A las mujeres

A las mujeres

A las mujeres en el mundo laboral,

Hoy me dirijo a ustedes no solo como líder en mi campo, sino también como mujer, madre y compañera de trabajo. Entiendo de primera mano los desafíos que enfrentamos en nuestra búsqueda de crecimiento personal y profesional, y quiero compartir con ustedes algunas reflexiones que he adquirido a lo largo de mi carrera.

Primero que nada, me gustaría recalcar la importancia del liderazgo. Un buen líder mantiene una meta, es ordenado, organizado y resiliente. Parte de ser líder es involucrarse en el conjunto de actividades necesarias para alcanzar tus metas. Creo que tanto hombres como mujeres deben tener una visión global, y descomponer esa visión en tareas principales, medianas y particulares, las cuales deben ser organizadas en un calendario anual.

Además, mantener una actitud positiva y una mentalidad de "sí, puedo hacerlo" es esencial. Cada día nos presenta nuevos desafíos, y cómo los vemos y enfrentamos depende de nuestra perspectiva. No permitan que los desafíos las desanimen; en cambio, vean cada obstáculo como una oportunidad para aprender y crecer. Si lo das todo mentalmente, porque todo comienza en la mente y te levantas con buena energía, tu perspectiva empieza a cambiar. Incluso si ocurren cosas negativas durante el día, la idea es enfrentarlas como vengan. Para mí, esto es como surfear en la vida: manejar las olas como vengan, sean altas o bajas, te revuelquen o no, pero siempre avanzando.

Y no olviden nunca el poder de celebrar sus logros, por pequeños que sean. No caigan en la trampa del síndrome del impostor. Celebren sus logros como si fueran un gol. Tú misma debes decirte: "Yo he logrado esto, he hecho aquello, esta es mi trayectoria." Me encantaría que todas puedan hacer el ejercicio de escribir una lista de lo que han logrado en la vida e ir sumando año tras año. Esto les permitirá ver todos sus logros y es importante aplaudirse por eso. Cuanto más valoren lo que hacen, los demás también lo valorarán y les tomarán como ejemplo.

Quiero destacar la importancia de la adaptabilidad. En un mundo que cambia rápidamente, la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias es clave. Ya sea que se les asigne una nueva tarea o que la empresa para la que trabajan cambie de dirección, siempre estén preparadas para adaptarse y seguir adelante.

Valoro mucho estas cualidades en las mujeres: constancia, disciplina, persistencia, energía y la capacidad de hacer bien las cosas dentro de sus parámetros. Con estas cualidades, siempre avanzarás, alcanzarás tus metas y llegarás a donde quieres. Eso es lo que he observado y percibido en las mujeres que trabajan en nuestra empresa. Son verdaderas guerreras.

De hecho, más del 65% de nuestra empresa está compuesta por mujeres, en áreas como diseño y construcción. En el área de la construcción, contar con mujeres en todas las áreas, como prevención, es un gran logro para nosotros y para ellas, ya que este es un puesto tradicionalmente masculino. Incluso mi posición, que sigue siendo predominantemente masculina, no se ha convertido en un obstáculo. A pesar de enfrentarme a un directorio de hombres, siempre me sentí bien recibida y mis opiniones siempre fueron valoradas. Hasta ahora, incluso siendo madre y padre para mi hijo, siento que estoy bien y mi hijo también lo está conmigo. Todo se basa en lo que piensas y lo que quieres en la vida, puedes lograrlo para ti mismo. Todo depende de ti y eso es lo que te motiva a seguir cumpliendo tus propias metas, no las que la sociedad impone, sino las que quieres para ti.

Esa es una de las características que diría que, si deseas seguir creciendo como persona, son importantes en cualquier ámbito (personal o profesional). No me gustan las etiquetas externas, las detesto, pero sí valoro las que te pones a ti mismo, ya que son tus compromisos personales. Este deseo de crecer cada día más, de establecer tus propias metas, de aplaudirte cuando debes hacerlo, y de evitar caer en la falta de persistencia.

Llegué a ser líder aquí sin buscarlo, simplemente cada tarea que me daban la hacía con responsabilidad, con todo mi ser, más del 100% día a día y siempre pensando en los demás. Siempre he buscado sumar día a día en todo lo que hago, no solo en el trabajo, sino en toda mi vida. Creo que ser un líder no se trata de ser la cabeza máxima de algo, sino de ser la cabeza máxima de lo que tú crees que deberías ser.

Con todo mi cariño y respeto,

Julia Granda

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