La travesía hasta el oasis de las ideas
La idea.
Ese oasis en el desierto.
El lugar deseado al que tenemos que llegar después de una larga y ardua travesía.
Ya sea porque es tu trabajo diario, porque alguien te lo pidió, porque necesitas no repetir lo mismo de siempre o quieres innovar (o te aburres):
MISIÓN: generar una idea. No. Una GRAN IDEA.
Y ahí empieza el viaje en el desierto. Esa es su historia.
Tienes una dirección más o menos clara, pero no hay mapa que te indique dónde está el oasis al que debes llegar. Ese briefing no es una brújula.
Hay agua suficiente para un viaje corto y cada trago es un chute de energía, pero el calor va a hacer estragos, el viaje será duro. Puedes desesperarte en el minuto 1, renunciar y volver atrás, estás a tiempo.
Pero sigues adelante. Decides unirte a una comitiva de viajeros con camello. Te dan uno. Te sientes ligero y con fuerzas. Crees que entre todos podréis encontrar el destino que perseguís. Todo el mundo aporta su punto de vista, discutís, generáis nuevos razonamientos y rutas entre las dunas para llegar al oasis.
Y lo encontráis. Os estáis acercando, habéis acordado una dirección y parece que lo tenéis a tocar… La idea, ¿es esa del horizonte? Falsa alarma. Era un espejismo. Y no será el último… Quedan demasiado lejos, inalcanzables, parecían ideas buenas pero están fuera del mapa plausible o de la ruta coherente.
El agua escasea, los camellos no aguantarán mucho más tiempo. A la mañana siguiente, con las reflexiones compartidas bien dormidas decides tomar la dirección opuesta a tus compañeros. Ellos también se dispersan. Habrá más opciones si todo el mundo toma un camino distinto.
Decides ir andando, sin camello, sabes que te va a sentar bien. Es el último intento.
Bajo un sol de justicia y unas desconocidas dunas, empiezas a elucubrar inocentemente a partir de los pensamientos que has compartido y toda la experiencia y referencias de historias del desierto que has visto a lo largo de tu vida.
Y te pierdes. Hasta tejer una nueva visión mientras tu cabeza no para de echar humo. Das el último sorbo de agua y empiezas a correr. Tan rápido que te falta el aliento. Divisas un posible oasis. ¿Será este? Estás convencido, no puedes permitirte otro espejismo.
La visión deforme y en movimiento por el calor se va volviendo nítida. Estás llegando. Y no, no es otra visión falsa. Llegas al oasis de tu idea.
Hay agua fresca y alimento. Algo que puedes compartir y vender. Este es un buen destino. Te quedarías a vivir aquí sin dudarlo, es el mejor sitio del mundo, su idea líquida permite imaginar un mundo de posibilidades que va a satisfacer a todos. Te emocionas, has conectado con este lugar.
Pero necesitas compartir la posición con tus compañeros. Tienen que verlo. Anotas los datos en el mapa y vas a su encuentro.
En la reunión, sorprendentemente todo el mundo ha encontrado el oasis. El suyo propio. Os intercambiáis las localizaciones y vais a visitarlos uno a uno. Un viaje apasionante. Es increíble que hubiera más oasis cuando creías que solo existía uno.
Sabes que encontrarlo, aunque lo hayas hecho solo, no hubiera sido posible sin ellos.
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Ahora toca decidir en cuál os quedáis a vivir. Y a construir juntos en él. Esto solo es el inicio.
Hasta que necesites encontrar otro oasis.
Será pronto, no te pongas cómodo.
Feliz viaje hasta la idea.
Si quieres saber más sobre el brainstorming y el brainhushing puedes leer el artículo que escribí sobre ello. Espero que te sea útil.
El inspiranoico: solo una nota
¿Se puede hacer algo con un solo ruido? Se puede crear un spot, un artículo, una canción... alrededor de la nota que se asocia a ese ruido generado por un choque de copas de coñac?
Pues súmale un pianista, un cuarteto de cuerdas y dos robots. Este es el resultado. A veces, el camino más inusual e insospechado por el desierto es el más fructífero. Pero mejor llévate agua, no coñac.
Micro Foto Cuentos
Metáforas visuales y relatos escondidos e inspirados en imágenes. Imagen y texto por Oriol Gil. Para más relatos: Instagram @uri_rubio_relatos
“Mente abierta”
La tenía, la tenía, era esa y ninguna más. Pero decidió fugarse y perderse en el olvido perpetuo, en el limbo de las ideas sublimes, quizá para no volver jamás. Dejaré la puerta abierta, tan sólo por si acaso.
Hasta la siguiente edición. Sigue inspiranoico. Sigue contando.
Uri
Realizador en The Visible Brand
2 años👏👏👏 ¡Es buenísimo Oriol! Sigue en tu travesía y como dice Davis Lynch "Atrapa el pez dorado"
Posproducción en Globomedia (Grupo Mediapro)
2 añosInmensa quantitat d’idees …i de dunes. Camins trencats per altres… idees i altres dunes. Massa temps per pensar i poc temps per ordenar. Pensaments que surten del cap i cor, però que no es materialitzen en paraula ni lletra. Haurem de continuar explorant el desert……