Las desgracias de la educación

En el siglo XVIII las mentes más brillantes de la historia de la humanidad iluminaron la senda de hombres y mujeres en occidente. En conjunto con quienes anhelaban un cambio trascendental, sacuden el mundo entero en revoluciones que, en esencia, compartían los mismos ideales y valores: Libertad, razón, democracia y educación. La educación, entonces, es elevada a derecho en la constitución de los derechos del hombre; la instrucción era una necesidad común y debía estar al alcance de todos.

Hoy en día la posibilidad de instruirse en alguna materia está más al alcance de las personas que en ningún otro momento de la historia, la llegada de Internet lo cambió todo; con unos cuantos clicks y algo de voluntad ya puedes aprender lo que desees, pero antes de ello hubo un largo periodo en el que las cosas eran más complicadas con este asunto. Si la educación es un derecho... ¿Quién o quiénes debían estar encargados de que esta sea democrática y de fácil acceso? y más importante aún, ¿Quién decide que se debe enseñar y por qué él lo decide? Naturalmente la mayoría de las personas pensaría que el estado es el encargado de esta titánica tarea, porque administra los recursos necesarios para esta labor (nuestros recursos, tema para otra entrada), pero no aprendemos de la historia y seguimos incurriendo en los mismos errores del pasado.

Moldeando mentes.

La Alemania nacionalsocialista con su gigantesco y "benevolenete" aparato estatal logró infundir fuertes ideas de racismo en la población de su tiempo, sabemos cómo terminó aquello; la unión soviética logró la aceptación de su propio régimen con métodos similares y, en apenas 50 años, el gobierno de Corea del Norte ha convencido a su población que ellos inventaron la balística moderna. Así, hay decenas de ejemplo más, si dejamos el sistema educativo en las manos de unos cuantos, en pocos años 2+2 podrían ser 5, y no habrá intelectual alguno que pueda hacer algo al respecto, pues la historia nos ha demostrado que callarlos es tarea simple para la élite política.

En Bolivia, hace relativamente poco, hubo una reforma educativa liberticida: La ley 070 "Avelino Siñaní - Elizardo Pérez". El hecho de que le hayan puesto nombre a tal ley lo dice todo. Avelino Siñaní y Elizardo Pérez fueron educadores indígenas fundadores de la escuela de Warisata, tal proyecto constituía en una educación alternativa bilingüe para la población indígena; algo aceptable e incluso deseable, pues es justamente una educación alternativa. El problema radica en que dicha ley incluye al sistema educativo actual los valores colectivistas de nuestros antepasados indígenas, dichos valores son mezclados con ideologías colectivistas más modernas, no olvidemos que este sistema educativo no es optativo está regularizado, si no estás de acuerdo tendrás que educarte en casa cuando niño, es evidentemente un atropello a la libertad. Entonces, ¿Que tal si yo no quiero ese tipo de educación?

No podemos seguir mirando hacia otro lado: Sabemos que las ideología de turno se reproduce en nuestros centros educativos desde hace décadas. ¿Por qué hay tanto énfasis en la conquista de América? ¿Por qué tanto énfasis en el marxismo? ¿Por qué no se habla de Adam Smith, Bastiat, von Hayek o Mises? Decir la palabra liberalismo en una escuela pública provoca un desorden violento en el intercambio de ideas. En la escuela no se enseña bien lo que es la democracia, el gran logro que supone para la humanidad y los verdaderos culpables de su actual sometimiento y deformidad, por eso hay cada vez más jóvenes que rechazan la democracia y que, incluso, preferirían seguir a una figura central o ser gobernados por alguna junta militar.

Obviamente habrá quien quiere la educación así y está bien, siempre y cuando no se lo imponga a otros, pero si yo expreso mi disgusto por el modelo, seré tachado con todo tipo de adjetivos negativos. Cada quien debería decidir cómo y bajo qué modelo estudiar, esto es ético porque sería necesario ser muy crítico y minucioso para escoger qué y cómo, debido a que habrá que analizar los valores que tal educación promueve. Se necesita una educación alternativa, libre de ideologías políticas que modifican los valores de la sociedad sin que podamos hacer mucho para evitarlo; educación moderna, que promueva los ideales y valores modernos mencionados anteriormente.

El declive de las humanidades.

