Lean #1: Minecraft y la lección sobre MVP que nunca olvidaré
Lean #1: Minecraft y la lección sobre MVP que nunca olvidaré

Lean #1: Minecraft y la lección sobre MVP que nunca olvidaré

Hace unos años, me descargué Minecraft por primera vez. No era un crio, pero estaba bastante motivado por probar este juego.

Lo primero que pensé fue en construir la casa de mis sueños, una verdadera obra maestra arquitectónica. Pero, como descubriría más tarde, en Minecraft, me esperaba mala suerte, complejidad, miedo, frustración, todos estos sentimientos que me sonaban de algo, efectivamente, al mundo empresarial.

Así que me puse manos a la obra. Empecé buscando el terreno perfecto para mi castillo. Perdí horas buscando y comparando cada trozo de tierra que encontraba.

Una montaña, me gustaba.

Una playa me gustaba más.

Siempre tenía la esperanza de que si seguía caminando un poco más, encontraría algo mejor. Pero finalmente, me di cuenta de que estaba perdiendo bastante tiempo y que en realidad tenia unas ganas locas de empezar a construir. Así que me conformé con un terreno que parecía estar bien.

Y luego vino la parte de la construcción. Empecé a contar bloque por bloque para empezar las cuatro paredes de semejante castillo. Ni siquiera había construido mi primer pico y ya estaba atardeciendo. Cuando me quise dar cuenta ya era de noche y se estaba acercando el 'sindicato de zombies' hacia mí. Resulta que, en Minecraft, la noche es el momento en que los monstruos salen a jugar contigo.

Y ahí fue donde cometí mi primer error. No me había preparado adecuadamente para la noche. No tenía una espada y apenas tenía cuatro paredes y una puerta para protegerme.

Morí.

Detalle importante: Cuando mueres en este juego vuelves a aparecer en el punto inicial. Así que ahí estaba de nuevo, 'en pelotas' y sin saber dónde había empezado a construir.

Seguía siendo de noche.

Morí. De nuevo.

Una y otra vez.

¿Frustración? Mucha.

¿Ganas de apagar el ordenador? Todas las del mundo.

Borré la partida y empecé una nueva. Pero en este caso llevaba la lección aprendida. En lugar de tratar de construir la casa de mis sueños de una sola vez, levanté cuatro paredes de tierra, una puerta y listo. Y así fue como construí mi primer refugio, lo suficientemente pequeño como para mantenerme a salvo durante la noche.

¿Qué tendrá que ver todo esto con un MVP?

Pues después de cagarla con mi primera startup y después sentir lo mismo con esa partida, me di cuenta de la lección.

En lugar de tratar de construir algo grande y complejo de una sola vez, es mejor empezar con algo pequeño y manejable que te permita validar tu idea y avanzar poco a poco. Al igual que en Minecraft, donde construir una casa que daba vergüenza me permitió mantenerme a salvo durante la noche y avanzar en mi aventura, en el mundo empresarial, un MVP te permitirá validar tu idea y hacer ajustes sobre la marcha antes de invertir más tiempo y recursos en un producto completo.

Te dejo el Top Excusas que la gente suele poner para no realizar un MVP:

  1. "Me da vergüenza sacar un producto así" (Si cuando lanzas tu producto al mercado no te da vergüenza es porque lo has lanzado demasiado tarde)
  2. "Así creo que nadie lo va a comprar" (Para eso se hace, para validarlo o descartarlo si es necesario)
  3. "No quiero molestar a los clientes y que crean que soy un pesado" (El típico pánico a las interacciones con clientes reales)
  4. "No quiero dar una mala imagen" (Proteger una imagen de marca y reputación de una empresa que no tiene clientes tampoco es que sea muy efectivo, pero siempre puedes crear una marca en paralelo para validar tu idea)
  5. "Desde la competencia me van a copiar la idea" (Es la más común y quiero detenerme a enumerar cada razón)

"Desde la competencia me van a copiar la idea"

  1. No se trata solo de la idea: Aunque tengas una idea original y única, no significa que tengas la capacidad de ejecutarla adecuadamente. La mayoría de los productos exitosos son el resultado de una ejecución excelente y no solo de la idea.
  2. La competencia puede estar haciendo lo mismo: Es posible que la competencia ya esté trabajando en algo similar, pero esto no debería detenerte. Si no te adelantas y validas tu producto con un MVP, podrías perder la oportunidad de ser el primero en el mercado.
  3. La competencia también puede aprender: Si tu competencia ve que tienes éxito con tu MVP, es posible que quieran copiarte, pero esto no significa que puedan hacerlo con éxito. También pueden aprender de tus errores y hacerlo mejor, pero al menos tú ya tendrás una ventaja competitiva al haber entrado al mercado antes que ellos.

En resumen, no hay excusas para no hacer un MVP. Y la próxima vez que estés pensando en lanzar un nuevo producto o servicio, recuerda mi experiencia en Minecraft. Asegúrate de que tu idea funciona antes de invertir todo tu tiempo y recursos en ella. Lanza un MVP y valídalo antes de seguir adelante. ¡Te ahorrarás mucho tiempo y frustración!

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