Las ciudades inteligentes pueden ser la solución para mantener una urbanización rápida, especialmente en tránsito
Antonio Rubio – IoT / Fintech
Si la historia nos ha mostrado algo, es que la tendencia mundial se da hacia la urbanización. En 1950, solo había 85 ciudades con más de un millón de habitantes en el mundo. En 2000, había 387 ciudades con más de un millón de habitantes. Para el año 2050, la ONU espera que el 68 por ciento de la población mundial viva en ciudades urbanas.
Esta es una tendencia que no muestra signos de desaceleración, pues 1.3 millones de personas se trasladan a las ciudades todos los días. Con este impulso en marcha, el enfoque se ha desplazado hacia una solución que pueda ayudar a las infraestructuras de la ciudad a soportar esta afluencia de ocupantes: las ciudades inteligentes.
¿Cómo pueden ayudar las ciudades inteligentes?
Las ciudades inteligentes pueden mitigar directamente los factores de estrés que afectan a una ciudad con millones de residentes. Por ejemplo, pueden gestionar el consumo de agua y energía. Las principales ciudades representan entre el 60 y el 80 por ciento de las necesidades energéticas anuales del mundo y solo el 19 por ciento se necesita para la iluminación. Las ciudades inteligentes pueden ayudar a reducir estas ineficiencias y desperdicios energéticos. También pueden ayudar a la sostenibilidad al monitorear los niveles de contaminación e informar a los ciudadanos cómo sus acciones impactan la calidad del aire.
Las ciudades inteligentes son especialmente únicas porque brindan la oportunidad de aumentar el estilo de vida de los ciudadanos, ofreciendo una mejor calidad ambiental, advertencias de seguridad y formas intuitivas de hacer que cada una de estas tareas rutinarias sea más fluida. Las ciudades inteligentes unidireccionales incorporan estos tres factores a través del transporte, la columna vertebral de cada ciudad.
El transporte es una de las principales formas en que los ciudadanos interactúan con su entorno y así es como las soluciones inteligentes pueden mejorarlo:
- Administración del tráfico. La red interconectada de una ciudad inteligente se presta a una nueva forma de viajar. Los sensores en las carreteras y las luces de las calles pueden ayudar con la gestión y reducción del tráfico, o incluso incorporar alertas meteorológicas y de incidentes en tiempo real en las opciones de ruta. La conectividad mejorará enormemente las condiciones del tráfico diario.
- Sistemas de pago abiertos. Con una ciudad inteligente, los ciudadanos pueden aprovechar los sistemas de pago abiertos para el tránsito. Sin la necesidad de una tarjeta de metro designada o un boleto de autobús, las ciudades inteligentes permiten a los ciudadanos pagar cualquier modo de transporte con lo que tengan actualmente en su billetera. Esto ayuda a agilizar la experiencia de viaje, sin necesidad de cargar una tarjeta de viaje o entregar efectivo en una máquina. El ejemplo más reciente de este sistema en Estados Unidos proviene del lanzamiento de OMNY por parte de la MTA de Nueva York, un sistema de pago de tarifas contactless. Como beneficio adicional, este sistema también es ideal para visitantes y turistas.
- Accesibilidad a estacionamientos. Al usar sensores integrados, las ciudades inteligentes pueden mejorar en gran medida la infraestructura de estacionamientos para los ciudadanos. Tendrán acceso a la disponibilidad de estacionamientos en tiempo real, lo que reducirá la frustración de encontrar un lugar, y los funcionarios tendrán información en tiempo real sobre el uso de ciertas áreas de estacionamiento, lo que les ayudará a ajustar sus precios en consecuencia.
- A medida que las ciudades continúan creciendo, las ciudades inteligentes podrían ser la solución natural para mejorar la experiencia de los ciudadanos y eliminar los factores de estrés. ¿Interesado en aprender más? ¡Escríbanos!
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Antonio Rubio es Director de Ventas en Ingenico México.