos mejorarlo y las TIC estarán presente en este proceso.
Si un tiempo no es hijo de su propio tiempo. Si todo lo que vive lo toman prestado del pasado, el avance es imposible, todo está condenado a la reiteración
Marià Moreno (2014)
Bibliografía
· ATI (Análisis de Técnicas Informáticas), Manuel Nogales. Curso 1994/95. Trabajo de fin de postgrado de educación vial UAB, Departamento de pedagogía aplicada.
· Artículo: Importancia de la programación y de la evaluación formativa en la formación de conductores. Autor: Sebastià Sànchez Marín. Revista Travesía 5/12/2014.
· Artículo: Vull que s’accepti l’educació en línea. Camilo S. Baquero, El País Catalunya 1/04/2015.
· XVI Jornada Mediterránea de Seguridad Vial organiza por PAT APAT por una seguridad europea. Ponencia: Modelos de obtención del permiso de conducir. Manuel Nogales.
· Ponencia en el InterCisev 2015. Aplicación de las TIC a la formación de conductores.
· Artículo: La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo. Agustín Remesal dialoga con Nicholas Negroponte
[1] La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo Agustín Remesal dialoga con Nicholas Negroponte. https://www.uv.es/fores/contrastes/tres/negroponte.html
[2] Las herramientas de autor son aplicaciones informáticas que facilitan la creación, publicación y gestión de los materiales educativos en formato digital a utilizar en la educación a distancia mediada por las TIC.
[3] ATI (Análisis de Técnicas Informáticas) Manuel Nogales. Curso 1994/95. Trabajo de fin de postgrado de educación vial UAB, Departamento de pedagogía aplicada.
[4] Artículo: Importancia de la programación y de la evaluación formativa en la formación de conductores. Autor: Sebastià Sànchez Marín. Revista Travesía 5/12/2014.
[5] Artículo: Vull que s’accepti l’educació en línea. Camilo S. Baquero, El País Catalunya 1/04/2015.
European Lobbyist. Transport and Mobility
5 mesesGracias, Sr. Nogales. Siempre aportando valor. Abrazo.
Consultora internacional
5 mesesdesde