Liderar desde el amor

Los beneficios de liderar desde el amor son múltiples. El entorno de trabajo es más equilibrado y las relaciones más óptimas dentro del equipo, fluyendo mucho mejor la comunicación. En cuanto a energía, los colaboradores disponen de mayor vitalidad y aumentar la autoestima de tu equipo y fomenta el empoderamiento, aumentando la productividad.

Además, se producirá una menor rotación de empleados lo que conlleva que el conocimiento y la experiencia permanezca en la empresa.

Para conseguirlo, el líder ha de ser desinteresado. El amor hacia su proyecto y objetivo lo hace trabajar de manera desinteresada por su equipo y con él, sin calcular el retorno.

Por otro lado, debe saber ponerse en el lugar de los miembros de su equipo, ser empático, comprensivo, caritativo y practicar la compasión.

De igual forma, es fundamental que el líder tenga una escala de valores en la que esté, por encima de todo, el factor humano.