Libre de frustración e improductividad.
Un famoso proverbio dice: “En el mundo de los ciegos, el tuerto es el rey”, lo que describe el refrán es la ventaja de quien tiene una mayor observación. El mundo de hoy es más competitivo que nunca, los cazadores de talento humano se preparan para seleccionar a los mejores y ofrecerles las mejores oportunidades.
¿Qué tan competitivo te sientes? ¿Conoces y estás desarrollando tus fortalezas? Tal vez estés intentando muchas cosas, tus energías y capacidades están tan distribuidas que sientes que abarcas mucho pero poco aprietas, al final el sentido de frustración se sobrepone y la sensación de improductividad abruma.
El secreto está en el ENFOQUE, Jhon Maxwell lo describe como la combinación entre las prioridades y la concentración. Cuando enfocas apartas de la mirada el resto, aquí se cumple la regla “menos es más”, mantienes la concentración en un ángulo más reducido y esto permitirá ser más efectivo.
Un buen ejemplo de esto fueron las aspiraciones del reconocido basquetbolista Michael Jordan al desear brillar en las grandes ligas (American League) luego de conseguir su tercer título con Chicago Bulls y anunciar su retiro oficial de la NBA en octubre de 1993. Para sus seguidores fue decepcionante y un gran fracaso leer los resultados y críticas en la prensa, además de comparar su rendimiento. Fue el 18 de marzo de 1995 cuando anunció su regreso a la NBA logrando ganar otros tres campeonatos en los años 1996, 1997 y 1998 con su antiguo equipo Chicago Bulls.
¡Zapatero a su zapato! Más vale maximizar el rendimiento de tus fortalezas y dejar un legado de productividad.
Analiza:
¿Estás dando lo mejor de ti?
¿Conoces cuáles son tus fortalezas?
¿A qué cosas debes renunciar para mantenerte más enfocado?
Actúa: Define tu mundo (nicho) y sé el mejor convirtiéndote en el tuerto de él.