¡Las 4 horas decisivas que cambiarán para siempre el destino de su empresa!

Seguramente Usted estará de acuerdo conmigo en que los negocios que lanzan continuamente al mercado las empresas nativas digitales nos sorprenden por su dinamismo, su capacidad de innovación, sus costes ultracompetitivos y el "descaro" de cargar la gestión del negocio en las espaldas (más bien en las manos, y los ojos podríamos decir) del cliente, cuando éste realiza la búsqueda y la compra o gestión vía Internet ya sea por web o app, sin que el comprador o usuario se sienta agredido por ello, lo considera natural y, dado que la relación servicio/coste (no personal por supuesto) obtenida la considera atractiva, prueba, compra o gestiona y repite y repite ... de hecho, ¡la compra por Internet crece ya a un ritmo del 20 % anual!

Usted y su empresa, que están aún en el negocio tradicional, se preguntará: ¿y cómo lo consiguen estos recién llegados?

Pues mire, precisamente por esto, porque son recién llegados y no tienen el peso del "legacy", es decir, de las infraestructuras, de los sistemas, de las personas, de burocracias a veces absurdas y de manías que a lo largo del tiempo ha ido configurando la coalición dominante en su empresa; de la costumbre (siempre se ha hecho así, alguien lo dijo un día ... ¡cualquiera lo cambia!), de no haber un responsable concreto y apoderado para cada procedimiento, de los departamentos cerrados sin circulación de información transversal, de la autocomplacencia y arrogancia (¡por qué cambiar si nuestro beneficio es de dos dígitos!) ...

Y Usted, de nuevo, se preguntará: ¿Y qué hacemos para competir con los negocios nativos digitales? ¿Vendemos la empresa ahora que todavía nos darán algo por ella y empezamos de nuevo "en modo digital"? No se ría, muchos se lo están planteando seriamente.

Bien, hay otro camino, aparentemente menos traumático, pero también más lento y de futuro, no quiero engañarles, algo incierto, largo y duro de recorrer. Habrá oído hablar de ello (ahora está de moda): "La Transformación Digital".

Y, probablemente, otra vez, Usted se preguntará: “y qué es eso de la “Transformación Digital”?

Pues, esencialmente, una carrera contra el tiempo en la que nos emplazamos a darle la vuelta a nuestra empresa, a cuestionarnos todo y a transformar el carácter de nuestro "legacy", en el menor tiempo posible, de: sólido, denso, pesado, lento, complejo y confuso, como acostumbra a ser en la actualidad ... en algo líquido, ligero, rápido, ágil, claro y transparente; vaya, casi podríamos decir, un milagro bíblico o una transmutación alquímica.

¿Y esto, cómo se hace, se preguntará Usted, ya por cuarta vez? Esencialmente, con determinación, un buen plan, un  buen compañero de viaje, empeño y constancia y por supuesto con la colaboración activa de todos los que conforman la empresa (en ello les va la pervivencia de su trabajo).

Y esto va de transformar infraestructuras, personas, procedimientos, actitudes ... por supuesto, pero hay un capítulo esencial: los sistemas, las aplicaciones y los dispositivos. ¿Y por qué?

Por que el éxito de las empresas nativas digitales se basa, esencialmente, en el hecho de que el peso determinante de sus operaciones la tienen sus sistemas, sus aplicaciones y sus dispositivos; hablando en plata, que todo o casi todo está automatizado y los servicios están a disposición del usuario final en todo tiempo, desde cualquier lugar y desde cualquier dispositivo;  y no hablamos sólo de la producción que, por supuesto, sí, ya hace tiempo que en otros sectores ya está en gran parte automatizada, sino, esencialmente, de servicios que tradicionalmente gestionaban manualmente las personas y que en nuestras empresas tradicionales siguen gestionando nuestros empleados o terceros subcontratados (técnicos, administrativos, comerciales, funcionarios, asistentes, operadores ...) ... Es más, uno de los axiomas de la Nueva Era Digital es que, si el servicio no lo puede dar el sistema, simplemente, o no sé da, o se le busca la vuelta, o se recovierte en algo que pueda automatizarse, o se convence al usuario de que no es necesario, no tiene tanto valor o, si lo tiene, lo debe prestar él mismo autogestionándose ...  ah, y contento. 

¿Todo lo anterior es negativo? No, simplemente es y, además, es imparable, es más, o nos acomodamos o nos vamos (mas bien, nos echan). Pero también, por supuesto, esta nueva era tiene cosas positivas: menos costes, acceso a un mayor número de productos y servicios por un mayor número de personas, mayor capacidad de personalización, más rapidez, más agilidad, ubicuidad y atemporalidad e, incluso: posibilidad de emprender nuevos negocios de forma mucho más ligera y en menor tiempo, podríamos decir más "democrática"; capacidad de prestar nuevos servicios (¿pensaban que iba a decir "de mayor valor añadido"? pues no, me lo ahorro, es evidente) que, con personas y sistemas obsoletos, simplemente, no se pueden dar, o no son rentables excepto en productos o servicios de alta gama o simplemente son imposibles de prestar, aunque pudiéramos pagar por ellos el alto precio pedido.

A esta alturas, seguro que Usted tiene una última pregunta: y éstos ¿que me quieren vender? Pues bien, le dejo con la incógnita y con la invitación  a compartir con nosotros una mañana (4 horas duras, pero habrá café, no se preocupe), “las 4 horas decsivas que cambiarán para siempre el destino de su empresa”.

Si siente curiosidad, regístrese aquí y nos vemos en Barcelona el próximo martes 1 de marzo (¡sí, ya mismo!) o en Madrid al día siguiente, miércoles 2 de marzo, de 10:00 a 14:00 horas. No se preocupe por el coste, es gratis. 

Si quiere saber de qué va el asunto antes de registrarse, vea la agenda de lo que vamos ha hacer y no olvide registrarse en el siguiente link:  http://goo.gl/forms/SH7k0Qp7oo

Tengo ya ganas de conocerl@. 

Un abrazo cordial,

Josep Mª Cos, Socio Fundador

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josep.cos@proceedit.com   M +34 660 193 163