- Contraseñas débiles o reutilizadas: Utilizar contraseñas débiles o reutilizar las mismas contraseñas en múltiples cuentas aumenta significativamente el riesgo de compromiso de seguridad. Las contraseñas deben ser largas, complejas y únicas para cada cuenta.
- Falta de actualizaciones de software: No mantener actualizados los sistemas operativos, aplicaciones y programas con las últimas parches de seguridad deja las puertas abiertas para que los hackers exploten vulnerabilidades conocidas. Es esencial aplicar regularmente las actualizaciones de seguridad.
- Falta de conciencia de phishing: El phishing es una de las tácticas más comunes utilizadas por los ciberdelincuentes para engañar a las personas y obtener información confidencial. No ser consciente de las señales de advertencia del phishing, como correos electrónicos sospechosos o sitios web falsos, puede llevar a la caída en trampas.
- Acceso no autorizado a datos: Permitir a personas no autorizadas acceder a datos sensibles o no proteger adecuadamente los datos confidenciales dentro de una organización puede resultar en filtraciones de datos y violaciones de privacidad.
- Falta de respaldo y recuperación de datos: No realizar copias de seguridad periódicas de los datos importantes y no tener un plan de recuperación de desastres puede dejar a una organización vulnerable a la pérdida permanente de datos en caso de un ataque cibernético, un error humano o un desastre natural.
Has tenido alguna experiencia con alguna de ellas?