La transparencia del tiempo
Por Marilina Vergara Polo
Mario Conde es el protagonista de la serie de novelas detectivescas firmada por el cubano Leonardo Padura.
Aunque ha dicho que no es su alter ego, a través de este expolicía Padura expone la realidad de su país, con todas sus carencias, injusticias, represiones y bondades.
Desde que abandonó la policía, Conde sueña con ser escritor, pero su espíritu bohemio toca tierra cada vez que se enfrenta a casos como el de la más reciente entrega en la que un amigo del preuniversitario acude en su ayuda para que le encuentre una virgen de madera que es una reliquia familiar y que le robó un pillo que se hacía pasar por su fiel amante.
En esta búsqueda el lector se deleita con La Habana, con su gente y con el ritmo caribeño que lo impregna todo; a la par que seguimos las pistas de una investigación trabajada con la dosis precisa de misterio y que dibuja a un Mario Conde que valora la amistad como el bien más preciado.
El estilo de Padura es una delicia, maneja una prosa elaborada con el más riguroso cuidado de las palabras, acariciando el idioma con creaciones ingeniosas y al alcance de la mano. El ritmo de la narración no es más que el adecuado, tomando el cuenta que es una novela de misterio. Sus personajes están trazados de tal forma que el lector los llega a conocer, a querer, a reírse con ellos y a enojarse también.
Una verdadera clase de literatura.