LABORIOSIDAD Y TRABAJO
LABORIOSIDAD Y TRABAJO
Siempre me había preguntado sobre qué se necesitaba para ser feliz en el trabajo, sobre todo cuando se lleva muchos años en el mismo y cuando hay alguien que puede hacer el mismo trabajo por menos sueldo y con más alegría y disposición. Muchas veces nos olvidamos de que nuestro trabajo debe ser expontáneo, inesperado y menos rutinario, para evitar caer en piloto automático. Claro está que no es buena la idea de permanecer años en el mismo empleo y haciendo lo mismo, porque no nos dará satisfacción y eso empezará a apuntalar en nuestra reputación.
Lo primordial en un profesional y en los equipos es dar lo mejor de sí, recordemos que las emociones y sentimientos determinan la ACTITUD, y la actitud determina el NIVEL DE MOTIVACIÓN, la motivación determina EL NIVEL DE DESEMPEÑO, y el desempeño determina EL VALOR AGREGADO DIFERENCIAL. Entonces ahora nos preguntamos ¿Cómo anda nuestra vida laboral?
Todo trabajo es una magnífica oportunidad para crecer personalmente, profesionalmente y debe convertirse en un pilar de adquisición de virtudes. Pero a quienes tenemos la seguridad de que somos proveedores de servicios y no empleados está latente siempre la idea de agregar valor a la empresa y no solamente cumplir un horario de trabajo. Aunque muchas veces la empresa convierte todo eso en estadística, en indicadores de medición, de producción y resultados claramente por el solo hecho de asistir a trabajar.
Hoy en día las empresas exigen más y otorgan menos, se habla mucho de las habilidades que todo trabajador debe tener si es que quiere estar inmerso en el mundo laboral por un tiempo seguro: Flexibilidad cognitiva, negociación, juicio y toma de decisiones, orientación de servicio, inteligencia emocional, coordinación con los demás, manejo de personas, creatividad, pensamiento crítico y resolución de problemas complejos. Competencias nada fáciles de encontrar en profesionales recién egresados de diferentes universidades y más si se tratan de competencias netamente emocionales que tienen que ver mucho con el estado de felicidad y éxito en todo profesional, que no se logra de la noche a la mañana.
A esto le agregamos la exigencia del inglés, uso de tecnología, buenos hábitos, trabajo bajo presión, ética, etc. Que para los empleadores representa la línea de carrera que necesitan para su empresa, sin saber que parte de eso se gana en el ámbito laboral de la empresa y no se enseña en las universidades.
La empleabilidad hoy en día requiere de mucha preparación, formación y experiencia. Objetivo nada fácil de lograr ni siquiera por la psicología motivacional cuando el tema principal es gestión humana y sus habilidades asociadas a la inteligencia emocional: motivación, perseverancia, frustración, control de impulsos, manejo de emociones, regulación de estados de ánimo, empatía, etc. Habilidades que forman parte de la cultura empresarial y del clima laboral y que poco o nada se hace hoy en día en las empresas por mejorarlas.
Se pueden distinguir dos tipos de capacidades o dimensiones en el ámbito emocional de las personas que se deben tener presente en el ámbito de la empleabilidad y la gestión humana: Las Intrapersonales, que responden al reconocimiento y control de las emociones, percepción, manejo de sentimientos como la angustia, depresión y ansiedad. Y las Interpersonales cuyo número y definición varían según los diferentes autores: la empatía, habilidades sociales (resolución de problemas) y la motivación.
Como podemos ver, el escenario de la empleabilidad y nuestra laboriosidad no está muy bien encaminado, a esto le agregamos la relación con nuestro principal cliente: El jefe, pues estamos muy pendientes de su opinión, de su actitud hacia nosotros, y de su ejemplo para seguir mejorando. Pero qué pasaría cuando esta persona no es la correcta, o nos desencantamos por su forma de ser y trato personal.
Ante todo este boom sobre la gestión humana en los trabajos, aparece con aires renovados y a pasos de gigante EL TELETRABAJO, o mejor dicho el trabajo a distancia usando internet, donde en la mayoría de casos no se tienen jefes, y que con la tecnología de la información y la comunicación ofrecen servicios a todo el mundo y que ya en muchos países se encuentran muy bien definidos bajo leyes. Un modelo organizacional muy diferente al tradicional utilizado por empresas con gran número de trabajadores y departamentos, que replantea las formas de comunicación interna en una empresa, generando nuevas formas de control y seguimiento de procesos y tareas.
Pero trabajemos o no en una empresa, u ofreciendo nuestros servicios en el Teletrabajo, debemos saber entender la virtud de la laboriosidad. Jorge Yarce, líder del Instituto Latinoamericano de Liderazgo en su libro “Yo quiero ser” empodera muy bien esta virtud y la ubica dentro del “Aprender a hacer” que nos lleva a aprender a obrar, a trabajar y a lograr, que se diferencian mucho del solo hecho de “saber hacer cosas”, la laboriosidad es todo un despliegue de energías humanas para producir con miras al perfeccionamiento personal y social. Todo esto se verá reflejado en el LOGRO, que es muy indispensable para que la persona vea cumplidas las metas que la muevan a crecer interiormente.
Llegando al final de este artículo es bueno hacer recordar que todos estamos en un mundo lleno de aspiraciones, buscamos la felicidad, el goce, la alegría familiar, pero el destino muchas veces se encarga de mostrarnos que nada es nuestro, y que la experiencia y la felicidad sí son nuestra realidad. Tratemos de apreciar mucho el presente, porque el futuro siempre es incierto. No pidamos permiso para estar alegres incluso en el lugar y bajo la modalidad que nos encontremos laborando. Desarrollemos nuestra profesión con lo mejor de nosotros, la calidad de nuestro trabajo depende mucho de la calidad de personas que somos, diría yo “es nuestro reflejo”.
Carlos Humberto Cerro Maza
Piura/ Perú