Las 4 prácticas de los buenos líderes
Durante mi vida profesional he tenido muchos jefes. Algunos pasaron sin pena ni gloria, ni una relevancia tal para ser destacados, pero otros definitivamente han marcado mi carrera profesional. Personas carismáticas, exigentes, ambiciosas y con grandes cualidades humanas.
Considero que si en algo podemos estar de acuerdo, es en que la figura del líder es crítica en cualquier equipo. Esa figura que inspira, que va adelante, que alienta, que exige pero también aporta; que se responsabiliza por los resultados, que busca desarrollar y hace crecer a su equipo, que escucha antes de pretender ser escuchado, que da un paso adelante para recibir las balas y da un paso atrás cuando se trata de recibir elogios.
Pero … ¿Qué ha hecho que estas personas no solo sean un jefe más, sino se hayan convertido para mí en una referencia del liderazgo? Si bien puede existir variedad de prácticas y atributos en ellos, identifico cuatro que han marcado la diferencia.
Un buen líder dedica tiempo a los miembros de su equipo. Estar al frente de un equipo de alto desempeño requiere tiempo y dedicación, no solo para asegurar que las cosas sucedan, sino también para que las personas que componen el equipo desarrollen todo su potencial en el proceso. El entrenamiento, la formación, el coaching y seguimiento es una inversión y no un gasto. Como toda inversión, el retorno tomará tiempo, pero quien entiende este proceso contará con un equipo más sólido, preparado, efectivo y confiable.
Recuerdo una ocasión en que teníamos varios meses de estar trabajando en la propuesta más importante en muchos años y las cosas se habían complicado. Una diferencia de versiones en una aplicación, había dañado el formato de la presentación final al cliente y con justa razón estaba muy molesto. Tocaba reaccionar y resolver de inmediato para no perder el proyecto. ¿Qué hicimos? Tocó enrollarse las mangas y arreglar manualmente sección por sección desde cero, asegurando que todo estuviera perfecto. Durante varios días y sus noches nuestra jefa estuvo ahí, dirigiendo el proceso, ayudando en lo que podía o simplemente recordándonos que tan grande era el premio al final del camino, si lográbamos superar ese reto tan exigente que teníamos al frente. No solo ganamos el proyecto, sino que salimos fortalecidos como equipo y sin duda con grandes aprendizajes. Dos cosas que no hubiesen sucedido si nuestra jefa no hubiese dedicado el tiempo necesario en el momento oportuno.
Un buen líder se asegura que cada uno de los miembros de su equipo sepa exactamente qué se espera de ellos. No es casualidad que Gallup después de más de 30 años investigando cómo se relaciona el compromiso de los empleados con los resultados de las compañías, establezca en su herramienta de medición del compromiso de la fuerza laboral Gallup Q12 como primera pregunta “¿Conozco qué se espera de mí en mi trabajo?”. Podríamos erróneamente creer que todo empleado conoce exactamente qué se espera de ellos, sin embargo nos sorprendería la frecuencia en que no lo saben, ni cómo es esa “foto de éxito” de su desempeño al final del año. Desde mi experiencia esta es una de los factores que más motiva a un empleado, que conozca exactamente cuál es la senda que tiene que recorrer para llegar al destino que todos queremos.
Un buen líder tiene la humildad de entender que no lo sabe todo, considera todas las opiniones como válidas e importantes, busca que las soluciones a los problemas sean discutidas profundamente, y que exista un compromiso entre todos para avanzar en la dirección acordada. En mi caso, he tenido la valiosa oportunidad de aprender en innumerables ocasiones de los miembros de mi equipo y se los he hecho saber, agradeciendo la enseñanza. Como miembro de un equipo además, es muy motivante saber que uno tiene algo que aportar a su jefe. Una famosa frase de Warren Buffet dice “Contrata a los mejores y déjalos hacer lo que saben hacer, sino contrata a los más baratos para que hagan lo que quieres que hagan”.
Un buen líder dirige con el ejemplo. Considero que la forma más eficaz en que un líder se desprestigia es cuando pierde credibilidad con su equipo. No podemos exigir puntualidad a nuestro equipo si siempre llegamos tarde, una buena preparación para las reuniones si llegamos mal preparados, dar un buen servicio y atención al cliente si nos quejamos cada vez que colgamos el teléfono después de conversar con alguno de ellos. Las personas aprenden de lo que ven y no de lo que les dicen.
Tuve un jefe que me decía “Si no llegamos 10 minutos antes a una reunión, ya llegamos tarde”. Es una persona que se ha caracterizado siempre por su puntualidad. En varios años que trabajamos juntos nunca llegó con atraso a una reunión. Su conducta generó en mí una presión positiva de hacer lo mismo y de construir ese hábito, llegar al menos 10 minutos antes a toda reunión.
John Maxwell plantea que uno de los fines más importantes de un líder, es identificar y formar nuevos líderes, es en este momento cuándo alcanza su mayor objetivo, cuando se convierte en multiplicador de líderes. Es por esto que debemos asegurarnos de promover las conductas, atributos y herramientas adecuadas, que llevarán a nuestros equipos por el camino del éxito y que les permitirá desarrollar todo su potencial cuando estén a cargo de sus propios equipos.
Jorge Mora es Máster en Mercadeo e Ingeniero en Computación e Informática. Cuenta con una carrera de más de 15 años dedicados a la estrategia comercial, consultoría e investigación de mercados, trabajando con las top marcas del mercado de consumo masivo en Latinoamérica. Actualmente se dedica a apoyar el sector productivo y comercial Costarricense, buscando potenciar áreas clave de la cadena de valor de las empresas a través de la consultoría, investigación de mercados y capacitación.
Gerente de Marcas de Nuevas Plataformas
6 añosBuenísimo artículo Jorge! Sin duda fuiste un buen líder para mí cuando era parte de tu equipo!
Director of Visual Communications | People Leader | Creative problem-solver
6 añosMuy acertado! Le contribuyo: - Los buenos líderes tienen una visión clara y saben comunicarla a todos los niveles de la organización - Los buenos líderes inspiran! Hay muchas maneras de hacerlo, en mi experiencia los líderes más inspiradores son genuinos, humildes y vulnerables