La vulnerabilidad del ser humano

Es muy impresionante haber presenciado como un virus de 125 nanómetros (millonésima parte de un milímetro) puso de rodillas al mundo entero, ´democráticamente sin distinción de razas, credos o posición social. Miles de personas que murieron sin entender cómo se contagiaron

Con la misma velocidad que la tecnología y el conocimiento iban en aumento, las riquezas se fueron concentrando. La exclusión creció de forma exponencial. Llegamos a estos tiempos con la riqueza del mundo repartida en forma desigual. El Informe de Riqueza Global (Global Wealth Report 2017) afirma que el 45,9% de la riqueza mundial estaba en manos del 0,7% de la población mundial, para ser más explícito 36 millones de personas controlan una riqueza de 128,7 billones de dólares.

Esta maldita pandemia acaso sea una oportunidad para “cambiar la vida y transformar la sociedad”. Quizás haya sido un mensaje divino y los creyentes de todos los credos, saben que es posible. O una casualidad. O un mensaje de las entrañas del sufrido Universo que intuye que así, implosionará.

Estoy convencido que el mundo, es decir los que mueven los hilos del poder, han tomado nota que hay barajar y dar de nuevo. Pero también estoy casi seguro que sus corazones no se ablandaran de tal forma que inciten a un cambio de 360° y lamentablemente la guerra en Ucrania es un caso. Como la fábula de la rana y el escorpión, la esencia de los perversos prevalece.

El genial escritor argentino Jorge Luis Borges afirmó en una oportunidad “Sentí lo que sentimos cuando alguien muere: la congoja, ya inútil, de que nada nos hubiera costado ser más buenos”. Este es el principal mensaje para todos, en los cementerios, las posesiones no están permitidas, solo los ataúdes y la conciencia de lo que cada uno ha hecho. Así que si tienen algo de humano en sus corazones, cuando se miren al espejo, intenten cambiar algo de su eogismo extremo y pensar en el momento de llegar al cielo y las dos puertas donde tendrá que entrar: el Paraíso o Infierno! La elección se hace en la Tierra...

Rober / ´Dirán que soy un soñador, pero no soy el único...´