Las populares sillas “monobloc” reciben el sello de aprobación de Miuccia Prada

Tachadas como “feas” por muchos cultores del buen gusto, las sillas “monobloc” cobraron protagonismo en la reciente presentación de las propuestas para la temporada primavera-verano 2018 de la firma italiana de moda MiuMiu, en la que la diseñadora Miuccia Prada decidió acomodar a sus muy importantes invitados en orgullosas hileras de estos asientos de plástico que, por baratos y abundantes, son típico mobiliario de escenarios mucho menos glamorosos que las pasarelas de Milán.

El recién nombrado editor del capítulo británico de la revista Vogue, Edward Enninful, así como la exquisita socialité Olivia Palermo, y las veneradas actrices Dakota y Elle Fanning, fueron algunas de las VIP que detallaron la nueva colección desde una primera fila que, en las ligeras sillas de plástico, se sintió tan descomplicada como una barbacoa de fin de semana. Así, se puede decir que las “monobloc” sentaron las bases de una colección caracterizada por siluetas holgadas, colores vibrantes, con un velo de sutileza desprovisto de cursilería.

Mientras otras casas de moda se decantan por el minimalismo al sentar a sus invitados, por ejemplo, en cubos blancos, en unas “Louis ghost” de Philippe Starck, o cualquier alternativa que pase inadvertida frente al protagonismo de la pasarela, la agitadora diseñadora italiana hizo de las sillas “monobloc” un elemento central, no sólo al colocarlas como estaciones individuales sino también como leit motiv del desfile. Y es que antes de presentar su nueva colección, en las redes sociales de la firma se intrigaba a sus seguidores con clips protagonizados por las líneas inconfundibles de este popular diseño.

Junto a las "neo-crocs" de Balenciaga, estas sillas de plástico parecen continuar validar la estética de lo feo para la temporada primavera 2018

En definitiva, se trata de una elección inusual para un contexto que por general busca proyectar exclusividad. Pero Miuccia Prada es precisamente el tipo de diseñador que a través de su trabajo permanece empujando los límites del mundo de la moda, desafiándolo con propuestas insufladas por referencias artistas, ergo, muchas veces disruptivas y quizás incómodas, pero en su mayoría aceptadas por contar con el sello de aprobación de la diseñadora favorita del mismo Satanás.

Este inusual episodio mobiliario tuvo réplicas que validaron la estética de lo feo, de lo “común y corriente” y del llamado “mal gusto” durante este septiembre, el acostumbrado mes en que los protagonistas de la moda internacional hacen un intenso periplo por Nueva York, Milán, Londres y Paris, para conocer las propuestas de indumentaria de la siguiente temporada primavera-verano. Así, por ejemplo, gran protagonismo también tuvieron las sandalias “crocs”, defenestradas por muchos seguidores de la moda por aparatosas y –de nuevo-plásticas y baratas, ahora rediseñadas por Demna Gvasalia para Balenciaga como plataformas de colores brillantes y prendedores caricaturescos.

A partir de la validación que Prada le ha brindado a la “monobloc”, sería una empresa ambiciosa determinar el aumento en las ventas de este diseño, debido al altísimo número de fábricas que reproducen este clásico mueble en todo el mundo, pero lo que sí podemos monitorear es la exhibición de un artefacto que, antiguamente escondido por su desprestigio, pueda exhibirse ahora sin complejos por los cada vez más relajados árbitros de la elegancia.