LA UNIVERSIDAD Y LA CREACIÓN DE EMPRESAS

Por: Fernando Cárdenas E. 

En nuestro entorno la colaboración entre las Universidades, las empresas y el estado se menciona como una de las mejores formas de promover el emprendimiento y la innovación. ¿Cuál es realmente el papel que deben jugar las universidades en el desarrollo del emprendimiento? ¿Qué características deben tener las universidades para contribuir a la transferencia de tecnología y conocimientos al ecosistema de emprendimiento e innovación? Un interesante y reciente estudio realizado por los investigadores italianos Muscio, Shibayama y Ramaciotti, ayuda a responder estas preguntas.  A continuación, resumo las principales conclusiones de esta investigación:     

El Emprendimiento Académico

En los países con ecosistemas de innovación y emprendimiento desarrollados, el aporte del emprendimiento científico que proviene de las universidades es importante. En el caso de nuestros países en vía de desarrollo éste también puede ser un camino interesante, particularmente en aquellos casos donde la transferencia de tecnología al mercado requiere de un alto nivel de compromiso por parte de las universidades y de los investigadores.

A pesar de que la mayoría de las personas piensan en el emprendimiento universitario de los estudiantes de pregrado o los MBAs y en los spin-offs de profesores, el emprendimiento científico producto de los estudiantes de doctorado y de maestrías científicas puede ser también muy interesante y jugar un papel primordial de transferencia de conocimiento al mercado.

El emprendimiento académico involucra muchas personas desde los profesores hasta los estudiantes de post-doctorado, doctorado y otros estudiantes que pueden estar interesados en el emprendimiento como plan de carrera. El emprendimiento científico de los estudiantes depende del ambiente en el que se desarrolle la investigación y según la investigación mencionada este ambiente deberá proporcionar tres tipos de recursos: 1. Capital científico que pueda ser directa o indirectamente transferido al negocio. 2. Capital social del equipo investigador que abre acceso a una red externa de contactos para exponer las ideas del negocio. 3. El capital gerencial emprendedor y la experiencia de negocios que permite a los estudiantes testear en el mundo real sus ideas de negocio y posteriormente gestionar los emprendimientos en su fase de construcción de tracción.  

La importancia de la experiencia de negocios

Según la investigación de Muscio, Shibayama y Ramaciotti, el primer factor que influye la decisión de los estudiantes de doctorado de volverse emprendedores es la experiencia y exposición a negocios que obtienen en las universidades. No es de sorprenderse entonces que en aquellas universidades que tienen cursos optativos de emprendimiento y negocios, que promueven la interacción de sus científicos con el ecosistema emprendedor, con inversionistas profesionales y con emprendedores seriales, sean mas exitosas en su producción emprendedora. La consultoría, investigación y colaboración con empresas del mundo real están asociadas al emprendimiento académico.    

El capital científico

El estudio también encuentra que el capital científico de las universidades representado en diferentes factores, influye positivamente sobre el emprendimiento. Por ejemplo, la capacidad y experiencia científica de los directores de tesis y de investigación ayuda a orientar los esfuerzos hacia área nuevas e interesantes con potencial de aplicación al mercado.  La excelencia en el ambiente de investigación y la disponibilidad de recursos físicos y económicos también son factores importantes en la creación de nuevas empresas innovadoras. Así como la participación en seminarios y eventos de investigación internos y externos a las universidades.

La evidencia muestra que la relación entre el capital científico y el emprendimiento es mezclada. Puede tener efecto positivo al aumentar las inquietudes y posibilidades científicas con aplicaciones potenciales al mercado, pero también puede reducir las probabilidades de que los estudiantes se decidan por una carrera en el mundo del emprendimiento. El efecto negativo puede dominar en el caso de los Doctorados. Sin embargo, los autores proponen que cuando se combina el capital científico con la experiencia de negocios se puede lograr un efecto positivo sobre el emprendimiento.

El capital social

El capital social en este sentido es definido como la orientación hacia fuera que tenga el área de investigación o el laboratorio. Las instituciones académicas con mayor apertura y orientación externa tienden a estar situadas más cerca de la frontera del conocimiento y esto estimula la aplicación de estos conocimientos a la solución de los problemas apremiantes de la sociedad. Este capital social también es un elemento central en el emprendimiento al mejorar las probabilidades para identificar oportunidades de negocio.  Los estudiantes con mayor capital relacional, es decir, con más amplias y diversas redes de contactos tienden a ser de mente más abierta y a desarrollar investigación con más amplia y de mayor calidad.

El estudio propone que el efecto del capital relacional combinado con la experiencia de negocios puede ser positivo en la creación de nuevas empresas.  

CONCLUSIONES 

Los datos de esta investigación muestran que una proporción importante de las personas que se gradúan de los doctorados optan por el emprendimiento científico como plan de carrera. Aproximadamente la mitad de los emprendimientos en el ecosistema italiano se basan en tecnología y conocimientos que provienen de las universidades. Esto debe ser menor en el caso de los países en desarrollo, pero presenta una oportunidad interesante que deberíamos explotar. El estudio sugiere que la combinación de conocimientos científicos, capital relacional y experiencia de negocios puede contribuir en forma significativa al desarrollo de emprendimientos en un ecosistema y a transferir conocimiento y tecnología a los mercados. La investigación muestra que cerca del 75% de los estudiantes relacionados con emprendimientos mantiene su condición de académicos. Esto quiere decir que en la medida en que se incrementen los estudiantes de doctorados y se les exponga a conocimientos y experiencias de negocios y se abran las universidades y sus centros de investigación podemos aumentar significativamente la generación de emprendimientos sin perder capacidades investigativas. Según estas conclusiones no es necesario escoger entre emprender y ser un investigador. Lo que sí es necesario, es exponer a los investigadores y estudiantes de doctorado al mundo real de los negocios y abrir las universidades para ampliar y aprovechar su capital relacional.    


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