La tendencia en la educación, y esto es observable a nivel mundial, es una constante desestima hacía las humanidades (Historia, ciencias sociales, artes, filosofía, etc), porque son supuestamente inútiles. No sorprende saber que en los países con los gobiernos más autoritarios del mundo las humanidades han sido relegadas a un plano lejano o simplemente las han eliminado del sistema educativo.

Esto puede sonar anticuado, hablar de valores y todo ese asunto con el que alguna vez nuestros maestros de primaria nos han sermoneado, pero piénsalo un poco ¿Acaso no es ético esforzarse y trabajar duro por un objetivo? Bueno, ese es un valor cada vez más raro en nuestra sociedad, no es difícil encontrarse con los comentarios desesperanzados de nuestros jóvenes que buscan simplemente más y más confort en pos de una vida llena de placeres y facilidades; "facilidades" que el estado ofrece en su sistema educativo porqué, ¡Qué fácil es estudiar, solo debo repetir lo que me dicen un par de años sin reflexionar y listo, no hay necesidad de cuestionarme que estoy aprendiendo, ni el cómo, ni el porqué! Título, trabajo y confort, pero cero entendimiento de nuestra realidad, total, no podemos cambiar las cosas ¿No?

Así es como nos quieren, hábiles con nuestras tareas técnicas, que al final también los benefician a ellos, pero incapaces de reflexionar y realizar un análisis crítico de nuestra realidad y, por ende, pensar que no tiene ningún sentido esforzarse por un cambio.

¿A dónde vamos?

No es extraño observar la aprobación de los padres de familia a la relegación de las humanidades, claro, ellos ya han sido parte de este sistema educativo; la historia se repite y las "ideas" de los individuos se reproducen. Es irónico, sin embargo, que exijan vigorosamente la inclusión de valores positivos dentro la educación; ese es el resultado de una educación ideologizada y mediocre, empezando por los educadores que ya son parte del sistema, muchos de ellos no son el mejor ejemplo de virtud y buenos valores, y no me refiero a cuando un docente se toma unas fotos compartiendo una cerveza un fin de semana y las sube a sus redes sociales, sino a ése individuo que no muestra esfuerzo ni sacrificio en su trabajo como educador, vive cumpliendo una agenda y esperando el sueldo que el estado le otorga; ese es el ejemplo de toda una generación. ¿Que le espera a una sociedad llena de conformismo e indiferencia, que vive para las comodidades?

El acto de estudiar y de instruirse es sacrificado y requiere de un fuerte compromiso, al menos así debería sentirse desde que somos muy jóvenes, pero en la mayoría de los casos no se da de este modo; te esfuerzas y casi no has aprendido nada excepto ser obediente, sin tomar en cuenta que lentamente te han llenado de actitudes y pensamientos que le interesan a la clase política dominante del país, tristemente célebre por su ideología durante las últimas décadas. Supones que esto es lo normal, que es lo "bueno" y creas cierto rechazo hacía la escuela y el acto de estudiar en general que termina relacionándose solo con los ingresos económicos, de esta forma es imposible notar tempranamente que el responsable de tu formación eres tú, aun cuando parece lo contrario.

No está mal que enseñen religión y espiritualidad en las escuelas, es que solo enseñan una religión; se enseña historia, pero solo la que conviene enseñar superficialmente; se enseña arte, mas no hay oportunidad para crear tu obra; se enseña filosofía, ¿Ah, sí?

Nos hemos confundido, la educación es en realidad un deber que cada individuo debería tener consigo mismo, esperar a que alguien más venga a instruirnos lo que él o ella quiera fue un error, aunque realmente las opciones eran limitadas. Hoy tenemos más posibilidades, pensar que habrá una reforma educativa que repare estos ya viejos problemas es muy inocente, todo está en nuestras manos. Mientras exista ese espíritu de libertad y razón en la mente de cada generación podremos lidiar con el problema, siempre y cuando nos encarguemos de inculcar dichas ideas a cuantos jóvenes podamos. El futuro está en ese pequeño grupo de amigos que se reúne a charlar y debatir lo que han aprendido sobre filosofía, política y economía después de terminar sus jornadas en otros estudios o en el trabajo; en aquellos docentes que imparten sus conocimientos con pasión e invitan a la crítica y el propio razonamiento; en cada uno de esos momentos en los que fuiste capaz de reflexionar los porqués de todo lo que te rodea.

En SUMAcowork, si bien damos talleres por lo general técnicos, nos sentimos comprometidos con la educación en todos los niveles y buscamos incentivar el estudio e interés por las humanidades.