La termografía en el mantenimiento preventivo
La termografía es una tecnología de detección utilizada en el mantenimiento predictivo que proporciona a los profesionales una forma de detectar fallas antes de que ocurran basándose en la facultad que tienen las cámaras termográficas de medir la temperatura irradiada por un cuerpo.
Este procedimiento bien implementado se vuelve una herramienta muy completa ya que nos puede dar información de equipos eléctricos, estructuras, equipos mecánicos, refrigeración, aislamiento térmico en los sistemas de fluidos y calderas, etc. El análisis de fallas mediante esta práctica busca identificar diferencias en temperaturas y hacer una comparación de esta variable con equipos cercanos o con el mismo historial del elemento analizado, para así poder realizar las reparaciones correspondientes antes de que sucedan situaciones peligrosas.
Por ejemplo, cuando los sistemas mecánicos son el corazón de las operaciones, los datos térmicos obtenidos mediante una imagen de este tipo, son una ayuda muy valiosa para la supervisión de los componentes mecánicos, puesto que cuando estos se desgastan o pierden eficiencia, suelen emitir más calor; de igual forma, cuando las conexiones eléctricas se aflojan, incrementan la resistencia a la corriente, lo que produce un aumento en su temperatura y puede ocasionar que los dispositivos fallen.
Una de las mayores ventajas que tiene la termografía es la capacidad de hacer inspecciones mientras los sistemas eléctricos tienen carga sin requerir un paro de planta. Adicionalmente, es un método de diagnóstico que no requiere contacto, por lo que se puede hacer el monitoreo sin estar expuesto a un peligro y permitiendo también determinar el área punto indicado que requiere el correctivo.