La valentía de mirar por el retrovisor
Hace apenas unos días una persona me decía “no se puede volver hacia atrás en el tiempo pero siempre podemos aprender de lo vivido”. Estoy convencida de que la vida es un continuo viaje de aprendizaje en el que también hay que tener valentía para, lo que me decía mi amigo, mirar atrás y aprender para seguir avanzando.
Se aprende más, sin duda, de los errores que de los éxitos; pero lo que es aún mejor, se aprende más de conocerse a uno mismo. Deberíamos hacernos siempre una preguntas y una de las que más me gusta es “qué haría hoy diferente”. No es cuestión de castigarse ni fustigarse sino de aprender desde el autoconocimiento. Este ejercicio es, sin duda, un acto que no suele gustar porque consiste, en definitiva, en cuestionarte, ponerte en duda, mirarte al espejo y verte tal y como eres, como actúas, sin filtros. Eso sí, tienes que tener tiempo y ganas, sin estos dos ingredientes es imposible hacer nada.
Yo, como la mayor parte de las personas -creo- hago poco este ejercicio por tiempo y por voluntad (tampoco vamos a fustigarnos), pero suele ser bastante fructífero. Elige un hecho de tu vida, laboral o personal, con cuyo resultado no estés muy satisfecho y disecciónalo. Dedícale unos minutos y anota qué hiciste y cómo te has sentido; qué habrías hecho diferente, a partir de ahí, infieres los resultados que podrías haber obtenido de manera diferente.
¿Te gusta más el resultado ficticio que el real? Pues ya tienes algo que aplicar en la próxima ocasión. Mirar por el retrovisor sin melancolía y sólo con los ojos de quien no quita la vista al frente. Seguimos en la carretera.
Experto en Marketing y Comunicación | Digital e Innovación | Diversidad e Inclusión | Ex-Amazon | Ex-Samsung | Ex-AXA
1 añoA menudo vivimos esperando lo que está por venir. Cuando lo importante es recordar lo vivido y disfrutar del camino. Muy bonito el texto, Gema 🙂