Las organizaciones son la expresión de la realidad cultural.
La realidad cultural refleja un marco de valores, creencias, ideas, sentimientos y voluntades de una comunidad. Las empresas, y las personas que están dentro de ellas, son la réplica de este marco.
Y si la realidad está constantemente cambiando, las empresas deben demostrar que están dispuestas a vivir y sobrevivir en un ambiente cambiante, por ello las personas de las organizaciones deben de ser el reflejo de la adaptabilidad y versatilidad constante. Ser flexible, retarnos con nuevos aprendizajes, ser creativos, entusiasmarnos, trabajar en equipo, gestionar el cambio, comprometernos con nuestra empresa, cooperar (entre otras), serán las claves para nuestro desempeño. Nuestra verdadera inteligencia procederá de saber potenciar nuestras fortalezas y trabajar nuestras debilidades.
¡VAMOS A POR EL RETO!