LIDERAR DESDE EL EJEMPLO

El liderazgo en las organizaciones implica más que simplemente dirigir a otros. Implica liderar con el ejemplo, tomar decisiones informadas y éticas, comunicarse de manera efectiva, admitir errores (aprendiendo de ellos) y demostrar compasión y empatía. La coherencia entre las palabras y acciones de un líder es fundamental para establecer una cultura organizacional positiva y productiva. Para aquellos profesionales que desean adentrarse en el mundo de la gestión, es importante tener en cuenta estos principios y esforzarse por incorporarlos en su práctica diaria.

El liderazgo efectivo es un pilar en cualquier organización, y las instituciones sanitarias no son la excepción. Se espera que las enfermeras, en particular aquellas que desean adentrarse en la gestión sanitaria, no posean únicamente habilidades clínicas excepcionales: también deben contar con habilidades de liderazgo que inspiren y motiven a su equipo. El liderazgo, después de todo, es algo más que una mera cuestión de dirigir a otros; es una cuestión de influir en ellos para que logren lo mejor de sí mismos y, en última instancia, logren los objetivos de la organización.

El liderazgo desde el ejemplo se basa en la idea de que las acciones hablan más fuerte que las palabras. Y, es que, uno de los aspectos más importantes y a menudo subestimados del liderazgo es la coherencia. La coherencia se refiere a la alineación entre las creencias, las palabras y acciones de una persona. Es la manifestación de la integridad y la confianza. Una persona coherente es aquella que no solo piensa o dice lo correcto, sino que también actúa de manera congruente con sus principios. En el contexto de las organizaciones sanitarias, esto significa que, además de predicar sobre la importancia de la atención al paciente, la eficiencia y la ética, también demuestra estos valores en la práctica diaria.

La coherencia en el liderazgo también se relaciona con el concepto de integridad, que es uno de los valores más representativos en la práctica profesional. La integridad implica hacer lo correcto, incluso cuando nadie está mirando, y es esencial para ganarse la confianza y el respeto de los demás.

Liderar con el ejemplo es uno de los métodos más efectivos para establecer una cultura organizacional positiva y productiva. Los líderes son observados de cerca por sus equipos y, a menudo, sus acciones son replicadas por los demás. Si un líder demuestra un fuerte compromiso con la ética, la mejora continua y el bienestar de su equipo, es probable que estos comportamientos se reflejen en todo el equipo. Por el contrario, si un líder demuestra falta de interés, desorganización o falta de ética, es probable que el equipo adopte una actitud similar.

En mi juventud trabajé algún tiempo en el servicio de urgencias de un hospital. Durante los turnos de tarde y noche, en ausencia de la supervisora de unidad, todas las incidencias y problemas que acontecían eran gestionados por un supervisor general. Al inicio de cada turno, una de las informaciones más relevantes para las enfermeras era saber qué supervisor general se encontraba ese día, ya que la capacidad o voluntad para la resolución de problemas o conflictos no era la misma en todos ellos. De entre todos, el supervisor más joven y con menos experiencia era el mejor valorado por el equipo de profesionales, ya que era conocido por su enfoque hands-on y su disposición a involucrarse en la atención directa al paciente cuando era necesario. No era infrecuente, en momentos de mayor carga asistencial, verle bajar a urgencias y preguntar a las enfermeras en qué podía ayudarlas y colaborar en tareas como extracciones de sangre o canalización de accesos vasculares. Estas acciones contribuían a aliviar la carga de trabajo del equipo, pero, sobre todo, demostraba que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para asegurarse de que los pacientes y el equipo profesional recibieran la atención que necesitaban. Este acto simple, pero poderoso, ayudó a ganar el respeto y la admiración del equipo y contribuyó a la gestación de una cultura de colaboración y apoyo en el servicio.

Liderar con el ejemplo también implica tomar decisiones difíciles y asumir la responsabilidad de los resultados. En el ámbito sanitario, las decisiones difíciles son una ocurrencia común. Desde decisiones sobre la asignación de recursos hasta decisiones sobre la atención al paciente, los líderes de organizaciones sanitarias se enfrentan constantemente a situaciones en las que deben tomar decisiones difíciles. Es fundamental que los líderes tomen decisiones informadas, éticas y en el mejor interés de los pacientes y del equipo. Además, es importante que los líderes asuman la responsabilidad de las decisiones tomadas y de los resultados obtenidos, tanto positivos como negativos.

Pero, en el liderazgo efectivo, va más allá de tomar decisiones correctas. Hay que ser capaz de admitir errores y aprender de ellos. La humildad es una cualidad importante para cualquier líder, y especialmente en el ámbito sanitario, donde las decisiones pueden tener un impacto directo en la vida de las personas. Admitir errores y aprender de ellos es un valiente signo de humildad que fomenta una cultura de aprendizaje continuo y mejora.

Otro aspecto crítico del liderazgo es la comunicación efectiva. Los líderes deben ser capaces de comunicarse clara y efectivamente con su equipo y otros stakeholders. Esto implica tanto transmitir información de manera clara y concisa como escuchar activamente y considerar las opiniones de los demás. La comunicación efectiva es imprescindible para establecer expectativas claras, resolver conflictos y fomentar un ambiente de colaboración y respeto.

Finalmente, es importante que los líderes en el ámbito sanitario demuestren compasión y empatía. La atención sanitaria es un campo emocionalmente exigente y, a menudo, estresante. Los líderes que demuestran compasión y empatía hacia su equipo y los pacientes pueden ayudar a establecer un ambiente de apoyo y cuidado. Además, la empatía y la compasión son vitales para entender las necesidades y preocupaciones de los demás y para tomar decisiones informadas y éticas.