«Las aulas cambiaron, pero el corazón es el mismo».
Cuando era niña la única persona que me leía cuentos y me hacía vivir la experiencia de conocer cómo sonaban los animales, fue mi hermana. Las noches eran de lectura y los días de juegos. Me enseñó a bailar, a cantar y a sentirme protegida por las noches. Mi hermana ahora es maestra de educación inicial y también es mamá. Escribo esto porque la veo triste y frustrada por lo que pasa en las aulas. Me dice que sus alumnitos se alegran cuando la ven por videollamada y que muchos de ellos extrañan las clases. Me cuenta también que los padres han ido sacando a los niños del nido, porque sus bolsillos se están quedando sin recursos y es entendible. Es una realidad que estamos pasando todos. Y es cierto también que los niños pierden atención fácilmente por clases virtuales y necesitan esa interacción que solo tienes cuando estás en inicial y más por este encierro están pasando por un momento de adaptación de ver a sus padres en casa trabajando y tener clases virtuales y las profes están haciendo todo lo posible por ser más creativas y lograr esa interacción online, pero necesitan del apoyo de los padres para que estén presentes en lo que puedan durante las clases. Pero algunos de ellos dicen: deseo que me devuelvan los materiales que dejé en jardín, deseo que me bajen más la pensión, deseo retirar a mis hijos porque NO pienso pagar por clases VIRTUALES. Y las profesoras, no solo mi hermana se sienten muy desvalorizadas, porque señores padres lean esto muy bien: sé que ustedes no solo pagan para que les enseñen a sus niños, pagan para que les cuiden a sus niños mientras ustedes trabajan, pero no vengan, por favor, a decir que las profesoras no están haciendo bien su trabajo, porque antes de cada clase ellas preparan, arman y se rompen la cabeza por hacer algo muy creativo para sus niños y en casa les toca ser creativos a ustedes y comprometerse con su educación y ayudarlos adaptarse a esta situación.
Las aulas, las oficinas y todo cambió ahora, pero la educación y la calidad humana son las mismas.
Y a ustedes profesores que son los responsables del futuro de los niños sigan siendo creativos, sigan valorando su trabajo y sus talentos, adáptense a todo y confíen en su capacidad, porque la confianza en ti mismo no te la debe quitar nadie.
Feliz sábado