Las oportunidades en el camino

Por: Fernando J. Castellano Azócar

Un problema es aquello que se presenta en nuestro camino, y por alguna razón requiere nuestra atención y acción para apartarlo y poder seguir en el mismo. Como tal, existen de distintos tipos y tamaños; unos se atienden de manera fácil y rápida; otros se toman más tiempo y esfuerzo; pero otros tienen la característica de transformarse en “móviles”. Son esos problemas que nos encontramos y que, voluntaria o involuntariamente, cargamos en nuestra espalda y que si no decidimos atenderlos, se mantienen allí de forma indefinida.

”Los problemas no son como el vino, no mejoran con el tiempo” es una frase que siempre recuerdo, mucho más cuando me atormenta algo que debo atender. Ahora es casi una norma no hablar de “problemas”, sino de “oportunidades”. Y luego de mucho tiempo aplicando ese término sin estar claro de la razón, entendí que es algo totalmente cierto. Originalmente no entendía por qué llamar “oportunidad” a un “problema”, y eso era porque estaba viendo el escenario enfocado en el problema. Una vez que entendí que el enfoque no debía ser en el problema, sino en mi, entendí que efectivamente eran oportunidades para desarrollar en mi interior la manera de resolver el problema. Y es que al final los problemas generan la necesidad de reinventarse, precisamente porque es algo que no sabemos cómo atender, por lo que necesitamos buscar la solución, que en los casos que decidimos cargar en nuestra espalda, con toda seguridad requerirán que cambiemos radicalmente algún paradigma muy arraigado, y el miedo a ese cambio nos hace evitar lo que al final es inevitable. Y lo complicado es que cuando finalmente llegamos a la solución, nos sentimos renovados y, en muchos casos, arrepentidos de no haberlo hecho antes.

Obviamente nadie quiere tener problemas, pero irremediablemente se van a presentar, y lo que debemos hacer es desarrollar nuestra actitud para tomarlos siempre como una oportunidad para mejorar como personas. Una frase que también me gusta mucho es de COlin Powell, y dice: “Liderazgo es resolver problemas. El día que los soldados ya no te lleven sus problemas, es el día en que dejaste de liderarlos”. Si consideramos al Liderazgo como una habilidad para toda actividad en nuestra vida, podremos ver que el hecho de atender como oportunidades los problemas hará que nos traigan incluso los de los demás, lo cual sin lugar a dudas nos provee con más oportunidades de crecimiento.

Recuerdo que uno de los mayores problemas que enfrenté, y que al final fué de las mayores oportunidades, fué cuando recién me nombraron Gerente de Proyectos de la empresa donde trabajaba. En las juntas de Liderazgo pasaba el dueño de la empresa toda la mañana reclamándome de los problemas que habían en los proyectos, y llegada la hora de comer, era como si se pasara un suiche y éramos los mas amigos, con lo cual yo me relajaba, pero al regresar a la junta comenzaban otra vez lo que consideraba como ataques. Cuando ya no pude manejar mas ese sentimiento de frustración, me atreví a hablarlo con el, y me dio una de las lecciones mas importantes en mi vida: que simplemente eran cosas de trabajo, que lo hacía porque sabia que necesitaba mucho coaching y porque no quería que fallara porque sabía el potencial que tenía, y, lo mas importante, que no lo tomara como algo personal.

Todos tenemos nuestras historias de problemas que nos han perseguido y afectado, y compartirlas nos ayuda a liberarnos, además de darles la oportunidad a otros de aprender de nuestra experiencia. Qué historia tienes para compartir?